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Barbados, en la tierra de Rihanna y el ron

La playa del Sugar Bay Barbados, en el centro de Bridgetown. Un paraíso para disfrutar de las aguas turquesas. (Guido Piotrkowski)
La playa del Sugar Bay Barbados, en el centro de Bridgetown. Un paraíso para disfrutar de las aguas turquesas. (Guido Piotrkowski)

Sinónimo de playas de ensueño e idilio tropical, también el único país que visitó George Washington fuera de Estados Unidos, años antes de ser presidente. Además, en la isla se encuentra la primera destilería de ron del Caribe y la casa natal de Rihana. 

Barbados es sinónimo de lo que el Caribe siempre tiene para ofrecer: playas de ensueño. Sin embargo, acá también suma la importancia que le dan al turismo y la buena energía de su gente.

Las vibras positivas parecen estar dotadas de cierta sobriedad inglesa, tal como se percibe en la puntualidad sajona, y un espíritu de servicio que probablemente abreve también en las raíces de la esclavitud. En cualquier caso, se nota una vocación auténtica por cuidar del turista, que es el bien más preciado desde que Barbados se abocó a la “industria sin chimeneas”, lo que supera en ingresos a las telecomunicaciones, la caña de azúcar y el algodón.

Os Barbudos

Adrián, el guía que me acompañará a sol y sombra durante mis días en ese país, pasa por el hotel a las siete en punto, la hora pactada para ir a cenar a Oistins, el barrio de pescadores. Emmerson va al volante y es quien siempre nos conducirá por esta isla de 431 kilómetros cuadrados (la mitad de la superficie de la ciudad de Nueva York) ubicada al norte de Venezuela y en la más oriental de una ristra de islitas, como Santa Lucía, Martinica o Guadalupe, que asoman al Atlántico.

Para descubrir: ocho cosas para hacer en Barbados más allá de las playas 

El trayecto resulta una buena excusa para una introducción a la historia de Barbados, que proclamó su independencia en 1966 pasando a formar parte del Commonwealth. Si bien tienen elecciones cada cuatro años, en las que se elige al primer ministro, aún mantienen la figura del gobernador general, quien representa a la monarquía británica. Su bandera tiene dos bandas verticales azules y una amarilla con un tridente en el medio que simboliza la independencia y la influencia marina.

El Parlamento es uno de los más antiguos de la comunidad británica. (Guido Piotrkowski)
El Parlamento es uno de los más antiguos de la comunidad británica. (Guido Piotrkowski)

Adrián lo interpreta así: “durante la colonia, Inglaterra tenía un gran poder marítimo, y Barbados era muy importante porque era la puerta este del Caribe, el primer lugar al que se llegaba desde Inglaterra, el primer país al que entraban los esclavos. Era un punto de transbordo donde pasaba información y riqueza”. Por eso, según el guía, los mejores esclavos -en su mayoría provenían de Ghana y Benín- quedaban acá, mientras que los problemáticos seguían hacia otras islas como Jamaica. Eso explicaría lo calmo que son respecto de sus vecinos.

Los portugueses fueron quienes se acercaron por primera vez en 1536, aunque desistieron de ocuparla porque creyeron que no había agua suficiente. Eso sí, le dejaron el nombre. El explorador luso Pedro Campos le puso Os Barbudos por la gran cantidad de higueras de las que cuelga un follaje a manera de largas barbas. Los colonos ingleses llegarían en 1627 y nunca más la soltarían. Hoy, su población de casi 300 mil habitantes está conformada en más de un 90 por ciento por negros.

La perla por descubrir: una propuesta con vuelos directos 

Oistins, cada viernes, es una fiesta. Hay una decena de puestos donde hacen pescado a la parrilla, y largas mesas repletas de gente donde se mezclan locales y visitantes. Flying fish, el pescado volador, es la especialidad, acompañado de una buen cerveza Banks. Hay un escenario donde suben músicos y bailarines amateurs, una feria de artesanías y una fiesta que se prolonga hasta altas horas de la madrugada.

En tierra de pescadores, barcos en la Marina de Bridgetown. (123RF)
En tierra de pescadores, barcos en la Marina de Bridgetown. (123RF)

Turquesa y dorada

Hacia el este rompen las olas atlánticas, tornando a esta porción en un sitio favorito de surfers, con la playa Bathsheba a la cabeza. Para llegar desde Bridgetown, la capital, hay que atravesar la isla de un extremo al otro por una ruta serena que discurre en esta planicie continua cuyo pico más alto llega a los 300 metros de altura.

Se toma un camino con pequeños pueblitos distribuidos en las once parroquias o provincias. A cada parroquia le supone una iglesia. En el trayecto se ven plantaciones de caña y boñato, la entrada a una antigua estancia azucarera y unos pocos grupos de la oveja nativa, una especie endémica que parece un chivo, tiene lana marrón y es carne que se exporta.

Bathsheba es una playa rocosa donde el mar tira, por eso nadie se baña. Pero las altas olas la convierten en sede de competencias internacionales de surf. Volviendo a Bridgetown, Accra y Carlisle son las playas más concurridas. El agua es turquesa, sobre todo en un día de mucho sol. Pero también puede ser dorada, como en ese atardecer donde los pibes chapotean, los grandes juegan pelota paleta y un hombre solitario hace jueguito en la orilla.

Rihanna y ron

Hay dos hitos casi desconocidos de los que Barbados puede jactarse, mas allá de sus playas celestiales y su hija pródiga, Rihanna, nacida y criada al calor de las calles de Bridgetown.

Uno es que aquí está la primera destilería de ron del mundo: Mount Gay, que queda a pocas cuadras de la casa de pop star. Cuando llegamos, nos recibe Tina, quien además de hacer de la visita un stand up, explica todo muy bien.

"Bienvenidos, los voy a guiar en esta experiencia intoxicadora pero informativa que comienza en 1703", ironiza Tina dentro de una sala-museo con paneles informativos y elementos históricos usados para la elaboración del ron. La visita es ágil y dura poco más de media hora. Hacia el final llega el momento más esperado: la degustación. Tina se toma su tiempo para explicar cada una de las cinco variedades del ron que estamos a punto de probar en el mismísimo sitio donde comenzó la historia que llevó a la caña de azúcar a la categoría de elixir mundial.

Mucha aventura: una semana en las Antillas 

El otro hecho poco conocido es que Barbados es el único país que visitó George Washington fuera de los Estados Unidos. Quien sería el primer presidente del país del norte, entre 1789 y 1797, llegó al país caribeño en 1752 cuando tenía 19 años y ninguna motivación política. Viajó acompañando a su hermano con tuberculosis porque se creía que el clima y las hierbas de la isla podrían curarlo, aunque moriría meses después en su hogar de Virginia.

El caserón colonial donde vivieron está emplazado en la zona de Garrison, que en aquellos tiempos era una zona rural y años después se convertiría en la fortaleza más importante de la isla. En 2011, su arquitectura fue fundamental para que la Unesco lo declarara Patrimonio Cultural.

Hoy es una pista de turf donde flamea la bandera de la nación barbuda. La casa está pintada de amarillo y tiene dos plantas donde se recrean las habitaciones de los hermanos Washington con una serie de objetos que no son los originales ya que, como dice el guía, no se guardaron porque en aquel tiempo nadie imaginaba que aquel joven se convertiría en presidente.

En Barbados a Washington le agarró una viruela que resultó casi mortífera y que, años después, durante la Guerra de Secesión, le serviría para estar inmunizado.

De algún modo, la tierra del ron determinó los sucesos que en los últimos 200 años signaron la historia de la humanidad.

Una isla, muchos eventos

En julio es el carnaval. El Crop Over, que en la versión local es en realidad el festival del fin de la cosecha de la caña, tiene su punto cumbre el día del Gran Kadooment, desfile por las calles de Bridgetown. Antes, son seis semanas a pura fiesta, llenas de eventos sociales y festividades alusivos a la gran celebración de Barbados. Rihanna suele viajar a la isla para salir de rumba durante el festival.

El Oistins Fish Festival es un evento en el distrito de los pescadores que realza la cultura de la pesca, con toneladas de pescado para degustar todos los años durante la semana de Pascua (oistinsfestival.org).

El Hole Town Festival es una celebración tradicional callejera de música y danzas folklóricas que se celebra en febrero (holetownfestivalbarbados.org).

Hay tres festivales internacionales de música. Los amantes del jazz cuentan con el Barbados Jazz Excursion en octubre. A quienes les interese la música caribeña, el Naniki Barbados Music Festival es en enero. Los seguidores de la música negra en las iglesias tienen su Gospelfest en mayo, y para los cultores de un ritmo infaltable en el Caribe no puede faltar en estas tierras el Barbados Reggae.

(Guido Piotrkowski)
(Guido Piotrkowski)

Datos útiles

Cómo llegar. Copa vuela a Barbados vía Panamá. Desde Córdoba, vuelos directos una vez por semana. Las frecuencias Panam-á-Barbados son miércoles y sábado. 1.200 dólares, dependiendo fecha y disponibilidad. www.copaair.com.

Dónde hospedarse. Sugar Bay Barbados: www.sugarbaybarbados.com. Abidah Hotel: www.theabidahhotel.com.

Dónde comer. Cocktail kitchen: www.ckbarbados.com. The Cliff: www.thecliffbarbados.com. Water fronte Café: www.waterfrontcafe.com.bb. Champers: www.champersrestaurant.com.

Excursiones. Un paseo en catamarán es la gran alternativa a la hora de ver algunas de las playas más alejadas del centro, como Sandy Lane, donde está el hotel 5 diamantes en el que se casó Tiger Woods. El paseo incluye canilla libre de tragos y almuerzo con pescado y pollo sazonados con salsa de curries y cajún, condimento típico local. El highlight es nadar con tortugas marinas. Más info: www.tiamicatamarancruises.com. En las Cuevas de Harrison hay estalactitas, geoformas y vertientes de aguas naturales que fueron redescubiertas en los ‘70.

Más info. www.visitbarbados.org.

Las cuevas de Harrison, uno de los tesoros naturales de Barbados. (123RF)
Las cuevas de Harrison, uno de los tesoros naturales de Barbados. (123RF)