buscar

Madrid con sus terrazas y azoteas

En la plaza Canalejas se concentra un grupo de siete edificios de gran valor histórico, como la Casa de Allende de 1920. (Gentileza: Mario Cherrutti)
En la plaza Canalejas se concentra un grupo de siete edificios de gran valor histórico, como la Casa de Allende de 1920. (Gentileza: Mario Cherrutti)

La capital española suma a sus atractivos bares en las terrazas, que dan una nueva perspectiva de la ciudad que nunca duerme.

Madrid es una ciudad vibrante, de actividad incesante y propuestas de todo tipo: museos, mercados, edificios emblemáticos, parques, una gastronomía con identidad propia y agitada vida nocturna.

Los tiempos difíciles de la pandemia que exigían ventilación, sumaron un atractivo más: los bares en las azoteas de la capital española son casi infinitos. Hoteles, edificios históricos y teatros compiten con ofertas que van desde DJs a piscinas iluminadas, menús mexicanos a japoneses y tragos de autor.

En una de las avenidas principales, la Gran Vía, la “Broadway madrileña”, una fila de jóvenes espera en la vereda para acceder al ascensor que los lleve al Picalagartos, el sky bar del hotel NH Gran Vía, uno de los más requeridos y para el que es imprescindible reservar.

Desde el Picalagartos, el skybar del hotel NH Gran Vía, se aprecia la actividad frenética de la “Broadway madrileña” con varios teatros, grandes tiendas y un casino. (Gentileza: Mario Cherrutti)
Desde el Picalagartos, el skybar del hotel NH Gran Vía, se aprecia la actividad frenética de la “Broadway madrileña” con varios teatros, grandes tiendas y un casino. (Gentileza: Mario Cherrutti)

Desde allí se ven los negocios iluminados, la multitud que va y viene por la Gran Vía y el cartel luminoso del tío Pepe, en la Puerta del Sol, donde cada 31 de diciembre, los madrileños comen una uva por cada campanada cuando dan las 12.

Menos bullicioso, en una calle cortada, el teatro Albéniz es el preferido por la comunidad LGTB y los amantes del teatro que van por un trago de autor y la comida japonesa. La Terraza del Urban es la propuesta más sofisticada y elegante, con una escalera recubierta en venecitas de oro y bocados como el mini hot dog de pulpo con kimchi o las gyozas de langostino, acorde con el estilo del dueño de esta cadena de hoteles, los Derby, Jordi Clos, uno de los coleccionistas de arte más importantes de España.

Nota Alta es el skybar del teatro Albéniz desde donde se ve el famoso cartel de Tío Pepe, en la Puerta del Sol, donde se lleva a cabo la ceremonia de las uvas cada Fin de Año. (Gentileza: Mario Cherrutti)
Nota Alta es el skybar del teatro Albéniz desde donde se ve el famoso cartel de Tío Pepe, en la Puerta del Sol, donde se lleva a cabo la ceremonia de las uvas cada Fin de Año. (Gentileza: Mario Cherrutti)

Y si desde las terrazas se adivinan las arterias y plazas de la ciudad, desde tierra llama la atención la gran cantidad de esculturas en la que terminan muchos edificios, sobre todo en la calle de Alcalá. Allí están el Metrópolis en la intersección con Gran Vía, que culmina en una gran cúpula de pizarra adornada con 30 mil panes de oro de 24 kilates y una gran Victoria Alada. En frente está el Círculo de Bellas Artes, que también tiene su bar de azotea, y deslumbra con una enorme estatua en bronce de la diosa griega Minerva. Esta calle supo ser sede de numerosos bancos a principios de siglo 20, como el Banco Español de Crédito, también llamado Palacio de la Equitativa, un edificio anguloso emplazado entre las diagonales que forman las calles de Alcalá y Sevilla. Es de 1890 y llama la atención la terminación en un torreón de cobre que brilla rojizo y un reloj que dejó de funcionar sólo una vez en 130 años. Hoy es el hotel Four Seasons. Frente a él, la fachada curva supo ser el banco Bilbao Vizcaya que compite con dos colosales esculturas de cuatro caballos cada una, La Cuadriga, similar a la de las Puertas de Brandenburgo, de Berlín. La galería Canalejas, contigua al Palacio de la Equitativa, es parte de un conjunto de siete edificios históricos y de gran valor arquitectónico, que hoy alberga un shopping de lujo.

En este edificio modernista, entre la calle Príncipe y de la Cruz, en plaza Canalejas, se encuentra el café del Príncipe. (Gentileza: Mario Cherrutti)
En este edificio modernista, entre la calle Príncipe y de la Cruz, en plaza Canalejas, se encuentra el café del Príncipe. (Gentileza: Mario Cherrutti)

La calle de Alcalá une dos puertas, que no son puertas, la Puerta del Sol que es una explanada, y la Puerta de Alcalá, que es un gran arco. En su cruce con el Paseo de los Recoletos, nos encontramos con un edificio del modernismo madrileño, más austero que el catalán de Gaudí, pero igualmente cargado de adornos y ornamentos: el Palacio de Cibeles, un conjunto de dos edificios de fachada blanca de 30 mil metros cuadrados, inaugurado en 1909, donde hoy funciona el Ayuntamiento. Frente a él, en la intersección de estas dos avenidas, está la bella fuente de Cibeles, esculpida en 1782. De noche, fuente y edificio iluminados, son dignos de verse.

Kilómetro cero

Día y noche, la Puerta del Sol es el punto de encuentro para madrileños y visitantes. Once calles desembocan en esta enorme explanada de cemento, de 205 metros por 70 metros, rodeada de 14 edificios. Fue uno de los accesos a la ciudad desde el siglo 15 y en 1950 se ubicó aquí el kilómetro cero de España para todas rutas del país. El edificio más antiguo es la Real Casa de Correos con su reloj de torre del siglo 19, y frente a él está el símbolo de la ciudad, la estatua del Oso y el Madroño, donde se forman colas para la selfie. El madroño, un arbusto con un fruto rojo muy dulce que les encanta a los osos, es originario de la región y está en el escudo de armas de la ciudad desde el siglo 13.

Nadie diría que esa semi cúpula de vidrio en el centro de la Puerta del Sol es la estación de subte Sol. Inaugurada en 2009 es también un intercambiador de transportes con los trenes suburbanos y, por sus dimensiones, la más grande del mundo.

A tres cuadras está la otra gran plaza de Madrid, la plaza Mayor, encerrada por edificios de tres pisos y 10 accesos, seis de ellos a través de grandes arcos, el más conocido es el Arco de Cuchilleros, en la esquina de la calle Escalerilla de Piedra. En el siglo 16 era el mercado ya que aquí confluían los caminos de las afueras de la villa medieval, las actuales calles de Atocha y Toledo. Hoy es el lugar para probar las primeras tapas y escuchar grupos de guitarreros vestidos con trajes típicos, y negocios que venden castañuelas, abanicos y otros suvenires. Desde 1860 se celebra cada diciembre el tradicional mercado navideño y todos los domingos, por la mañana, funciona un mercado de filatelia y numismática.

A una cuadra está el Mercado de San Miguel, el templo de la gastronomía española, de visita imprescindible. Donde en siglos pasados funcionó un mercado abierto, se levantó en 1916 un elegante edificio de hierro y vidrio. Más de ocho millones de visitantes al año recorren sus 20 puestos para degustar el mejor jamón ibérico, mariscos que llegan diariamente de Galicia, quesos de Castilla, Asturias y del País Vasco, que se sirven en tapas y raciones. Es el lugar para entender la esencia del tapeo: circular de un puesto a otro y comer un bocado en cada uno. Para beber, los madrileños prefieren la sangría de vino tinto.

De mano del Mercado San Miguel se encuentra El Rastro, mercado callejero que nació en 1740 vendiendo objetos de segunda mano. Hoy se puede encontrar de todo, nuevo y usado. (Gentileza: Mario Cherrutti)
De mano del Mercado San Miguel se encuentra El Rastro, mercado callejero que nació en 1740 vendiendo objetos de segunda mano. Hoy se puede encontrar de todo, nuevo y usado. (Gentileza: Mario Cherrutti)

Y para mitigar la culpa de entregarse a los placeres hedonistas, un baño de cultura en el Museo del Prado, que junto al Museo Reina Sofía y el Thyssen-Bornemisza, forman parte del Triángulo de Oro del Arte de Madrid, una de las mayores concentraciones de arte del mundo. El del Prado es el más grande y donde, entre otras obras maestras del arte español, están Las Meninas, de Velázquez; las Majas, vestida y desnuda, de Goya; El Jardín de las Delicias, de El Bosco, y varias pinturas de Sorolla. Entre las esculturas, quita el aliento la Isabel II velada, de mármol de Carrara, esculpida por el italiano Camillo Torregiani para congraciarse con la reina española.

Museo del Prado: abierto todos los días, reúne obras de arte de maestros españoles como Velázquez, Goya, El Bosco, Sorolla y otros. (Gentileza: Mario Cherrutti)
Museo del Prado: abierto todos los días, reúne obras de arte de maestros españoles como Velázquez, Goya, El Bosco, Sorolla y otros. (Gentileza: Mario Cherrutti)

Después de un madrileñísimo desayuno con chocolate espeso con churros hechos en el momento, como los que preparan en el NH Collection Colón, nos despedimos de Madrid sabiendo que volveremos.

De compras en El Rastro

Los domingos, en el barrio de Embajadores, 3.500 puestos se ubican en torno a la plaza de Cascorro y se extienden por las calles Ribera de Curtidores, la principal, y aledañas. A precios accesibles, se vende de todo: ropa, zapatos, accesorios, objetos de decoración, muebles, tapices, todo con opciones de nuevo y usado, artesanal o industrial.

Datos útiles

Cómo llegar. Level, la aerolínea low cost que permite personalizar el viaje sumando a la tarifa básica la elección de asiento, equipaje, menú, amenities e Internet, cuenta con nueve vuelos semanales a Madrid con escala en Barcelona, desde 1.600 dólares. Más info: www.flylevel.com. Tel. 011 5984-5995.

Dónde dormir. NH Collection Colón. C. del Marqués de Zurgena 4. Desde 219 dólares la habitación doble con desayuno. www.nh-hotels.com/en/hotel/nh-collection-madrid-colon. Urban GL. Opción de lujo con obras de arte en la habitación. Cra de S. Jerónimo 34. Desde 390 dólares la noche. www.hotelurban.com

Dónde comer. Mercado San Miguel: plaza de San Miguel; abierto de martes a domingo de 10 a medianoche; https://mercadodesanmiguel.es/. Picalagartos Sky Bar: hotel NH Gran Vía, Gran Vía 21 picalagartos.com. La Terraza del Urban: Carrera de San Jerónimo 34; www.hotelurban.com/es. Nota Alta Rooftop: teatro Albéniz, Calle de la Paz 11.

Qué visitar. Museo del Prado: calle de Ruiz de Alarcón 23; abierto todos los días de 10 a 19; entrada 15 euros, mayores de 65 pagan la mitad. Venta online en www.museodelprado.es

Te puede interesar: