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La Trochita cumple 75 años de vida

La Trochita debe su nombre a su trocha de sólo 75 centímetros. (Fotos: Secretaría de Turismo de Esquel)
La Trochita debe su nombre a su trocha de sólo 75 centímetros. (Fotos: Secretaría de Turismo de Esquel)

El Expreso Patagónico sigue siendo uno de los mayores atractivos de Esquel.

Si conocés Esquel, es muy probable que hayas hecho un viaje en el Expreso Patagónico La Trochita. Este pintoresco tren de la Patagonia cumplió ayer 75 años: el 25 de mayo de 1945, cuando se terminaron de construir 402 kilómetros de vías, se puso en marcha por primera vez.

Historia

Su pasado está ligado a un proyecto que, a principios del siglo 20, quería expandir la red ferroviaria nacional hacia la Patagonia con un trayecto que pretendía unir el océano Atlántico con la Cordillera de los Andes.

El arribo del tren a Ingeniero Jacobacci (Río Negro) en 1917 fue el primer antecedente. Cinco años después se contó con la locomotora y los vagones, pero recién en 1945 se completaron los 402 kilómetros necesarios para llegar a Esquel (Chubut), en un majestuoso trayecto entre la estepa y la montaña.

En sus primeros cinco años de vida, La Trochita transportó cueros, lana y madera hacia la costa de Chubut para luego embarcar hacia Buenos Aires, y en 1950 empezó a llevar pasajeros. Entre los años ’60 y ’70, ocupó un lugar central en la vida de los pueblos de la zona.

Reconversión

Con la proliferación de los camiones y colectivos y la apertura de nuevos caminos, el tren se volvió prescindible como medio de transporte. Tras el cierre masivo de los ferrocarriles del país durante la última década del siglo 20, una apuesta de Río Negro y Chubut permitió revalorizarlo como patrimonio histórico, sosteniendo parte de su recorrido para el turismo.

Y es que la vieja locomotora de 1922 es un testimonio vivo de un medio de transporte central para la Patagonia. En Esquel hay un galpón donde se hacen reparaciones primarias y en El Maitén está el taller donde se hacen los arreglos más importantes y se fabrican piezas a partir de viejos planos.

Otro dato que vuelve pintoresca a La Trochita es el tamaño de la trocha: entre riel y riel hay sólo 0,75 centímetros. Hoy, el vapor de la chimenea, sus vagones de madera, la salamandra encendida y su andar cansino siguen enamorando a los visitantes. Agendá este paseo para cuando sea seguro volver a viajar.