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Restablecer la confianza de los viajeros, implementar políticas de higiene y seguridad e impulsar la transformación digital son algunos de los ejes.
La industria de los viajes fue una de las más golpeadas por la pandemia. Los números hablan por sí solos: según cuándo se levanten las restricciones que impuso cada país, la llegada de turistas internacionales podría reducirse entre un 60 y un 80%, según estimó la Organización Mundial del Turismo (OMT). Y, en ese escenario, están en riesgo entre 100 y 120 millones de puestos de trabajo.
Por eso, con el objetivo de que el sector salga fortalecido de la crisis generada por el coronavirus, la OMT -en consulta con el Comité Mundial de Crisis para el Turismo- planteó medidas para reabrir los viajes de forma segura, dirigidas tanto a los gobiernos como a las empresas privadas.
Protocolos
En primer lugar, el organismo apunta a regenerar la confianza de los viajeros mediante protocolos de seguridad diseñados para reducir los riesgos que deberán aplicarse a todas las áreas vinculadas con la actividad turística, como los desplazamientos aéreos, la hotelería y los eventos, entre otras.
En ese marco, algunas de las prácticas y procedimientos sugeridos son el distanciamiento físico, las pruebas de detección del virus, los escáneres de temperatura, el aumento de la frecuencia de la limpieza y el suministro de kits que favorezcan la higiene.
El papel de la tecnología
La OMT recomienda que se utilice la tecnología para promover el distanciamiento social en los destinos y, por otro lado, pretende que se fomente la transformación digital de lugares y empresas, con iniciativas como cursos de formación online. Para eso, reforzó su alianza con Google para impulsar el aprendizaje online.
Al respecto, el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, aseguró que la transformación digital del turismo hará al sector más resiliente.
