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Celso Ramos, clásico entre clásicos en Brasil

La playa de Palmas es una belleza que sí merece la pena dedicar tiempo para conocer. (Gentileza: Mario Rodriguez)
La playa de Palmas es una belleza que sí merece la pena dedicar tiempo para conocer. (Gentileza: Mario Rodriguez)

A mitad de camino entre Floripa y Camboriú, esta villa ya tiene nombre propio para los cordobeses.

Atención viajeros, si van al sur de Brasil en colectivo o en avión, pasen al tercer párrafo, no pierdan tiempo leyendo el siguiente.

Muchos cordobeses, año a año, hacen la travesía en auto en busca de las playas de Brasil. Para redondear son dos mil kilómetros, un poco más si el destino es el balneario Camboriú, un poco menos si el lugar elegido es Floripa. Si se cruza por Corrientes, una noche de descanso y llenar el tanque en Paso de los Libres, antes de cruzar la frontera, permite ahorrar unos pesos. Si el tiempo y el cuerpo lo permiten, adentrarse en territorio brasileño y dormir en Alegrete, Rosário do Sul o São Gabriel, le restan horas de viaje al día siguiente. Como sea, nunca está de más recordar que no es una carrera, el mar puede esperar y las cervezas en su funda de telgopor siempre estarán frías.

Governador Celso Ramos es un municipio del estado de Santa Catarina y cuenta con dos accesos sobre la autopista BR101, a 24 y 26 kilómetros respectivamente, después del ingreso a la isla de Florianópolis. Con destino final en la zona de la playa de Palmas, la entrada sur tiene una gran parte de su recorrido siguiendo la costa, lindo, aunque más largo y lento. El ingreso norte es un poco más directo y son casi 20 kilómetros hasta Palmas.

Geografía

Desde arriba, Google maps muestra la península que ocupa Celso Ramos con una mancha verde que cubre casi todo el territorio. Desde abajo, la exuberante vegetación sólo se interrumpe por bucólicas praderas con vaquitas blancas, más lindas para la foto que para el plato. Una ruta interior que sube, baja y dobla para un lado y otro, conecta a las pequeñas villas costeras que son habitadas por unos 14 mil habitantes.

La costa ofrece un tortuoso perfil que genera, y esconde, más de 40 playas y playitas. Algunas desiertas y otras llenas de gente o barcos pesqueros, también algunas están conectadas entre sí por senderos marcados en medio de la vegetación.

Playas para elegir

Palmas es la playa más grande con tres kilómetros de largo, ocupa una zona en plena expansión inmobiliaria y comercial, y es el nuevo lugar elegido por muchos argentinos para veranear. Cerca y con características similares, la Grande es otra de las preferidas por tamaño e infraestructura.

Palmas es la playa más grande con tres kilómetros de largo y la más desarrollada en oferta inmobiliaria. (Gentileza: Mario Rodriguez)
Palmas es la playa más grande con tres kilómetros de largo y la más desarrollada en oferta inmobiliaria. (Gentileza: Mario Rodriguez)

Ahora bien, si la idea es alejarse del ruido y las tonadas conocidas, hay muchas opciones a pocos kilómetros. Si no se cuenta con vehículo propio, el transporte público recorre todo el litoral.

Mencionamos tres playas que comparten algunas características: están rodeadas por morros con espesa vegetación y grandes piedras redondeadas en sus extremos y un mar limpio y cálido que va del verde esmeralda al turquesa.

Tinguá es una playa de aguas calmas ideal para visitar con niños. Muchos yates y lanchas llegan a la zona y el lugar se transforma en un parque acuático con motos de agua, kayaks, y alfombras flotantes. La oferta comercial se limita a un quiosco y vendedores ambulantes. No se accede en auto, hay playa de estacionamiento sobre la ruta y hay que caminar unos 300 metros.

Tinguá es una playa ideal para visitar con niños. (Gentileza: Mario Rodriguez)
Tinguá es una playa ideal para visitar con niños. (Gentileza: Mario Rodriguez)

La playa Sissial no tiene quioscos ni servicios de ningún tipo, es la más salvaje y alejada de todas. Los autos se estacionan al costado de la ruta y para acceder hay que caminar un poco más de un kilómetro con subidas y bajadas pronunciadas. La distancia no parece mucha, pero cargados con sombrilla, reposeras y conservadora se hace larga y pesada. Sin dudas, la mejor. Sus aguas agitadas y cristalinas compensan largamente el esfuerzo para llegar.

Sissial es la playa más alejada y se llega sólo caminando durante más de un kilómetro con subidas y bajadas. (Gentileza: Mario Rodriguez)
Sissial es la playa más alejada y se llega sólo caminando durante más de un kilómetro con subidas y bajadas. (Gentileza: Mario Rodriguez)

Praia das Cordas tiene mar limpio y agitado, con buenas olas para la práctica del surf. Poco concurrida, es ideal para no hacer nada. La infraestructura se reduce a un “chiringuito”, pero las caipiriñas son de las mejores.

Muy cerca de ésta última y de regreso al “cemento”, en la playa de Armação da Piedade no está permitido bañarse pero los coloridos barquitos de los pescadores son un lindo paisaje para terminar el día. Antes de sentarse a cenar en alguno de los restaurantes frente a la playa, vale la pena conocer la iglesia de Nossa Senhora da Piedade, de 1745, la primera en construirse en Santa Catarina.

En la playa de Armação da Piedade, el disfrute está en observar los coloridos barquitos de los pescadores y conocer la iglesia de Nossa Senhora da Piedade, de 1745. (Gentileza: Mario Rodriguez)
En la playa de Armação da Piedade, el disfrute está en observar los coloridos barquitos de los pescadores y conocer la iglesia de Nossa Senhora da Piedade, de 1745. (Gentileza: Mario Rodriguez)

Historia, naturaleza y chapuzón

El paseo en barco que sale desde Baía dos Golfinhos, a 14 kilómetros de Palmas, dura unas tres horas y durante el recorrido se pueden observar delfines en la bahía de São Miguel, visitar durante una hora la fortaleza de Santa Cruz do Anhatomirim y, antes de regresar al puerto, una parada final para nadar en la playa de Magalhães.

El paseo en barco es una alternativa para recorrer distintas playas y observar delfines en la bahía de São Miguel. (Gentileza: Mario Rodriguez)
El paseo en barco es una alternativa para recorrer distintas playas y observar delfines en la bahía de São Miguel. (Gentileza: Mario Rodriguez)

La fortificación en esta pequeña isla rocosa de apenas cuatro hectáreas tiene mucho que contar. Para defenderse de las invasiones de otros países, los colonizadores portugueses construyeron cuatro grandes fortalezas, la de Santa Cruz en la isla Anhatomirim fue la primera. Luego, durante la Guerra del Paraguay, 1865 a 1870, por estar aislada y ser de difícil escape, cumplió la función de prisión. Años más tarde, durante la Revolución Imperialista, fue ocupada por los rebeldes que después fueron detenidos y ejecutados en el lugar. Ya en el siglo 19, la fortaleza sirvió como sanatorio para enfermedades contagiosas y epidemias. Finalmente, en los ´70, la isla fue recuperada y hoy es un área de protección ambiental y la fortaleza, bajo la custodia de la Universidad Federal de Santa Catarina, es uno de los principales atractivos históricos de la zona.

Desde la Fortaleza puede verse la pintoresca playa con barquitos de pescadores y aguas calmas. (Gentileza: Mario Rodriguez)
Desde la Fortaleza puede verse la pintoresca playa con barquitos de pescadores y aguas calmas. (Gentileza: Mario Rodriguez)

Datos útiles

Cómo llegar. Para viajar en enero 2024, Gol Líneas Aéreas tiene vuelos directos Córdoba-Florianópolis desde $ 485 mil por persona, ida y vuelta (www.voegol.com.br).

En bus, la empresa Flecha Bus hace el viaje de Córdoba a Florianópolis desde $ 170 mil, por persona, ida y vuelta (www.flechabus.com.ar).

Un taxi Florianópolis-Celso Ramos tiene un costo entre $ 13 mil y $ 16 mil (www.rome2rio.com).

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