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Los Terrones, naturaleza para los sentidos

Con paisajes que incluyen cascadas, cañadones y vistas panorámicas, este parque autóctono en Capilla del Monte es un refugio para desconectar y disfrutar.

El Parque Autóctono y Cultural Los Terrones es uno de los secretos peor guardados de Capilla del Monte. Cualquier turista que pasee por esa ciudad y decida consultar con los lugareños sobre atractivos imperdibles sin dudas encontrará a este paseo en ese listado.

Los Terrones es un parque natural privado, a 14 kilómetros de Capilla del Monte. Los menos creativos la llaman “la Talampaya cordobesa”, por su riqueza geológica y la forma de sus piedras. Sin embargo, es mucho más que eso: es un refugio en donde la naturaleza permanece inalterable.

Para llegar hasta la entrada, los visitantes deberán recorrer un camino de ripio en muy buen estado que parte de la misma RN 38. Las formaciones rocosas se asoman en cada curva y contracurva, formando un paisaje inquietante.

Luego de un pequeño vado, un hombre canoso y con la piel curtida por el sol frenará a cada auto para dar las indicaciones de rigor: zapatillas acordonadas y ropa adecuada. El hombre cobrará la estadía ($ 300 por auto) y dejará continuar a los viajeros, no sin antes entregarles un folleto en el que se describe a Los Terrones como “un lugar para el asombro”.

Preparados, listos...

Luego de andar unos minutos, los visitantes llegarán al lugar desde donde partirá la travesía. Se puede elegir entre una caminata larga (de más de dos horas), que tiene una dificultad media, y una corta (de 15 minutos) que llega hasta un mirador. La larga se hace en compañía de un guía que, al final del recorrido, pedirá una contribución a voluntad.

Si alguno de los viajeros duda sobre qué camino hacer, sólo debe preguntar a quienes atienden el comedor que espera a los caminantes con platos calientes o cervezas heladas cuando finaliza el recorrido. En ese lugar no hay dudas: la caminata larga es la que vale la pena.

Héctor Moyano siempre va a trabajar con su uniforme impecable: unos pantalones cargo negros y una camisa blanca, su gorra y sus anteojos de sol. Tiene 44 años y para él Capilla del Monte siempre fue su hogar aunque sus padres le recuerden que nació lejos de ese oasis, en medio de edificios y rodeado de avenidas anchas, en pleno Buenos Aires.

SE PUEDE ELEGIR ENTRE UNA CAMINATA LARGA (DE MÁS DE DOS HORAS), QUE TIENE UNA DIFICULTAD MEDIA, Y UNA CORTA (DE 15 MINUTOS), QUE LLEGA HASTA UN MIRADOR.

Es guía del parque y conoce el lugar como la palma de su mano. Esa cajita de cristal que protege a la naturaleza es su refugio y la abre a cada grupo de visitantes que se acercan a conocerla. Reúne al grupo y, antes de comenzar a internarse entre las piedras, da indicaciones de rigor y algunos detalles.

“La mayoría de la gente no se lo imagina, y lo que ven supera las expectativas. Cada estación del año es diferente, incluso cuando bajan las nubes y no se ve nada. Cambian los colores de las plantas, los perfumes. Intentamos que la gente se desconecte de la ciudad y conecte con la naturaleza”, expresa.

A caminar

El camino comenzará con los guías intentando poner nombre a las siluetas de las piedras que enmarcan el parque: hay torres, tortugas, perfiles de indios y animales. Aunque la imaginación hará de las suyas a lo largo del recorrido.

Una vez en el sendero, el viaje será inolvidable. Habrá que cruzar ríos y saltar piedras como cuando éramos niños. Habrá que trepar escaleras incrustadas en paredones de piedra y escalar. Habrá que frenar a respirar y a tomar agua. Y, cuando ya quede poco aliento para seguir, levantar la cabeza y contemplar paisajes que parecen pintados con óleos y pinceles.

A lo largo del camino, Héctor –al igual que el resto de los guías del parque– no esquivará ninguna pregunta y hablará no sólo de la flora y la fauna del lugar, sino también de sus leyendas y su mística. El boca en boca del parque dice que hubo un grupo de personas que llegó hasta Capilla del Monte para un retiro espiritual y en su visita a Los Terrones vio un objeto extraño y brillante surcando el cielo.

Aquellos que se dispongan a hacer el recorrido con los sentidos atentos podrán sentir no sólo el ruido del viento colándose en los oídos, el sabor fresco del agua de las cascadas y el aroma del durazno silvestre. También sentirán la energía de la naturaleza que se expresa en cada rincón de ese refugio natural llamado Los Terrones.

Datos útiles

CÓMO LLEGAR:

desde Córdoba, se puede tomar el Camino del Cuadrado y luego la RN 38 y recorrer 111 kilómetros. En colectivo, Sarmiento y Ersa ofrecen salidas diarias hasta Capilla del Monte por $ 319 y $ 316 el tramo, respectivamente. En la localidad, el parque ofrece un servicio de traslado a $ 300.

CÓMO MOVERSE:

lo ideal es ir en auto porque desde el centro de Capilla del Monte hasta la entrada de Los Terrones hay 12 kilómetros. También puede hacerse en bici, aunque el camino es sinuoso y de ripio.

CUÁNDO IR:

el parque abre todo el año de 9 a 19.30. Lo ideal es evitar días y horarios de mucho calor.

DÓNDE DORMIR:

Dos Aguas Geo Glamping ofrece dos modalidades de hospedaje: los domos o carpas y las cabañas, a un costo de $ 2.000 y $ 2.500 por noche, respectivamente. Está a 14 kilómetros de la entrada del parque.

DÓNDE COMER:

De Turno Bar (Deán Funes 518, Capilla del Monte) tiene una carta amplísima para disfrutar: desde cervezas tiradas y tapas, hasta bife de chorizo a la pimienta. Una recomendación: la Power Burguer (doble hamburguesa) a $ 290 o una provoleta a la chapa por $ 210.

MÁS DATOS:

capilladelmonte.gov.ar

y

losterrones.com.ar

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