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Praga: el valioso legado judío

TREBÍC.
TREBÍC.

La República Checa guarda en su territorio grandes tesoros de la historia de Europa. Uno de los capítulos más interesantes está directamente relacionado con el legado judío conservado en Praga, que permaneció intacto a lo largo de los años.

En el barrio de Josefov, de Praga, la capital de la República Checa, se abre un importante abanico de propuestas para adentrarse en el histórico legado judío. Es que en ese sector capitalino se puede visitar el antiguo cementerio judío y seis sinagogas, incluida la Sinagoga Vieja-Nueva, la de más antigua data de Europa. Además representa uno de los primeros edificios góticos de Praga ya que fue construida en 1270.

Esta propuesta se puede combinar con la experiencia excepcional que ofrece el antiguo barrio judío de Trevíc, que alberga al primer monumento judío independiente, fuera de Israel, inscrito por la Unesco en la lista de Patrimonio de la Humanidad.

Sólo unas pocas capitales europeas pueden presumir de tener un barrio judío tan bien conservado como el de Praga con seis sinagogas, el Ayuntamiento, el cementerio antiguo y un irrepetible perfil característico que convierten al Josefov en el lugar imprescindible de visitar durante un viaje a la, también llamada, “Ciudad Dorada”.

Al ingresar a las sinagogas hay una serie de exposiciones que al recorrerlas los visitantes tienen la oportunidad de conocer la antigua historia de los judíos praguenses, su arquitectura, ¬tradiciones, costumbres e historias, algunas de las más tristes del siglo 20.

Se dice que el barrio judío debe el buen estado de conservación que lo identifica, paradójicamente a Adolf Hitler, quien durante la Segunda Guerra Mundial no permitió destruir ningún monumento judío en el centro de Praga. Como una supuesta razón se menciona la idea del líder nazi de convertir la capital checa en el “Museo al aire libre de las razas eliminadas”.

No hay certezas al respecto pero se conjetura que quizá gracias a esa intención ese sector quedó intacto.

Del mismo modo, la orden de concentrar todos los objetos valiosos de las comunidades de ese credo del territorio checo en Praga, convirtió al actual Museo Judío en uno de los más importantes del mundo.

Alto nivel. En la actualidad el barrio Josefov es un lugar animado de muy alto nivel, lo confirma el hecho de que su avenida principal llamada Parizska (de París), es la más cara del país. Allí se concentran los comercios y boutiques de famosas marcas internacionales de lujo y los mejores restaurantes de la ciudad.

Trebíc. Dos sinagogas, un antiguo cementerio y una frágil belleza de estrechas callecitas con un pintoresco ambiente identifican al gueto de Trebíc.

Se fundó ya en el siglo XII y por cientos de años convivieron en el lugar las generaciones de judíos y cristianos que juntos crearon un singular espacio donde actualmente se conservan 123 edificios fantásticos, construidos en distintas épocas y con diversos estilos arquitectónicos.

El barrio judío de Trebíc pertenece a los más conservados y más grandes de Europa.

Por su importancia cultural e histórica, el conjunto de casas y sinagogas del antiguo gueto, junto con la basílica de San Procopio, fue inscrito en la lista de la Unesco de Patrimonio Mundial de la Humanidad como primer monumento judío autónomo fuera de Israel.