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De frigorífico al distrito más chic

Chelsea Market, la antigua fábrica de galletitas Oreo, hoy convertida en un mercado multifacético, un lugar de reunión y centro gastronómico.
Chelsea Market, la antigua fábrica de galletitas Oreo, hoy convertida en un mercado multifacético, un lugar de reunión y centro gastronómico.

Un poco más al sur se encuentra el Meatpacking District. El nombre refiere a su pasado como mercado de carnes y zona de frigoríficos.

Un poco más al sur se encuentra el Meatpacking District. El nombre refiere a su pasado como mercado de carnes y zona de frigoríficos. Pero en esta batalla lingüística, los yupis nada pudieron hacer y pese a su nada glamoroso origen, hoy se jacta de ser el barrio más chic de Manhattan. Bares con enorme variedad de coctelería, boutiques de diseñadores locales, galerías de arte. Todo con una fuerte impronta industrial tatuada en las fachadas que aún hoy perduran y otorgan esa atmósfera fabril a sus calles.

Muy cerquita y, como el Meatpacking district, vertebrada por la novena y décima avenida aparece Chelsea. Al igual que su vecino y muchas veces en cooperación con él, esta zona albergó diversidad de proyectos. Fue centro de almacenamiento de mercaderías, residencia de cubanos emigrados durante la revolución y referencia obligada en la historia de los derechos civiles de gays, lesbianas y trans.

Por esa razón ahí culminan todos los años las marchas de orgullo gay, más particularmente en Stonewall Inn, pub donde tuvo lugar una redada policial en el año 1969 que abrió un ciclo de rebelión y lucha por los derechos de comunidades tradicionalmente invisibilizadas. Hoy tiene una fisonomía industrial conjugada con un estilo reciclado, orgánico, naif.

De visita obligada, el Chelsea Market es un mercado que ocupa toda una manzana donde se puede degustar exquisitas sopas vegetarianas y excelentes vinos, adquirir excéntricos lentes de sol, artículos de cocina o decoración o bien bucear por el mercado editorial con pretensiones under. Todo eso situado en la antigua fábrica de galletas Oreo.

Toda esta zona industrial de Manhattan se nutría con la llegada del tren de carga, una línea ferroviaria elevada que transportaba todos aquellos productos que eran almacenados en Meatpacking district y Chelsea. Antes carnes y galletas, hoy zapatos exclusivos y viveros, la High Line también se reinventó.

Antigua línea ferroviaria que se usaba para transportar la mercadería, actualmente es un parque público que se contagia de la atmósfera vanguardista de los barrios que atraviesa y cimbronea entre edificios producto de retorcidos imaginarios de arquitectos y construcciones de principios de siglo 20. A lo largo de su más de dos kilómetros se puede contemplar el río Hudson y, en este paseo, reconocer un muestrario de vegetación muy amplio.

Abundan las zonas de reposo y recreación con mobiliario futurista que parece sacado de un relato de ciencia ficción. Es sin duda un excelente testimonio de reinvención del espacio urbano y privado en uno público con albergue de naturaleza.

En el muelle del Pier 61 de Chelsea se amarra un barco con reminiscencias de los que navegan el río Sena, en París. Es el Bateaux New York, construido en 1997 en Norfolk, Virginia, en el cual es posible realizar un paseo por los dos ríos que enmarcan Manhattan, el Hudson y el East.

A bordo de este barco con techo vidriado, que permite una visión en 180 grados, se cena en un ambiente calefaccionado o refrigerado, según sea la época del año, mientras un exquisito grupo musical desgrana temas de la música universal y se navega alrededor de la Gran Manzana.

El tour comprende una parada frente a la Estatua de la Libertad para las consabidas fotos en “primer plano” de la dama, y el pasaje por debajo de los icónicos puentes Brooklyn y Manhattan.

El viaje completo dura unas tres horas, entre las 7 de la tarde y las 10 de la noche, horario en que las sombras destacan la iluminación de la estatua, los puentes y el perfil urbano (skyline) de Manhattan.

Además del crucero con cena Entertainment Cruises, la compañía que brinda estos servicios, ofrece otros paseos, como el Champagne Brunch, los domingos desde el mediodía; el Statue of Liberty Lunch, de lunes a sábados, también desde el mediodía, y otros cruceros especiales, ya sea corporativos, familiares, de bodas o eventos particulares.

Para todos los visitantes pero en particular para aquellos que cuentan con poco tiempo es muy aconsejable el tour nocturno en helicóptero y el paseo en ferry.

Se pueden apreciar hermosas vistas de la Estatua de la Libertad, los emblemáticos edificios de Nueva York y el Central Park, sin necesidad de ociosas esperas.

Caprichos que valen la pena

Paseos en helicóptero y ferry, Manhattan: Helicopter Flight Services, www.heliny.com

Cena en el yate, Manhattan: Entertainment Cruises (Spirit Cruises and Bateaux New York), InterConnect USA, (011) 5984 1117, int 107, reservations@interconnect-usa.com.

Un helado en Brooklyn: The Brooklyn Ice Cream Factory,  www.brooklynicecreamfactory.com

Probar los chocolates de Jacques Torres, Brooklyn: Jacques Torres Chocolate, www.mrchocolate.com

Una torta de zanahoria, en Bronx: Lloyd\'s Carrot Cake, www.lloydscarrotcake.com