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Los sucesos de Mayo en la ciudad

La histórica Revolución de Mayo tuvo agitadas marchas nocturnas, traiciones y ejecuciones sumarias, en el territorio que luego sería la República Argentina. Una visita de la Dirección Municipal de Turismo permitirá correr el velo de todos esos pasajes de la historia.

Si la de Buenos Aires fue una revolución, la de Córdoba fue una contrarrevolución, acallada con la urgencia que, se creía, exigía una empresa de tamañas características.

En Córdoba, los hechos tuvieron otras connotaciones y distinto desenlace. Un circuito guiado por el Cabildo, por dentro y por fuera, permite conocer esos sucesos de mayo de 1810.

Desde el Río de la Plata llegaron a las provincias las noticias de los primeros trazos que la independencia escribía para la historia argentina: la decisión de conformar una junta de gobierno en reemplazo del virrey Cisneros.

El joven Melchor Lavin fue el encargado de traer las extraordinarias nuevas desde Buenos Aires, que provocaron la instantánea reacción de un confiado Santiago de Liniers quien, junto al gobernador Gutiérrez de la Concha, encabezaron la tarea de preparar las fuerzas para restituir en su puesto al virrey y restablecer el orden.

La situación no era la misma para el virrey Liniers, quien había ganado popularidad apenas unos años antes durante las invasiones inglesas, al combatir contra el europeo, y en esta oportunidad era aliado del opresor. Así lo entendieron los criollos: este Liniers ya no era el héroe sino el traidor y por tanto, habrían de detenerlo.

La rápida adhesión de los diferentes territorios a la Revolución de Mayo dejó en soledad la postura de Liniers. El 13 de julio de 1810, el ejército revolucionario al mando del general Balcarce, emprendió la marcha hacia Córdoba. Entre las filas, el doctor Hipólito Vieytes llegaba con la orden secreta de fusilamiento para Liniers y los suyos, dispuesta por la Junta.

Casi un mes después, Liniers, Gutiérrez de la Concha y quienes los acompañaban, Rodríguez de Orellana, Allende, Moreno y Rodríguez, fueron apresados.

En El Pueblito, el doctor Vieytes decidió comunicar al general Balcarce la orden sumaria que traía desde Buenos Aires y que debía cumplir prontamente.

Fue tal la impresión que causó la noticia que rápidamente se hizo pública y desde el clero, en la figura del Deán Funes, hasta los vecinos más respetados, se opusieron a tamaña decisión e intercedieron por los prisioneros hasta lograr que fueran trasladados a la capital.

La Junta, enterada de los sucesos, decidió guardar su indignación por la desobediencia y trasladar a los reos lejos de las miradas de los vecinos de Córdoba, para llevarla a cabo sin testigos compasivos. El temor a la popularidad de Liniers era tan grande que se consideró una cuestión de estado.

La comitiva que custodiaba a los prisioneros en su marcha hacia Buenos Aires fue detenida el 26 de agosto por Juan José Castelli y los coroneles Rodríguez Peña y French al mando de una compañía armada. Sin más, se les comunicó que los reos serían fusilados y se les concedió dos horas para cumplir con sus deberes religiosos.

La contrarrevolución gestada en Córdoba fue desarmada a precio de la sangre.

Lo que hay que saber

Visita. Córdoba y los sucesos de Mayo.

Cuándo: martes 6, 13 y 27 de mayo a las 10.

Punto de partida. Oficina de Información Turística del Cabildo Histórico (Independencia 30).

Recorrido: exterior e interior del Cabildo, relatos de los sucesos acontecidos en Córdoba durante la Semana de Mayo.

Costo: sin cargo.