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Perfil de Termas de Río Hondo, una ciudad que crece

Cestería, con técnicas heredadas a lo largo de los años.
Cestería, con técnicas heredadas a lo largo de los años.

De manera cíclica, el río Dulce tiene bajantes en su nivel. En una de esas ocasiones en la década de 1990, Sebastián Sabater comerciante hondeño, recorría las márgenes desnudas de caudal que dejaban al descubierto fragmentos de yacimientos de cerámica. Los comenzó a recoger y coleccionar. 

De manera cíclica, el río Dulce tiene bajantes en su nivel. En una de esas ocasiones en la década de 1990, Sebastián Sabater comerciante hondeño, recorría las márgenes desnudas de caudal que dejaban al descubierto fragmentos de yacimientos de cerámica. Los comenzó a recoger y coleccionar.

Al poco tiempo en un fortuito encuentro con museólogas del Chaco y Catamarca les mostró los restos que guardaba en una caja de zapatillas deportivas.

Palabras más, palabras menos, las especialistas manifestaron que en esas escasas piezas contenía un tesoro del testimonio histórico de pueblos originarios.

Cestería, con técnicas heredadas a lo largo de los años.
Cestería, con técnicas heredadas a lo largo de los años.

Sebastián persistió en la búsqueda y al poco tiempo ya contaba con puntas de flechas, morteros y hasta una ocarina (instrumento de viento de tres tonos), y lo que se inició como un interés de fin de semana, se convirtió en pasión.

Alentado y apoyado por algunos amigos comenzó a gestar un museo en la ciudad de Termas de Río Hondo. El 25 de noviembre de 1988 abrió las puertas el Museo Paleoantropológico Rincón de Atacama, en el Centro de Comercio, Industrias y afines. En 1995 y a instancias de la misma entidad se inauguró el edificio en el cual funciona en la actualidad.

“Al comenzar sólo había unas vitrinas con algunos fragmentos y hoy ya no nos alcanzan los sitios para exponer las colecciones”, cuenta Sebastián.

Uno de los rasgos significativos es que la mayoría de los elementos fueron encontrados en la ciudad, aunque también hay otras colecciones que fueron cedidas desde otras provincias.

En vías de lograr un nuevo edificio que sea accesible a gente de la tercera edad y discapacitados (hoy ocupa una planta alta que se sortea a través de escaleras), el recinto cuenta con restos de mastodontes, un gliptodonte completo y restos de otros animales prehistóricos.

El Museo Paleoantropológico Rincón de Atacama es un buen comienzo para conocer los pueblos originarios de la región.
El Museo Paleoantropológico Rincón de Atacama es un buen comienzo para conocer los pueblos originarios de la región.

La colección se completa con vasos y platos de cerámica negra, piezas funerarias de 1.550 años de antigüedad y muestras entomológicas de mariposas, otros insectos y paleobotánica.

Desde 2004 el museo es municipal y tiene como compromiso el rescate, estudio, protección y difusión del valioso patrimonio natural y cultural del Departamento Río Hondo.

Desde aquel lejano día en que Sabater encontró los primeros restos de vasijas, su vida cambió para siempre. Capacitaciones y conferencias, un estrecho contacto con científicos de la Universidad de Tucumán y de La Plata, decidieron su futuro. Hoy es el entusiasta director del Museo Municipal Rincón de Atacama.

Dónde: Caseros 268. Horarios: de lunes a viernes de 7 a 13 y de 14 a 20; sábados de 12 a 20 y domingos de 12 a 21.

Informes: teléfono (03858) 42-1969.

E-mail: entur-riohondo@argentina.com

Tara Inti

A tres kilómetros del centro de Termas de Río Hondo recibe la Reserva Recreativa Natural Tara Inti (Isla del Sol, en quichua), un ambiente que propone recuperar la armonía con la naturaleza.

Se trata de una isla del río Dulce que emerge aguas abajo del dique Frontal. Son 24 hectáreas que acogen diversidad de flora y fauna, restos paleontológicos y una laguna alimentada por surgentes naturales de aguas termales.

Se ingresa siempre con un guía y a través de un puente colgante de 205 metros de largo. La isla se recorre por caminerías de quebracho colorado que se extienden a lo largo de 1.200 metros.

Cabritos a la llama, una tradición
Cabritos a la llama, una tradición

El área protegida es representativa de los humedades del Parque Chaqueño Seco con especies de bosque nativo (tusca, algarrobo, quebracho colorado, palo borracho, mistol, lecherón, chañar, vinal, tala, sauce criollo y varios más) que sirve de refugio a una rica avifauna integrada por pato maicero, garza mora y blanca; cuervillo cara pelada y de la cañada, biguás, zorzal criollo, sietecolores, benteveos y fauna con mamíferos, anfibios y reptiles.

Cuatro miradores permiten observar el otro lado del río y el dique Frontal.

Tara Inti está dotada de aleccionadora cartelería informativa y mantiene una escrupulosa limpieza. No se cobra ingreso y la visita abarca cerca de 40 minutos, con grupos de visitantes que se organizan de a 30 personas.

Horarios: todos los días de 9 a 12 y de 14 a 17 en invierno.

El cuidado dentro de la reserva está a cargo de los Guardafaunas de la Dirección de Bosques y Fauna de la Provincia.

Caribe de chacareras

Cuando Termas de Río Hondo estrenaba el rango de ciudad y sólo algunos alojamientos sin grandes pretensiones se dibujaban en su horizonte, se creó el Hotel Los Pinos, hoy con una trayectoria de 67 años.

De estilo colonial el establecimiento en los últimos años expandió sus instalaciones y en la actualidad suma un ala moderna.

Al ingresar y observar tras los muros vidriados la ondulante piscina, bordeada por palmeras, las coloridas sombrillas y reposeras, la imagen remite a hoteles caribeños. El bar adyacente atiende los pedidos de trago y entremeses de los distendidos huéspedes, que hacen uso del all inclusive, mientras la música le pone onda al lugar.

Tara Inti invita a desandar las 24 hectáreas de biodiversidad de la reserva a través de caminerías.
Tara Inti invita a desandar las 24 hectáreas de biodiversidad de la reserva a través de caminerías.

Un moderno spa permite disfrutar de innovadora tecnología combinada con tradicionales masajes, sauna, gimnasio y clases de yoga en agradables espacios.

En el Hotel Los Pinos hace años se derribó el mito de que el termalismo es sólo cuestión de tercera edad y lo sostiene con una clientela de familias con hijos pequeños y adolescentes, y abuelos con sus nietos.

Todas las noches los espectáculos son la excusa necesaria para estirar la hora de ir a descansar. Total, a la mañana el buen vivir, vuelve a empezar.