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Una vuelta por Toulouse: la villa color rosa

(Fotografías: Graciela Cutuli)
(Fotografías: Graciela Cutuli)

Es famosa por el buen vivir del sur francés, sus mansiones del Renacimiento construidas en ladrillo rosado y el certamen poético más antiguo del mundo, nacido con los trovadores. ¿Todo es antiguo? Nada de eso: aquí nace también la tecnología de punta aeroespacial.

En Francia, le dirán que Toulouse es conocida mundialmente como la “Ciudad rosa”. El Hotel Assezat es uno de los numerosos edificios de ladrillo rosa del centro histórico de esta ciudad del sur del país. El color predomina desde que los capitouls (los integrantes del gobierno municipal) prohibieron el uso de madera en la construcción, hacia el siglo XVI. Ese matiz de la arcilla local se refleja en las fachadas y en las tejas combinado con el azul pastel de los marcos de las ventanas.

La esquina del Grand Balcon, donde Saint-Exupéry era habitué.
La esquina del Grand Balcon, donde Saint-Exupéry era habitué.

Sin embargo, el pastel azul hizo su fortuna y, en poco tiempo, transformó a Toulouse, a principios del siglo XVI. Se trata de una tintura azulada, obtenida de una planta y usada para dar color a las telas. Luego de las Cruzadas contra los albigenses, que integraron el Languedoc y la Provenza al reino de Francia, la ciudad de los capitouls había entrado en decadencia, pero fue el comercio del pastel lo que restableció su fortuna en pocas generaciones. Hoy, existe todavía un negocito dedicado exclusivamente a vender souvenirs azul pastel, y talleres que enseñan la técnica del teñido tradicional.

Hacia el futuro

A lo largo del día, el sol hace cambiar de intensidad el tono dominante. Lo apreciará sobre todo en la fachada del Capitolio, que ocupa todo un lado de la plaza central y exhibe las tres banderas que conviven en la ciudad: la francesa, la europea y la omnipresente cruz dorada sobre fondo rojo que simboliza a Occitania. Sin embargo, Toulouse -que custodia su pasado en las antiguas iglesias y la catedral- apostó con fuerza al futuro.

Detalle de la fachada del edificio municipal, conocido como el Capitolio.  (Fotografías: Graciela Cutuli)
Detalle de la fachada del edificio municipal, conocido como el Capitolio. (Fotografías: Graciela Cutuli)

Tal vez usted mismo haya llegado a Francia a bordo de su producto estrella: porque la ciudad es sede operativa del grupo Airbus, alrededor del cual gravitan muchas empresas y laboratorios de tecnologías de punta. No es nuevo: ya en tiempos de los pioneros de la aviación, Toulouse era la sede de la Aéropostale, que unía Francia con Buenos Aires por el aire y tuvo entre sus pilotos al autor del Principito, Antoine de Saint-Exupéry.

Y para el final, el lugar que todo argentino quiere y debe conocer: una casa particular, que no se puede visitar por dentro pero igual mueve a la emoción. Porque en la Rue Canon d’Arcole 4 nació Carlos Gardel. Una discreta placa recuerda al futuro “Morocho del Abasto”, esperando que se concrete un día el proyecto de museo que pasa desde hace tiempo bajo los puentes del Garona.

Poetas desde hace 700 años

La Acadèmia dels Jòcs Florals (Academia de los Juegos Florales) sigue existiendo y es la más antigua del mundo en su género: cada año, premia a poetas que escriben en francés y en occitan, la vieja langue d’oc, que fue el idioma de los trovadores y de personajes históricos como Ricardo Corazón de León quien, a pesar de ser rey de Inglaterra, hablaba tanto el idioma de su corte, el francés, como el de sus súbditos, el anglosajón.

Museo de Arte Contemporáneo. (Fotografías: Graciela Cutuli)
Museo de Arte Contemporáneo. (Fotografías: Graciela Cutuli)

La Academia tiene sede en el Hotel Assezat, un magnífico palacete del Renacimiento donde también funciona la Fundación Bemberg, un museo privado construido sobre la impactante colección personal de un argentino: Jorge Bemberg, descendiente del “Rey de la cerveza”.

Historia en el Capitolio

El edificio municipal marca el corazón histórico de Toulouse. En el Salón de los Ilustres y las demás salas del primer piso del Capitolio verá otra clase de historia ilustrada: la llegada de los cruzados, la del papa Urbano II, Jean Jaurès paseando en medio de personalidades regionales.

Los bustos esculpidos de personajes del pasado forman otro capítulo: los reyes visigodos, los condes Raymond (dinastía que reinó sobre el Languedoc y la Provenza durante muchas generaciones) e intelectuales como el matemático Pierre de Fermat.

Campanarios de Toulouse

Las iglesias son numerosas, pero si elige sólo una, que sea Saint-Sernin (foto). Esta basílica fue construida en el siglo XI para proteger las reliquias de San Saturnino, el primer obispo local (vivió a principios del siglo III).

(Fotografías: Graciela Cutuli)
(Fotografías: Graciela Cutuli)

El lugar fue un importante centro de peregrinación en la Edad Media. Su enorme estructura es la mayor construcción románica llegada a nuestra época. Además de su llamativa arquitectura, se pueden ver en la cripta algunos sarcófagos paleocristianos de piedra tallada y frescos que sobrevivieron al paso del tiempo.

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La pieza de Saint-Exupéry

En los años ’30, Saint-Exupéry era habitué de las calles de Toulouse, entre dos vuelos a América del Sur. Ocupaba siempre la misma habitación en el Hotel del Grand Balcon, en una esquina de la Plaza del Capitole, como los demás pilotos de la Aéropostale. Esta pieza se conservó, con el mobiliario de la época, y se visita (siempre y cuando no haya sido reservada por algún admirador).

(Fotografías: Graciela Cutuli)
(Fotografías: Graciela Cutuli)

Del Atlántico al Mediterráneo

Además del Garona, el Canal del Midi atraviesa Toulouse. Este canal permite a los barcos navegar del Atlántico al Mediterráneo. Fue la mayor obra del siglo XVII en Europa. Empieza como prolongación de otro canal que corre a la par del Garona y mide 240 kilómetros. Se lo puede recorrer a bordo de barcos acondicionados como departamentos flotantes.

(Fotografías: Graciela Cutuli)
(Fotografías: Graciela Cutuli)

Vida tanguera

Toulouse es ideal para recordar a Carlos Gardel. La ciudad tiene una intensa vida tanguera, con milongas, clases de baile, conciertos y sobre todo el Festival Tangopostale, que se organiza cada año durante el mes de julio. En 2016, el evento tendrá lugar desde el 1° hasta el 10 de julio.

Fundación Bemberg

Este museo exhibe las obras de arte, muebles y objetos del coleccionista argentino Jorge Bemberg. Se destaca, sobre todo, por una serie de 30 telas del postimpresionista Pierre Bonnard. La Fundación exhibe, además, obras del Canaletto, Veronese, Monet, Toulouse-Lautrec, Degas, Gauguin, Matisse, Picasso y otros grandes maestros de los siglos pasados.

Aviones

Toulouse tiene varios parques de atracciones, pero ninguno tan llamativo como la Cité de l’Espace, el equivalente europeo al Centro Kennedy de Florida. Allí verá un cohete Ariane y la estación espacial Mir. En Toulouse visite el complejo de Airbus: hay tres modalidades y una permite una vista panorámica del sitio de ensamblaje de los aviones.

Datos útiles

CÓMO LLEGAR: en avión, hay 25 conexiones por día con París (vuelos low-cost desde 30 euros). En tren, el viaje es más largo (mínimo, cinco horas y media) y más caro (a partir de 100 euros).

PASEOS: las familias que quieran iniciar a sus hijos en la tecnología, la Cité de l'Espace es ideal (a partir de 21 euros) y también Let's Visit Airbus (entradas de 15 a 23 euros, según el recorrido elegido). Otros lugares interesantes: Fundación Bemberg (entrada, ocho euros); el Museo de Arte Moderno Les Abattoirs (siete euros; funciona en los antiguos mataderos) y la Ruta de los Herejes Cátaros. De noche, la movida tolosana es famosa.

GASTRONOMÍA: sugerimos almorzar o cenar en una de las péniches-restaurants, barcazas arrimadas a muelles del Garona o el Canal del Midi. Menú regional alrededor de 18 euros.

ALOJAMIENTO: si quiere pasar una noche especial, reserve la suite de Saint-Exupéry en el Grand Balcon (150 euros en base doble).

MÁS DATOS: www.toulouse.fr/

*Especial