Voy por Córdoba
Una esquina cargada de historia y misterio que tenés que conocer a los pies del Camino Real
Jesús María: la estancia jesuítica, un restaurante de 1790 y una anticuaria, todo sobre una misma esquina del Camino Real.
Lo sabemos todos: la Fontana di Trevi es una de las atracciones más hermosas y más visitadas de Roma. De hecho, según TripAdvisor, fue el sitio que recibió a más viajeros a nivel mundial en 2019.
Y es también una de las que más sufre las conductas inapropiadas de los turistas que, desobedeciendo las normas, se sientan en el borde de la fuente o incluso buscan meterse al agua para imitar aquella famosa escena de La dolce vita.
Si bien en 2017 ya se había establecido un recorrido obligatorio para turistas, justamente para protegerla de actos vandálicos, las medidas parecen no haber sido suficientes y ahora la ciudad busca construir una barrera alrededor de la fuente.
Así lo informó el Consejo de Roma, que aprobó una resolución para levantar una barrera de vidrio y metal de aproximadamente un metro de alto. Según la alcaldesa de la ciudad, Virginia Raggi, no obstruirá las vistas al monumento.
Sin embargo, la medida está encontrando resistencia en algunas áreas del gobierno, y hay quienes proponen aumentar los controles de la policía local antes que levantar la barrera.
La resolución aprobada por el Consejo incluye también la necesidad de tomar acción frente a la enorme cantidad de vendedores ambulantes que invaden las zonas más turísticas de Roma, tanto en los alrededores de la Fontana di Trevi como en los del Coliseo, por nombrar algunos.
Estas políticas forman parte de los intentos de los gobiernos de las ciudades por frenar el exceso de turistas con el que deben lidiar. Pasa con grandes ciudades como Barcelona, Roma o Venecia, pero también con pueblos pequeños como Hallstatt, en Austria, que se ven sobrepasados ante la cantidad de visitantes.
Jesús María: la estancia jesuítica, un restaurante de 1790 y una anticuaria, todo sobre una misma esquina del Camino Real.
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