buscar

Dos órdenes y dos iglesias

El fervor que genera el papa Francisco estimula a conocer la historia de las órdenes Franciscana y Jesuita, que desde sus orígenes mantienen una estrecha relación. Una visita por dos grandes iglesias patrimoniales con importantes legados. 

En 1209, en Asís, Italia, Giovanni di Pietro Bernardone, más conocido como San Francisco de Asís, fundó la orden franciscana que se caracterizaría por la rigidez en la observancia de la pobreza. En Córdoba, los religiosos se afincaron en la céntrica esquina de Entre Ríos y Buenos Aires, donde se encuentran la iglesia y el convento franciscanos, entre otras importantes instituciones.

El templo fue construido entre 1796 y 1813 y en su interior hoy se encuentran interesantes legados materiales e inmateriales. Una de las imágenes más destacadas es la “estigmatización de San Francisco”, que data del siglo XVIII. Francisco fue el primer estigmatizado de la historia. Allá por 1224, decidió viajar al monte Alvernia, un lugar recóndito al norte de Asís, donde luego de prolongados ayunos e intensas oraciones, se le presentó el Cristo Crucificado quien le imprimió las marcas de la crucifixión en las manos, los pies y el costado de su cuerpo.

Otra imagen muy famosa y presente en ese templo es “el abrazo de San Francisco con Santo Domingo de Guzmán”; ambos se conocieron en el Concilio de Letrán, en 1215, y desde entonces existe una estrecha relación entre ambas órdenes fundadas por ellos. Cada año es costumbre que en la fiesta de San Francisco, los padres dominicos visiten los conventos franciscanos y se sumen a la celebración, y a la inversa ocurre para el día de Santo Domingo.

La iglesia San Francisco fue restaurada con motivo del bicentenario de la Revolución de Mayo y hoy luce los colores que presentaba en el siglo 19. Su interior destaca por el retablo principal presidido por la Inmaculada Concepción y San Jorge, además de un fabuloso órgano de tubos. Completan la escena numerosos retablos y una importante cúpula corona el crucero de la construcción.

Evangelizar con música

Uno de los retablos laterales del templo franciscano muestra la imagen de otro Francisco, en este caso, San Francisco Solano, quien fue enviado a Sudamérica a fines del siglo XVI con la misión de evangelizar a los aborígenes. Su destino fue la región del Tucumán, a la cual pertenecía Córdoba, y en la cual permaneció por más de 14 años. En su paso por la ciudad de Córdoba se alojó en el convento franciscano.

El padre Solano sabía tocar muy bien la guitarra y el violín, además de poseer una hermosa voz, por lo que a menudo solía apaciguar a los nativos más aguerridos con los acordes de su música.

Demostró una gran facilidad para aprender lenguas y dialectos, lo que le permitió establecer un contacto más directo con las distintas culturas. Murió en Lima en 1610 y fue canonizado en 1726.

El apóstol de la India

En la Compañía de Jesús, la iglesia más antigua de la Argentina, el templo jesuítico de Córdoba, a escasas dos cuadras de la iglesia de San Francisco, se encuentra la imagen de Francisco Jasso Azpilicueta Atondo y Aznares señor de Xabier, más conocido como San Francisco Javier, nacido en 1506 en Navarra, España.

Fue uno de los fundadores de la Orden de los Jesuitas y estrecho colaborador de San Ignacio de Loyola. Era hijo de nobles y el menor de cinco hermanos. En 1528 conoció en París a Ignacio de Loyola, con quien una vez finalizados sus estudios juraron votos de caridad y castidad, germen inicial de la orden. Se destacó por misionar en la India y el oriente asiático, por lo que recibió el apodo de “apóstol de la India” y en 1952 el papa Pío XII lo proclamó patrono del turismo.

A pocos metros del retablo mayor, donde se localiza la imagen del santo, es posible encontrar el confesionario donde otro Francisco, más contemporáneo, realizaba las confesiones a comienzos de la década de 1990.

Se trata de Jorge Bergoglio, el actual Papa, que residió en Córdoba en aquellos tiempos y moraba en la residencia jesuítica como director espiritual y confesor.

Francisco vivió en Córdoba entre 1958 y 1960, en la casa de formación que la Compañía de Jesús tenía en la esquina de Buchardo y General Deheza, barrio Pueyrredón. El actual Papa ingresó como novicio el 11 de marzo de 1958 y allí vivió dos intensos años de formación.

Regresó en 1990 y permaneció hasta 1992, cuando a los 55 años fue elegido obispo auxiliar de Buenos Aires. En esa última oportunidad se hospedó en la habitación Nº 5 de la residencia jesuítica sobre calle Caseros, en la actual Manzana Jesuítica.

Lo que hay que saber

Visita. Los legados de Francisco.

Cuándo. Lunes a sábado por la tarde (coordinar horario al momento de reservar).

Dónde. Plazoleta de la Inmaculada (Buenos Aires esquina Entre Ríos).

Recorrido. Iglesias San Francisco y Compañía de Jesús.

Costo. por persona. Jubilados y estudiantes: $ 50.

Informes y reservas. Teléfonos-SMS-Whatsapp: (0351) 155-399595 y 152-236555.

E-mail:info@pataperreando.com.ar

Facebook: pataperreandocba / Twitter: @pataperreando

En Internet: www.pataperreando.com.ar