Voy por el Mundo
Si buscás “la vida en rosa”, conocé estas playas rosas que se le parecen bastante
Cuatro playas a anotar: en estos rincones del mundo la arena tiene colores que parecen sacados de un caramelo de frutilla.
Mamma mia! se estrenó en 2008 y, más de diez años después, sigue siendo uno de los musicales favoritos del público. No sólo por las actuaciones y las canciones del célebre grupo Abba, sino también por los espectaculares paisajes que inundan la pantalla en cada toma.
La isla de Kalokairi, donde viven los personajes, es ficticia. Pero no hay que desilusionarse, porque sus hermosos paisajes son reales y se encuentran en el archipiélago de las Espóradas, en el mar Egeo. La isla principal, Skopelos, albergó la mayoría de las localizaciones, a las que se puede llegar fácilmente.
Tanto en la isla principal como en Skiathos pueden visitarse lugares célebres del musical, como el pequeño puerto donde se reunieron y se despidieron los personajes, los cabos donde se rodaron las coreografías o la capilla en cuyas escaleras Meryl Streep cantó The winner takes it all.
Suena la canción Honey, honey y la cámara sigue a la protagonista, Sophie, corriendo por un bosque cubierto de pinos. Abajo se divisa el agua celeste y calma del mar. Sophie ríe junto con sus dos amigas y lee el diario de su madre. Este pinar de película (literalmente) se encuentra junto a la playa de Glysteri, en la costa oeste de Skopelos.
Una de las escenas más icónicas del filme es la boda, cuando los actores suben un largo camino de escaleras empinadas en una colina rodeada de mar hasta llegar a una pequeña capilla en la cima. Es la iglesia de Agios Ioannis, y su particular ubicación la convirtió en el lugar ideal para esta toma. Se encuentra en el pueblo de Glossa, cerca del puerto norte.
Estos son sólo algunos de los muchos rincones para descubrir en el mar Egeo y cantar Abba a todo pulmón, o bien, para volver a ver la película en casa y entonar a coro con Meryl Streep.
Cuatro playas a anotar: en estos rincones del mundo la arena tiene colores que parecen sacados de un caramelo de frutilla.
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