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Dunas, un lago profundo o un pantanal: elegimos cuatro lugares del país vecino que demuestran que el mar no lo es todo.
Dunas de San Cosme y Damián
Un lugar paradisíaco de Paraguay. Se encuentra en el sur del Departamento de Itapúa. Estas dunas, que en sus puntos más altos alcanzan los 30 metros de altura, se trasformaron en islas de arenas blancas por las subidas del río Paraná, y quedaron enclavadas en medio del agua.
Lago Ojo del Mar
Escondido dentro de una densa vegetación subtropical, Ojo del Mar es un lago calcáreo de gran profundidad, ubicado a 50 km al oeste de la ciudad de Bella Vista. Su agua es cristalina y verdosa. Además cuenta con un pequeño mirador para disfrutar del paisaje en la tranquilidad de la naturaleza.
El Pantanal Paraguayo
De magnitudes realmente imponentes, este sitio se encuentra dentro del mayor sistema de humedales del mundo, que comprende también parte de Brasil y Bolivia. La belleza de su vegetación se complementa con la variedad de aves y animales acuáticos que lo pueblan, como jaguar, ciervos de los pantanos y osos hormigueros.
Lagunas Saladas Campo María
Inmersas en el ecosistema de exuberancia y naturaleza pura del Gran Chaco Paraguayo, estas lagunas son un lugar privilegiado para el avistamiento de aves. Son parte de una reserva dedicada a la conservación de la naturaleza en un área de unas 4.500 hectáreas. La variedad de animales autóctonos enriquecen aún más el recorrido.
