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Viaja 50: el proyecto de dos “cincuentones” que decidieron dejarlo todo para viajar

Una pareja de cordobeses decidió cumplir su sueño y tomarse un año sabático de los mandatos y cargas sociales para salir a recorrer Latinoamérica. 

Siempre soñaron con viajar, pero como ellos mismos relatan a VOY para las personas de su generación había otras prioridades. Hoy recorren Latinoamérica con su proyecto llamado "Viaja 50" y quieren animar a otras personas de mediana edad a cumplir sus sueños.

“Cuando teníamos 20 años el mandato social era otro. Había que casarse, tener familia, una casa y un auto. Viajar estaba en otro plano diferente”, dice Liliana y agrega: “No es como ahora que los jóvenes sí tienen esa posibilidad”.

Pasaron los años, formaron una familia y su sueño no podría esperar más. Un día decidieron que tenían que planificar ese paréntesis y armar ese proyecto que los llevaría un año por todo el continente.

“Tomar la decisión nos llevó minutos, pero lo que sí nos llevó años fue armar la logística del viaje y que los chicos se acomodaran, terminaran de criarse, juntar el dinero, acomodar el trabajo, armar el itinerario y el presupuesto”, dice ella.

Y agrega: “Habíamos empezado a viajar, a turistear, pero un día hicimos un clic y quisimos además de conocer lugares hermosos, conocer personas y es ahí cuando nos dimos cuenta de que cuando uno es turista por 15, 20 ó 30 días puede conocer lugares hermosos pero no conocer verdaderamente a la gente”.

Dejarlo todo

Liliana y José -estos “cincuentones” como ellos mismos se llaman- tienen cuatro hijos a su cargo y tuvieron que esperar hasta que fueran jóvenes para poder ir ellos detrás de sus sueños.

Ella cuenta que al principio cuando les anunciaron la idea ellos no dijeron nada y recién cuando sus padres salieron de viaje empezaron a manifestar su admiración. “Pero no una admiración de niños, sino de adulto a adultos, como lo que son”, dice ella.

Tal como cuentan, armar este año sabático implicó tener muchas variables en cuenta, de hecho ella tuvo que dejar su trabajo para poder irse de viaje, mientras que él pidió una licencia.

“Cuando volvamos José se va a reintegrar a su trabajo habitual y yo tengo que buscar un nuevo trabajo porque renuncié después de 20 años a la empresa a donde trabajaba. Espero volver con muchos cambios en mi interior, el viaje ayuda a ver las cosas más sencillas”, dice Liliana.

Y es ahí cuando se animan a dar su mensaje para otras personas que están en la mediana edad, postergando sus sueños, atrapados en la rutina del trabajo y la familia.

“Les diríamos que se animen a perseguir sus sueños. Viajar es más una cuestión de decisión que una cuestión económica. Nosotros solo somos trabajadores”, cierra.