Cenotes en México, un mundo por descubrir

Una de las cosas que más llama la atención de la península de Yucatán es que a pesar de tener lluvias y selva, no tiene ríos superficiales como conocemos en esta parte del mundo. Las lluvias se cuelan por entre el suelo compuesto de roca calcárea y van a parar a los ríos subterráneos y cenotes.

Estos espejos de agua acumulada en cavernas le dan a la región un toque distintivo que atrae a turistas de todo el mundo. Cuando el sol entra en las cuevas y atraviesa el agua azul la imagen no puede ser más perfecta. Es el paraíso.

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Noelia Maldonado

Existen diferentes tour para conocer cenotes sobre todo saliendo desde la Rivera Maya pero los más impresionantes se encuentran en el estado de Yucatán, bastante lejos como para ir el volver en el día. Lo más probable es que si uno contrata un tour para algún sitio arqueológico este paseo venga acompañado de una visita a un cenote de al menos una hora de duración. Para los originarios estos bancos de agua fueron y son sagrados.

Así, quienes van a Chichén Itzá suelen ir a Ik Kil porque está muy cerca pero también los pueden llevar más lejos a la hacienda Selva Maya para disfrutar del cenote Saamal, ubicado en un enorme cráter en el suelo al que le cae una cascada de ensueño. Otra opción similar, aunque con un toque diferente, es nadar en un río subterráneo.

Cerca de Cobá se puede ir al cenote Choo-Ha una cueva inundada con agua azul en la que hay que bajar unos 50 metros en escalera para verla. La entrada de luz es ínfima pero las estalactitas y estalagmitas le dan un aire exótico al paisaje por sobre las cabezas de los nadadores.

Un dato importante a tener en cuenta es que en alguno de ellos como el Saamal el uso de chaleco salvavidas es obligatorio y no está incluido en el precio y en otros como Choo-Ha cada uno nada bajo su propio riesgo o puede alquilar el chaleco.