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En la era del esplendor

Panama. Su estratégica ubicación, en el angosto istmo que separa los océanos Atlántico y Pacífico, atrajo el interés de colonizadores, piratas e imperios. Desde hace 12 años, el canal es administrado por una entidad gubernamental autónoma y el traspaso cambió su destino.

Panamá tiene todos los atributos para ser un exitoso destino de vacaciones para aquellos que buscan abrevar en playas tropicales. Como todos los países centroamericanos y caribeños, tiene sólo dos estaciones: la seca y la lluviosa. El calor es casi constante. Con este perfil climático bienhechor, la vegetación es generosa y esa es la primera visión del viajero desde arriba, cuando el avión se acomoda para aterrizar en la pista del aeropuerto Tocumen. El resto es mar.

Panamá abarca alrededor de 75 mil kilómetros cuadrados pero es su estratégica ubicación en el istmo, que vincula Centroamérica con América del Sur, la que marca su protagonismo a lo largo de la historia. Esa condición fue también la que despertó la codicia imperialista y la que postergó un genuino desarrollo del país.

Primero fueron los colonizadores quienes a partir del descubrimiento de Vasco Núñez de Balboa del nuevo océano al que llamó mar del Sur vieron la vía fundamental para la conquista del imperio inca. Pero la estratégica ubicación geopolítica también atrajo al pirata inglés Henry Morgan y después a los franceses y finalmente a los estadounidenses.

A comienzos del siglo 20 fueron los franceses, liderados por Ferdinand Lesseps, quienes emprendieron la construcción del canal aunque las numerosas dificultades que se les plantearon especialmente por el paludismo que asoló a las cuadrillas de trabajadores y provocó muchas bajas hizo desistir a los emprendedores galos del proyecto.

En 1903 llegaron los Estados Unidos que, ni lerdos ni perezosos, recomenzaron la obra con el aprovechamiento de las excavaciones realizadas por el grupo francés. También vieron facilitadas sus tareas con el descubrimiento del científico cubano Carlos Finlay del mosquito como agente transmisor del paludismo. Con estos dos importantes puntos a favor y con una avanzada tecnología para la época, los norteamericanos construyeron el lago Gatún, al que alimenta el río Chagras, para nivelar el paso de barcos por las esclusas. Sistema aún vigente.

En 1914 el canal fue inaugurado y eso posicionó a Panamá como lugar estratégico en la comunicación entre las costas de los océanos Pacífico y Atlántico con influencia vital en el comercio mundial, pero los beneficios por la explotación del canal hasta 1999 los embolsaron los norteamericanos, al igual que la franja de terreno de 10 millas de ancho a lo largo de esa vía. Ese accesorio del tratado, con el tiempo hizo surgir no pocos conflictos porque alertó a los panameños que lo que era un gran negocio para Estados Unidos, significaba una amenaza a la soberanía de Panamá.

Las desavenencias se vieron incrementadas por sucesivos problemas políticos internos hasta que en el primer minuto del año 2000 y después de numerosos tratados, el Estado panameño recibió el control total del canal.

Una nueva historia. El canal ofrece servicios marítimos y comerciales que complemente con la Zona libre o franca de Colón, la más grande del continente y segunda del planeta. Los ingresos por el uso de esa vía interoceánica son de seis a nueve millones de dólares diarios al estado panameño. Contar con estos significativos ingresos hizo despegar el desarrollo del país.

Para 2014 cuando se cumpla el centenario de la creación del canal se habilitará la ampliación de esclusas sobre el Caribe que se están realizando y que permitirán acortar la espera de cada embarcación y por sobre todo evitar el desperdicio de 52 millones de galones de agua dulce que se lanzan al océano, ya que el nuevo sistema prevé su reciclado.

La ciudad de Panamá, capital del país homónimo, está en obras desde casi una década, precisamente desde que tiene la explotación del canal, momento de inflexión que llevó al país al apogeo actual cuya imagen capitalina es la de estar permanentemente en obras. Atrás quedó la chatura urbana.

La bonanza económica se observa a poco de recorrer la capital en la constante presencia de numerosas cuadrillas de obreros que levantan altos edificios, otras que recuperan el deteriorado casco antiguo y calles céntricas.

El edificio más alto de la ciudad es el Hotel Crowne Plaza con 72 pisos pero la creatividad edilicia por ahora no tiene freno aunque en el Casco Antiguo todavía falta mucha dedicación para contrarrestar tantos años de abandono.

Ciudad de Panamá ya es un consolidado destino turístico que va por más. Tanta garra le ponen sus autoridades que a todos los visitantes que arriban al aeropuerto internacional Tocumen, junto al visado, le entregan un servicio de sanidad gratuita por un mes. Para tener en cuenta.

Datos

Nombre oficial: República de Panamá.

Capital: Ciudad de Panamá.

Gobierno: república presidencialista.

Población: 3.228.000 habitantes (2004).

Superficie: 74.979 kilómetros cuadrados.

Idioma: español.

Moneda: balboa.

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