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Santo Domingo y la historia del Nuevo Mundo

El tan humilde como pintoresco Santo Domingo es un lugar cargado de historia y de una riqueza cultural imposible de no apreciar.

El tan humilde como pintoresco Santo Domingo es un lugar cargado de historia y de una riqueza cultural imposible de no apreciar, tanto así que se puede decir que es aquí donde comenzó la historia del Nuevo Mundo.

Fundada en 1496 por Bartolomé Colón y declarada en 1990 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es la primera ciudad colonial a la que la corona española le otorgó carta real.

Su zona colonial ofrece a los turistas la posibilidad de pasear por sus angostas y viejas calles adoquinadas, entre algunos edificios que permanecen intactos desde la época colonial.

Entre los lugares más atractivos de esta zona, se puede caminar por el Parque Colón y conocer la estatua de Cristóbal Colón esculpida en el siglo XIX por el francés Gilbert.

Contigua a este parque, accedemos a una de las calles más populares y bulliciosas de la zona colonial: El Conde, una de las peatonales más comerciales de la ciudad.

También muy cerca de allí, sólo a escasas cuadras, se halla la Catedral de Santa María la Menor, una delicia arquitectónica que mezcla en su interior los estilos gótico, barroco y renacentista español, construida entre 1514 y 1544.

Este lugar es perfecto para los amantes de la historia, los aficionados al arte y para todos los románticos. La calle Las Damas, la primera de América, es el máximo exponente y fiel reflejo de los óptimos atributos característicos de la ciudad y lleva su nombre debido a las elegantes damas de la nobleza española, que paseaban en los atardeceres luciendo sus mejores vestidos y galas.

Al final de la calle Las Damas nos encontraremos con el monumento más emblemático de toda la ciudad colonial, el Alcázar de Colón. Este palacio fue morada de Diego, el hijo de Cristóbal Colón, quien vivió en él durante varios años siendo gobernador de la corona española.

El monumento es una verdadera joya de la época y el más espectacular de toda la ciudad. También fue morada temporal, camino a sus futuras conquistas, de muchos otros colonizadores, como Francisco Pizarro, Hernán Cortés, Vasco Núñez de Balboa y Ponce de León.

Santo Domingo, además de su hermosa zona colonial, ofrece muchos y muy variados atractivos turísticos, como parques, museos,  jardines, palacios y, al este de la ciudad y muy cerca del Faro Colón, la curiosa cueva de Los Tres Ojos, conformada por tres profundas lagunas subterráneas entre estalagmitas y estalactitas, un verdadero fenómeno natural de aguas con azufre.