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La Matilde, una increíble posada rural en Traslasierra

En el Valle de Traslasierra, en un entorno de monte nativo se encuentra la Posada Rural La Matilde, con una propuesta que conjuga confort y diseño en sus 10 habitaciones, su restaurante y sus ambientes espaciosos con grandes ventanales para mirar las Altas Cumbres.

En este lugar, es posible compartir la paz y la armonía de la vida de campo, y deambular entre viñedos, olivos, frutales, huertas orgánicas y lagunas, descubriendo así los ritmos naturales de la finca a los pies del imponente Cerro Champaquí.

La Posada fue inaugurada en diciembre de 2015, y se ubica en el kilómetro 4 de la Ruta Provincial 14, a sólo cinco kilómetros de la plaza de San Javier, uno de los pueblos más pintorescos del valle gracias a su privilegiada ubicación y su mágico paisaje.

Surgido en el marco de la construcción del ferrocarril que llegaría a la ciudad de Villa Dolores, las comunidades inglesas encargadas del tendido férreo eligieron a San Javier como uno de los sitios serranos indicados para disfrutar del descanso.

Desde finales del siglo XIX, la zona se fue poblando de casonas de estilo británico que se instalaron bajo la solemne mirada del inmenso cerro Champaquí. Actualmente constituye uno de los principales puntos de partida para el turismo de aventura de la provincia.

Todo el valle goza de un microclima con alta concentración de iones negativos debido principalmente a la composición de su suelo con alto poder curativo y antiestrés. En el departamento de San Javier el clima es cálido y templado, con más de 300 días de sol al año. Los veranos son calurosos, con una temperatura máxima media de 32°C y una mínima media de 17.5°C.

En el invierno, los días tienden a ser frescos y las noches frías, con una temperatura máxima media de 19°C y una mínima media de 5°C.

Arquitectura responsable

La construcción de la posada respeta los conceptos de arquitectura responsable y bioclimática: "Cuenta con un sistema de aislación térmica, calefacción de agua por radiación solar, recolección de aguas de lluvia y reciclaje de aguas grises para riego. Las maderas están impregnadas con savia de chañar y los pisos tratados con cera de abeja y aceite de lino, evitando así el uso de ceras y barnices artificiales", aseguran desde La Matilde.

Fue pensada y proyectada "para convidar a sus huéspedes de una estadía impregnada con la nobleza de las costumbres ancestrales en perfecta armonía con el confort y la calidad".

Los muros son de ladrillos de adobe, tiene revoques de barro y yeso cocido, molduras hechas a mano, pinturas en base a baba de cactus y pigmentos naturales (libre de productos sintéticos y químicos), madera de tirantes de techo original de bosque seco en pié, puertas y ventanas construidas artesanalmente con durmientes reciclados y herrería a fragua.

Emprendimiento productivo

La Matilde es un emprendimiento productivo en actividad, certificados Letis como productores orgánicos y Demeter como productores Biodinámicos. "En ella se promueve la recuperación de las antiguas prácticas agropecuarias y se incorpora el concepto superador de la biodinámica; se aplica la bioarquitectura en la construcción de sus casas de campo y Posada, y se impulsa constantemente el estudio, cuidado y protección del medio ambiente en todas sus formas", dicen.

La filosofía del lugar está alineada con educar, sembrar, cocinar y compostar. Incorporaron la propuesta de la "huerta a la mesa o Kilómetro Cero", donde todos los productos e ingredientes utilizados son orgánicos y biodinámicos producidos en Finca La Matilde o de granjas y productores locales que  proveen de la mejor mercadería y que no están a más de 10 kilómetros de distancia.

"Los platos respetan los sabores originales, combinando productos de altísima calidad nutricional, libres de químicos y pesticidas, con una carta variada de reconocido prestigio", detallan. En DeAdobe restaurante, la cocina de alta gastronomía es inventiva y refinada, y respeta las raíces profundas inmersas en el corazón de la cocina tradicional argentina.

Servicios y comodidades

"Los huéspedes de la Posada podrán disfrutar de una armoniosa estadía rodeados de sensaciones de campo. Con exquisitos platos elaborados en nuestra agrococina, restaurante DeAdobe, provista de productos frescos de nuestra huerta orgánica y biodinámica", dicen.

Son sólo 10 habitaciones dobles climatizadas con estufa a leña y equipo de frío-calor (ocho clásicas y dos superiores). Una de las habitaciones posee comodidades para huéspedes con necesidades especiales.

Entre sus espacios comunes se destacan dos confortables livings con grandes ventanales y hogar a leña, para lectura y descanso; restaurante DeAdobe; sala de piano; cava de vino y amplias galerías exteriores.

Bodega, viñedos, frutales; huerta orgánica y biodinámica, cabaña de caballos criollos; piscina al aire libre con solárium; cancha de bochas; espacio de oración, y rincón de las flores forman parte de la propuesta de La Posada.

Además hay actividades con costo adicional, como degustaciones de vinos orgánicos y biodinámicos Finca La Matilde, masajes terapéuticos, cabalgatas guiadas, clases de equitación, arquería, yoga, reconocimiento de flora autóctona; y taller de panificación.