Trazos de un pueblo tranquilo

El pueblo de Los Reartes se organiza en torno al bulevar San Martín, traza original del camino de las tropas que vinculaba la capital provincial con Río Cuarto, y por allí transitaron las milicias del Ejército.

Entre la histórica capilla Inmaculada Concepción, que data de 1738, y la pulpería Don Segundo Sombra de 1930, numerosas casonas antiguas dibujan el rostro del pueblo que construyó sus sólidas bases en una secular historia.

Pero además de lo visible, en Los Reartes hay un patrimonio intangible, construido a lo largo del tiempo en rituales costumbristas y otros nacidos de la devoción religiosa de los habitantes estables de la región. Añejados con el paso de los años hoy conforman su idiosincrasia.

El encuentro diario en la pulpería, el primer comercio de la zona que sigue funcionando como almacén, es punto de convocatoria regional. Allí, se comentan los sucesos extraordinarios y también, los rutinarios que forman parte de ese auténtico entretejido social criollo-serrano. La pulpería cumple funciones de club popular donde se abordan temas desde el tiempo a la política, previo paso por las pasiones deportivas.

Poco más allá, la capilla convoca con el repicar de sus campanas, para rogar, agradecer, despedir o celebrar.

De esta manera transcurre la mansa existencia de un pueblo auténtico, una de las caracte-rísticas que más atrae a los

visitantes que llegan de diversos puntos del país.