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De Merlo a Unquillo en bicicleta y por el medio de las sierras

Pedro Strelin es guía de montaña y deportista de aventura. (Pedro Strelin)
Pedro Strelin es guía de montaña y deportista de aventura. (Pedro Strelin)

Ese fue el trayecto realizado por Pedro Strelin y Gabriel Zeni, ciclistas de montaña experimentados que se propusieron un nuevo desafío: no usar rutas convencionales.

No es novedad que el guía de montaña y deportista de aventura Pedro Strelin pasa gran parte de su tiempo pensando en el próximo viaje que hará a bordo de su bicicleta o en algún otro tipo de transporte alternativo. Para él, viajar y encontrar nuevos desafíos en la ruta es parte de su naturaleza.

Con 50 años, acaba de realizar una travesía de cinco días junto con su compañero Gabriel Zeni, de 42. Juntos pedalearon desde Merlo, su hogar en la provincia de San Luis, hasta Unquillo, lugar donde Strelin vivió durante su niñez y adolescencia y habitual destino de sus viajes en dos ruedas. Lo hicieron por un camino sin rastros de asfalto y poco frecuente, que incluso llamó la atención de otros aventureros que se cruzaron en el trayecto.

“Trato de hacer estas cosas de una manera un poco diferente a lo cotidiano para dejar de ser una maquinita por un rato y salir del molde”, comenta Strelin. Y sin embargo, el guía todavía piensa en el viaje trunco que posibilitó esta nueva aventura. Para él seguirá siendo una cuenta pendiente hasta poder concretarlo.

En efecto, Strelin estaba planificando el cruce de los Andes, “el más alto a nivel internacional”, junto con su hijo. “Queríamos hacer el cruce de Aguas Negras, en San Juan, pero con todo lo que está sucediendo en Chile decidimos suspenderlo. Está bueno porque queda ahí flotando en la mente y en algún momento se va a dar”, explica.

Frente al plan postergado, una alternativa surgida desde la misma inquietud original tomó forma rápidamente antes de que la temporada de verano signifique dedicación full time a su trabajo como guía de turismo aventura. “Tenía una semana libre y se me ocurrió intentar ir desde la Villa de Merlo hasta Unquillo no usando el camino convencional sino usando caminos de montaña, huellas, senderos y lo que haga falta para llegar de una manera diferente a destino. Así suele ser la génesis de todos los viajes: una idea que surge en mi imaginación y con el paso de los días se va viendo la posibilidad de llevarlo a la realidad”, comenta Strelin, que realiza este tipo de recorridos desde hace 35 años.

Sobre esta travesía en particular, el ciclista hace hincapié en el patrimonio natural de la región serrana: “Es impresionante la diversidad de paisajes que uno va viendo a lo largo del trayecto. Teniendo en cuenta que se empieza subiendo a la cumbre de la sierra, y de ahí hacia el norte siempre manteniendo la altura, cruzás los ríos más caudalosos de Córdoba, el río Grande y el río El Durazno”.

“Después llegás a la zona del Champaquí, donde se encuentran todos los refugios de montaña, donde está el famoso puesto de ‘La Nena’ Domínguez, que justo cumplía cien años cuando llegamos nosotros. Una vez que pasas eso entrás a la increíble Pampa de Achala, que es la altiplanicie de mayor superficie de las Sierras Grandes”, detalla. “Después descendés por el antiguo camino de las Altas Cumbres hasta Copina, donde abandonás las Sierras Grandes, pasás a las Sierras Chicas y atravesás el cerro Pan de Azúcar”, puntualiza.

“En un momento, cuando nos deslumbraba la panorámica, mi compañero decía: ‘Qué Canadá, ni Estados Unidos ni nada’. No hace falta irse lejos para encontrar lugares realmente majestuosos por su dimensión, por su belleza, por su verde, por sus bosques, por sus ríos. Parece que estás adentro de una película y sin embargo estás a 100 kilómetros en línea recta de tu casa”, define.

Itinerario completo

Día 1: “Salimos desde Villa de Merlo por el camino al filo hasta el límite provincial, a 2.200 msnm. Desde allí por camino de tierra hasta paraje Lutti. Desde Lutti al norte por huella para moto o bici, pasamos por Pinar del Río y terminamos el día en el pequeño pueblo llamado El Durazno”.

Día 2: “Salimos desde El Durazno, pasamos por Yacanto de Calamuchita y tomamos el camino de tierra en dirección al cerro Lindero. Pasamos la noche en el puesto Tres Árboles, a 2.350 msnm”.

Día 3: “Rumbeamos al norte por senderos pasando por los puestos ubicados al pie del cerro Champaquí. Seguimos por horas hasta proximidades de la escuela albergue Ceferino Namuncurá, donde pasamos la noche”.

Día 4: “Nuestro viaje siguió hacia el norte hasta alcanzar el camino de Altas Cumbres. Desde allí bajamos por el viejo camino pasando por Copina. Seguimos descendiendo hasta Icho Cruz, allí tomamos el camino de tierra a Cabalango y llegamos a Tanti, donde pasamos la noche”.

Día 5: “Tomamos el camino de tierra desde Tanti hasta Cosquín. Desde Cosquín cruzamos el camino del Pan de Azúcar hasta Unquillo, donde terminamos el viaje”.