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Aunque no lo conozcas por su nombre, seguro viste su foto alguna vez. El castillo de Neuschwanstein (ubicado en Baviera, Alemania) es uno de los más increíbles del mundo. Acá, algunas curiosidades para que lo descubras:
Neuschwanstein es producto de la imaginación de Luis II de Baviera, conocido como "el rey loco" por su conducta y por el tiempo que pasaba aislado. La idea del castillo se instaló en su cabeza desde que era chico, y creció con su fanatismo por las fortalezas, la mitología germánica y, más tarde, las obras de Wagner. La construcción se hizo entre 1869 y 1886, y, si bien vivió un tiempo en el castillo, murió antes de verlo terminado: se abrió al público siete semanas después de su muerte.
El diseño es más estético que funcional, porque en el momento en el que fue construido las fortalezas ya no eran necesarias desde el punto de vista estratégico. Además, atrás de la fachada de aspecto medieval contaba con muchas comodidades innovadoras para la época, como agua corriente, calefacción, luz y un sistema de timbres para llamar al servicio que trabajaba en el castillo.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis ocultaron en Neuschwanstein obras de arte que habían robado en Francia y oro que habían confiscado a los judíos (que desapareció sin dejar huellas antes del fin de la guerra). Otro dato interesante es que tenían la orden de demolerlo en caso de que perdieran el conflicto, para evitar que quedara en manos de los aliados, pero ese mandato no se respetó y el castillo salió ileso.
La imagen de este edificio remite a los castillos de los cuentos de hadas. Y es que Walt Disney se inspiró en Neuschwanstein para crear el castillo de La Bella Durmiente, uno de los mayores símbolos de Disneyland, en Anaheim (California), muy presente en el imaginario popular. Otro que se inspiró en este diseño fue el artista pop Andy Warhol, quien se basó en una foto para hacer una litografía en 1987.
El castillo fue nominado para integrar la lista de las 7 Maravillas del Mundo Moderno, pero finalmente quedó octavo. Las elegidas fueron Chichén Itzá (México), el Coliseo (Italia), el Cristo Redentor (Brasil), la Gran Muralla China (China), Machu Picchu (Perú), Petra (Jordania) y el Taj Mahal (India).
Actualmente es uno de los monumentos más visitados de Alemania y uno de los castillos que más turistas reciben en toda Europa. Anualmente se registran 1,4 millones de viajeros (en los meses del verano boreal, pasan por allí más de 6 mil visitantes por día) y, por su diseño, no resulta extraño que sea el monumento más fotografiado del país.
El castillo tiene algunas restricciones en cuanto a conductas de los visitantes y elementos que pueden ingresar. Está prohibido entrar con mochilas portabebés o mochilas grandes, así como con cochecitos y objetos similares. Además, no se puede sacar fotos ni filmar en el interior, aunque sí se pueden hacer imágenes en el exterior siempre que sean para uso personal. Por otra parte, como se ubica junto a la reserva natural Ammergebirge, no está permitido el uso de drones. Si querés visitarlo, las entradas cuestan 13 euros para adultos y menores de 18 entran gratis.
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En la página hay circuitos, un calendario natural, una guía, y el detalle de experiencias y recorridos posibles.