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El crucero, una opción también para jóvenes

Un barco destinado a personas de entre 18 y 30 años es la nueva oferta de la empresa Costa. Dura ocho noches, inicia y termina en Buenos Aires y brinda actividades para divertirse a toda hora.

Día de calor: unos 35 grados. Pileta y algo rico para tomar. ¿Qué se le puede agregar a esta imagen? Un atardecer en altamar, con la estela de agua que deja un gran barco y, de fondo, el sonido de la naturaleza o música, dependiendo del lugar que uno elija para disfrutar.

Eso es sólo un poco de lo que brinda el Crucero Joven de Costa Cruceros, una nueva experiencia de esta empresa italiana que quiere “romper” con la idea de que los cruceros son para gente mayor. Un lugar para visitar en pareja o con amigos, que ofrece la posibilidad de conocer gente nueva y destinos como Ilhabela, Ilha Grande, Río de Janeiro (Brasil) y Montevideo (Uruguay).

DATOS ÚTILES. Información útil para disfrutar de Costa Crucero.

Este crucero temático arrancó con dos viajes en diciembre, y en febrero habrá una nueva salida. Si bien está destinado a personas de 18 a 30 años, no significa que el resto esté excluido. También hay planes para niños y mayores, y espacios para todo tipo de requerimientos.

Las posibilidades de disfrutar de unas vacaciones de ocho noches a bordo del Costa Fascinosa abarcan una cantidad impensada de actividades. Es que desde el desayuno (en el que, al igual que durante el almuerzo o la cena, cualquier pasajero puede elegir entre comer en el buffet o en un restaurante de lujo) empiezan a aparecer opciones para que el día sea largo y divertido.

Clases de baile, juegos interactivos, una pista polideportiva para disfrutar, cuatro piletas (incluida una para niños), cinco jacuzzi, un tobogán acuático, teatro, centro comercial y biblioteca son algunas de las alternativas en las que uno puede encontrar diversión sin costo extra. También se puede ir al cine 4D, al casino, a la sala de videojuegos o al spa, aunque para esos planes habrá que abonar diferentes tarifas.

Claro que todo lo que brinda el barco es recomendable durante el día siempre y cuando no se detenga en algunas de las paradas programadas. En esos puntos, las excursiones a realizar son variadas; todo depende de las ganas que uno tenga de conocer otros lugares o de, simplemente, hacer “vida de barco”.

Cómo es un día de navegación

Al no tener programado un desembarque, en el día de navegación uno puede despertarse más tarde y aprovechar la comodidad de la cama y el silencio del camarote. Tras el desayuno, dependiendo de las ganas, se puede ir a una pileta o jacuzzi, leer un libro al sol, realizar alguna actividad del día o jugar al ping pong, al metegol, al básquet, al golf, etc. Luego llega el turno del almuerzo. Si no se quieren respetar horarios, lo más simple es el buffet, donde cada uno elige qué comer entre las opciones disponibles: por lo general hay comida rápida y pastas más algunos platos con carne vacuna, pescado y verduras.

A la siesta, las piletas comienzan a llenarse. Si se busca diversión y música, se puede elegir entre alguna de las dos piletas centrales. La que está en la popa es más tranquila y además permite tener una visión panorámica del mar y del camino recorrido por el barco. ¿Y si llueve? La pileta del piso nueve, que a su lado dispone de una gran pista donde se realizan las fiestas temáticas, se puede cubrir gracias a un sistema vidriado.

Cuando comienza a oscurecer, es momento de alistarse. La noche puede iniciar en el teatro, continuar con una cena de lujo en el restaurante asignado a cada pasajero, seguir en alguno de los 14 bares que tiene el Costa Fascinosa y terminar en el boliche, que abre hasta las 5 de la mañana.

Cómo es un día en una ciudad o isla

Los días en los que el barco se detiene en alguna ciudad o isla, lo recomendable, claro, es bajar. No hace falta hacer una excursión, pero siempre es lindo conocer nuevos destinos y sobre todo aprovechar las playas que se visitan. Igual, abajo habrá posibilidades para contratar paseos más baratos que los que se ofrecen en el barco.

Respecto de la comida, no hace falta gastar demasiado en tierra. Un buen desayuno y un almuerzo a las 16 en el buffet del barco pueden evitar el tener que comprar algo extra. Al regresar, las opciones para continuar el día son las mismas que durante un día de navegación.

Así, el Crucero Joven les brinda a sus pasajeros la posibilidad de divertirse a bordo, descansar cuando lo deseen, conocer destinos y hacerse nuevos amigos para disfrutar de unas vacaciones de lujo.