Un vistazo a Graceland, la extravagante mansión de Elvis

Pocos cantantes lograron tanta fama como Elvis Presley, el autor de Can’t Help Falling in Love y Jailhouse Rock supo cómo dejar su huella en la historia. Ahora, con el estreno de una nueva película que rememora su vida, el mundo entero está hablando de él. Y una forma de conocerlo más es asomarse a Graceland, su casa en Memphis, Estados Unidos.

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Para la estrella, Graceland era mucho más que una mansión, era su lugar retiro, donde iba a conectarse consigo mismo, “fue donde su familia creció, pasó su tiempo juntos y disfrutó de la vida”, explica la página oficial de la casa, hoy museo.

A los espacios más tradicionales como las habitaciones familiares y la sala de estudio se suman otros sin dudas extravagantes, como la Jungle Room, una habitación-selva de alfombra verde y madera tallada, una de las favoritas de Elvis “porque le recordaba a Hawái”, también hay canchas, una sala de guitarras y mucha decoración exótica, como una cama completamente cubierta de pelos largos y blancos, como un peluche enorme.

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La bienvenida la da un portón temático, donde se distingue la figura de Elvis y varias notas musicales. En los jardines se puede encontrar un patio de meditación y en el predio varios de los autos de colección que el cantante tenía, entre ellos un Cadillac rosa, y una limusina Mercedes Benz. Puro lujo.

Graceland fue la casa del artista por 20 años y lleva abierta al pública mas de 40. Lejos de haber pasado la novedad, es un espacio que todavía se mantiene vigente, como diciendo larga vida al rey (del rock).