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Los Chorrillos: cascada y algo más

La cascada Los Chorrillos es un escenario ideal para cambiar la ciudad por las sierras, sacar fotos y disfrutar del río y sus ollas. (Danilo Vigilante)
La cascada Los Chorrillos es un escenario ideal para cambiar la ciudad por las sierras, sacar fotos y disfrutar del río y sus ollas. (Danilo Vigilante)

Famosa por su circuito de senderismo, la cascada Los Chorrillos se encuentra en uno de los entornos más bellos de la provincia.

A sólo una hora de la ciudad de Córdoba se encuentra uno de esos paisajes serranos que han hecho famosa a la geografía local en el mundo entero. Se trata de la Reserva Natural Privada Los Chorrillos, que incluye la cascada del mismo nombre y es un rincón especial del Valle de Punilla. En total son unas 700 hectáreas "dedicadas exclusivamente a la conservación de la naturaleza y el uso turístico y recreativo sustentable".

A sólo 15 minutos de Carlos Paz, la reserva se encuentra en las inmediaciones de Tanti, adonde se llega a través de las rutas 38 y 28. La web del lugar recomienda preguntar indicaciones en la oficina de Turismo municipal que se encuentra en el ingreso al pueblo. 1.700 metros después de este puesto hay que tomar un desvío a la izquierda (a la altura del cuartel de Bomberos) y continuar cuatro kilómetros por el camino a Flor Serrana.

Caminando hacia la cascada

Uno de los atractivos de la reserva es su circuito de caminata hasta el sector de la cascada, la quinta posta del recorrido. Son en total 14 kilómetros (siete de ida y siete de vuelta) de complejidad baja/media a través de senderos habilitados, entre bosques nativos y pinares. Son dos horas y media de trayecto, aunque el regreso es más liviano por las condiciones propias del terreno.

Durante la temporada de verano la reserva funciona de 8 a 18 y el ingreso está habilitado hasta las 13 para disfrutar del lugar y realizar la caminata o actividades con luz solar. En la cascada, en tanto, se puede permanecer hasta las 15.30. Es fundamental aprovechar las horas luz porque el ingreso tiene un costo de $ 300 por persona (menores de 12 años pagan $ 220).

La postal de la cascada es imponente. Sus 115 metros de caída la convierten en uno de los saltos de agua de mayor envergadura a nivel provincial y en un escenario ideal para cambiar la ciudad por las sierras, sacar fotos y disfrutar del río y las ollas. La altura del paredón de piedra sobre el que cae el agua aporta, además, un atributo fundamental: la sombra.

Por precaución, la administración de la reserva recuerda que el sector de la cascada no es un balneario o una playa pública, con lo cual la permanencia en el lugar queda a criterio de los turistas.

"El uso del arroyo, las ollas naturales y la cascada para baños recreativos es de exclusiva responsabilidad del visitante. La empresa no asume responsabilidad alguna", dice el sitio oficial de la reserva. A su vez, se enlistan una serie de recomendaciones para disfrutar del lugar:

–Mantenerse siempre en senderos habilitados.

–Llevar calzado deportivo, agua, algo para comer, protector solar, sombrero y abrigo.

–Dejar plantas, piedras y animales tal cual se encuentran. Permitir a otros que disfruten también de la naturaleza.

–Mantener las tranqueras cerradas.

–Respetar y seguir las indicaciones de guardaparques y personal de la reserva.

No intentar hacer fuego ni acampar. Ambas actividades están absolutamente prohibidas.

–Utilizar los sanitarios ubicados en la zona de ingreso a la reserva. En caso de urgencia, realizar sus necesidades alejados de arroyos, vertientes y senderos.

–No dejar ningún tipo de residuo al interior de la reserva.

–En caso de optar por la actividad de senderismo autoguiado, recordar iniciar su marcha de regreso antes de las 15.30 para llegar con luz natural y antes del cierre de la reserva.