Hakuna Matata: de Ushuaia a Alaska, sin preocupaciones van

Carolina Fenoy, mitad mendocina y mitad sanluiseña, nacida en 1993, y Santiago Bertaina, un santafesino de 32 años, viven sin pausa pero sin prisas sobre cuatro ruedas.

Sí, cuatro ruedas. En enero de 2020 decidieron vender todas sus cosas, renunciar a sus empleos, guardar los miedos detrás de las mochilas y emprender el sueño que muchas noches los mantuvo en vela: unir los dos polos por América.

Ambos son cordobeses por adopción. Es que los aires de las sierras y el humor fueron los culpables del flechazo. Más bien, los dulces cordobeses: Caro y Santi se conocieron en 2018, cuando trabajaban en la fábrica Arcor, ella en recursos humanos y él en programación de producción.

A finales del 2019 presentaron la renuncia a la empresa y comenzaron a darle forma a la aventura de sus vidas. Después de algunas pruebas piloto, perfeccionando el camper y puliendo detalles, el 6 de enero del 2020 abrieron el mapa y el libro de anécdotas, y nació Hakuna Matata.

La licenciada en administración y el ingeniero industrial usaron la frase “suajili” para bendecir a su Volkswagen Amarok. Articulada con un camper desmontable en su caja, tiene todo lo necesario para darle la vuelta al mundo, el gran anhelo de ambos.

Hakuna Matata significa “no hay problema”, y tal como Timón y Pumba (de El Rey León), adoptaron el lema como estilo de vida desde los primeros kilómetros. La pareja afirma que no se dan por vencidos fácilmente, y eso está a la vista. Son la perseverancia en persona, y la prueba de que a los sueños no hay nada que los frene, menos una pandemia.

El 18 de marzo de 2020, el inquieto dúo entraba a Bariloche. Ya estaba decidido: se quedarían un tiempo admirando el Nahuel Huapi hasta que se aclarara el escenario sanitario. Sobre la mesa no se barajaba volver, no había dónde, ya que en Córdoba habían vendido todo.

“Teníamos miedos, como muchos, ante lo desconocido. Justo cuando decidimos dejar todo y animarnos a hacer esto, ocurre esta situación. Sin embargo, siempre buscamos ver el vaso medio lleno, y la quietud de nueve meses nos sirvió muchísimo”, cuenta Carolina sobre su estadía en Bariloche.

Se definen como dos cabezas duras, amantes de la adrenalina y los desafíos, y sí que los tuvieron en los más de 16 meses que ya llevan viajando. Reconocen que la cuarentena en la tierra del chocolate les sirvió para bajar varios cambios. Ante la necesidad y el deseo de seguir en el camino, tuvieron que reinventarse, y la economía no fue ajena al dilema.

En el complejo de bungalows que los recibió, realizaron tareas de todo tipo, intercambiándolas con los dueños por hospedaje y en gratitud por tanta ayuda. También empezaron a ser sponsoreados por varias marcas, y a publicitar empresas en sus redes sociales con más de 36.000 seguidores. En aquellos días, pudieron crear el sitio web del proyecto, medio por el que venden su merchandising, de lo cual una parte de la ganancia es donada a comedores que conocen en el camino.

Por otro lado, lanzaron el canal de YouTube, hoy en día su principal fuente de ingresos. Todos los jueves y domingos, nuevos videos salen a la luz con lugares alucinantes de Argentina, consejos prácticos sobre la vida nómade y anécdotas que suceden día a día sobre un motorhome en ruta.

Han preparado el almuerzo al pie del Cerro de Siete Colores. Se deleitaron con amaneceres sobre glaciares y desayunado en playas paradisíacas vacías. Manejaron durante horas dentro de cuadros vivientes y han admirado inolvidables puestas de sol en la famosísima Ruta 40.

Lejos estuvo el panorama global de amedrentarlos. Nadie se imaginaba que el afán de los dos enamorados de la vida tomara más fuerza en un contexto de parálisis mundial. Y aunque hoy, según los primeros bocetos, deberían estar en Perú, no se arrepienten de nada y siguen descubriendo una Argentina alucinante, invisible al bombardeo turístico.

Están invitados a subirse al camper y conocer el mundo de la mano de Hakuna Matata. Instagram: @hakunamatataxelmundo. YouTube: Hakuna Matata x el Mundo