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Villa la Angostura, el paraíso de la Patagonia

Entre los paisajes sorprendentes de la Patagonia se destaca siempre Villa la Angostura, entre lagos, ríos correntosos, bosques y arroyos. Los desafíos para lo que viene.

La frase es contundente: “No va a haber un destino de la Argentina que no tenga una buena temporada este verano”. Así lo aseguró Marina González, secretaria de Turismo de Villa la Angostura (Neuquén), para resumir el gran momento de reactivación turística que se vive en todo el país.

En el verano 2021, cuando todavía la vacunación era incipiente y la salida de la crisis sanitaria se movía en plena incertidumbre, la Patagonia en general y la Villa en particular vivieron una gran temporada. Pero la perspectiva actual es todavía superadora.

González destacó que ya tienen completo el mes de enero, y muy avanzado febrero, algo atípico incluso antes de la pandemia. “Se sabía que podía ser uno de los efectos inmediatos, y hay que aprovecharlos”, detalló en diálogo con Voy de Viaje, anticipando un verano récord pero también viviendo un cierre de año por encima de lo normal.

Los grandes eventos deportivos, el plan de beneficios PreViaje que lanzó el gobierno nacional, sumado a los atractivos naturales de la villa neuquina, muestran una vitalidad necesaria para enfrentar la recuperación. Eso sí, con algunas preocupaciones sobre las que trabajan para este aluvión de turistas que se moverán por la zona: “Además de trabajar sobre los servicios turísticos, tenemos que solucionar problemas de tránsito, de estacionamiento, el tratamiento de residuos y el cuidado del fuego. Esas son las grandes problemáticas a las que estamos tratando de dar contención y respuestas”, dijo Marina.

De toda la zona

Es que Villa la Angostura, esta encantadora ciudad en medio de dos parques nacionales patagónicos únicos, no sólo debe velar por satisfacer los deseos de los turistas que ocupan las 6.000 plazas disponibles, sino el volumen que llega tanto desde Bariloche (Río Negro) como San Martín de los Andes (Neuquén).

“Además de la ocupación propia, hay 250 mil personas de un lado y más de 30 mil del otro, que nos obliga a incrementar la oferta de servicios”, detalló la funcionaria.

Otro de los procesos en marcha tiene que ver con trabajar productos turísticos para Villa la Angostura. “Nuestro marco siempre fue la naturaleza, pero hay mucho para desarrollar, para salir a promocionar y comunicar, o comercializar. Hay mucho trabajo aún por delante”.

“Cocina de montaña”, por ejemplo, es una propuesta de turismo gastronómico para Villa la Angostura, en la que trabajó la cordobesa Mariángeles Samame, de la consultora Philia. La premisa fue convertir a la villa en un destino de turismo gastronómico. “Además de satisfacer a los viajeros, la propuesta plantea una posibilidad de desarrollo que abarca a todos los actores de la extensa cadena de valor del turismo y la gastronomía en una estrategia de desarrollo sostenible y desestacionalizadora”, explicó Samamé.

Se trata de una “propuesta motivadora de viaje a nuestro destino y no simplemente como un complemento”, destacaron sobre este plan elaborado entre los sectores público y privado.

“Una de las primeras inquietudes -aseguró Samamé-, fue abordar la identidad gastronómica del destino, buscando entender qué conceptos nos identifican y nos diferencian de otros destinos y consolidar la cultura gastronómica del destino fomentando el orgullo local e identidad para la comunidad y su transmisión a los turistas”.

A conciencia

Para Marina González, los temas del fuego, la basura, el tránsito y la infraestructura merecen atención inmediata. “Se han armado equipos de trabajo de protección civil, de cuidado del medioambiente, sobre cómo responder ante una situación de crisis, pero enfocados principalmente en la prevención”.

Los mensajes deben ser claros desde todos los sectores de Villa la Angostura, con campañas de prevención sobre lugares habilitados para hacer fuego, lugares prohibidos, precauciones a tener en cuenta al convivir con la naturaleza.

También el volumen de residuos genera llamadas de atención para lo que viene. “Estamos en dos parques nacionales, y la zona es biosfera natural. Debemos ser muy claros en los mensajes con respecto a eso, para que la gente que viene tome un poquito más de conciencia que la normal. Si uno no lo menciona, puede pasar inadvertido, por eso hay que trabajar mucho para cuidar el entorno”.

La secretaria de Turismo de Villa la Angostura también conoce el movimiento inusual en tiempos de pandemia, y cómo se comportó el turismo que llegó al lugar. “En líneas generales, el promedio de ocupación se ha mantenido en el orden de los cinco días en temporada alta, con un público principalmente familiar, de hijos pequeños. Pero sí hemos notado que antes teníamos estaciones altas y bajas muy marcadas, pero ahora ya no es tan notorio”.

Romper con la estacionalidad es clave para el presente de la ciudad, que desde julio ha mantenido constante un promedio de ocupación entre el 40 y 50 por ciento, con picos producidos con eventos puntuales.

“El PreViaje ayudó mucho, ya que incentivó la actividad turística recreativa de noviembre y diciembre, y garantizó un verano lleno. No son reservas, son compras efectivas y concretas, por lo cual no podremos contar con los excursionistas que suelen venir de paso. Quienes vengan, tendrán sus reservas hechas”.

¿Es posible crecer en infraestructura sin romper el encanto de la villa? “Esa es una de nuestras grandes preocupaciones. La Villa está creciendo exponencialmente, y el cuidado del medioambiente no nos es ajeno. Sabemos que el turista nos elige por la naturaleza que ofrecemos, así que debemos realizar un trabajo constante sobre el foco de preservar aquello que hace que nos elijan: el bosque y la naturaleza”, dijo.