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Las mejores ollitas para refrescarte este verano

Estas piletas naturales son el espacio ideal para escaparse de las altas temperaturas y vivir un momento de relax en el medio de las sierras.

1. Traslasierra, con la más profunda

La olla del Nido del Águila es una gran atracción para los turistas en la temporada estival. Este amplio espejo de agua de diez metros de profundidad se ubica a pocas cuadras del centro de Mina Clavero, y hay quienes se animan a zambullirse desde las alturas.

A poca distancia de allí se encuentra la olla que forma la cascada del Toro Muerto. Aunque compite con muchas de gran belleza, esta es, en opinión de los visitantes, una de las piletas naturales más lindas de Córdoba.

Concretamente, se sitúa en la localidad de San Lorenzo, a unos 10 kilómetros de Mina Clavero. El trekking y el cicloturismo son buenas alternativas para llegar hasta el lugar, que está enmarcado en un bello entorno de vegetación y que cuenta con proveeduría, espacio para estacionar y balneario.

2. Una pileta europea

Entre los encantos que La Cumbrecita tiene para ofrecer al turista, destaca una olla de seis metros de profundidad, formada por el arroyo Almbach. La piscina natural está precedida por un salto de agua de casi quince metros y es uno de los puntos preferidos de los viajeros durante los días de verano.

El lugar se sitúa en medio de un bosque de pinos, un paisaje característico de esta aldea de origen centroeuropeo enclavada en medio del valle de Calamuchita. En el pueblo, de acceso peatonal, los visitantes encontrarán a cada paso establecimientos para disfrutar de comidas y bebidas típicas.

En el camino a la olla es imprescindible visitar la pequeña capilla de arquitectura alpina, construida en 1967 y abierta a todos los credos.

3. Con travesía incluida

Todo aquel que visitó Pueblo Escondido y llegó hasta el Salto del Tigre, habla de la experiencia como una aventura inolvidable. Si bien este espejo de agua es el más alejado de la ciudad de Córdoba, el paisaje y la historia de la zona valen cada kilómetro.

Pueblo Escondido fue un importante centro minero que cerró en 1969 y que llegó a tener 400 empleados trabajando. Hoy, toda la región brinda múltiples atractivos en medio de una naturaleza virgen. Es, sin duda, uno de los lugares secretos mejor guardados de Córdoba.

4. Un pozo sin fondo

Localizada en Tanti, y formada por los aportes del arroyo homónimo, la olla de Pozo del Indio tiene una profundidad de unos siete metros. Se encuentra rodeada por un peñón de altas piedras, que algunos se animan a usar como trampolín para lanzarse al agua. Para los menos aventureros, las aguas frescas invitan a un momento de descanso.

En la zona se puede visitar la Cueva de los Pajaritos, una de las bellezas naturales de la provincia, además de la Cueva de los Helechos y de la de los Enamorados. A unos pocos kilómetros se ubica Piedras Lisas, otra pileta natural para conocer.

Hay que tener en cuenta que, por la profundidad de la olla y las características del acceso, no es especialmente recomendable para ancianos o personas con dificultades.

5. Trekking en Santa Rosa

La olla de la Reserva Natural Santa Rosa de Calamuchita no es muy profunda, pero vale la pena por la caminata hasta la zona. Se trata de un circuito de 1.500 metros entre vegetación frondosa y especies silvestres, que dura unos 50 minutos.

Para acceder, se ingresa por la RP 5 y luego por el camino que va hasta el mirador El Águila. No se requiere de guías para llegar y la dificultad de la caminata es baja, lo que la convierte en una actividad aconsejable para toda la familia. Una vez en la olla, la caída de agua de la cascada de Santa Rosa brinda la posibilidad de disfrutar de una "ducha natural".

DATOS. Información útil para visitar ollitas cordobesas

Otros rincones: Alternativas que complementan la visita

Abandonado

Pueblo Escondido, a 60 kilómetros de Embalse, fue un centro minero que procesaba tungsteno. Llegó a tener usina propia, hospital, teléfono y un cablecarril. La mina del Cerro Áspero, como se la conoció, funcionó desde el siglo XIX hasta fines de los sesenta, cuando el precio del mineral bajó y China se posicionó como productora mundial. Hoy solo quedan vestigios de ese pasado.

Suizos y alemanes

Entre Villa General Belgrano y La Cumbrecita, dos poblaciones cuyos orígenes se remontan a pioneros alemanes, se encuentra Villa Berna. Este rincón debe su nombre a Margarita Kellemberg, dueña de la primera hostería que se instaló allí, que era originaria de esa ciudad suiza. Se ubica a 111 kilómetros de la ciudad de Córdoba, a los pies del Champaquí.

El primer Santo cordobés

Pasó de ser el Cura Gaucho al primer Santo nacido y fallecido en Córdoba. José Gabriel del Rosario Brochero nació en Villa Santa Rosa un 16 de marzo de 1840 y por eso, desde su beatificación, se celebra ese día en su honor. Falleció el 26 de enero de 1914 en la llamada Villa del Tránsito, hoy Villa Cura Brochero. Desde esa localidad, se puede acceder al Nido del  Águila y a Toro Muerto.