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La capital panameña, tiene motivos de sobra para ser un destino turístico en sí mismo. Al margen de supuestas operaciones financieras y de escalas aéreas, su arquitectura urbana, sus shoppings y liquidaciones y el canal interoceánico, la posicionan cada vez más.
Es una ciudad moderna, alegre y colorida, con un frente marino brotado de rascacielos de acero y cristal, que la hacen parecerse a una vista de Manhattan desde el río Hudson. La ciudad de Panamá, para quienes no la conocen, es algo poco imaginable.
Después de tomar una piña colada, darse un chapuzón en el Pacífico o en el Caribe y de bailar a la noche algunos merengues y vallenatos, es probable que uno se pregunte: ¿Por qué no vine antes?
Llena la vista esta imponente capital con modernos edificios, autopistas serpenteantes, shoppings y modelos de automóviles que aún no conocemos por acá. Pero, para el turista, eso no es todo: a los visitantes extranjeros, el Gobierno panameño les brinda hasta 30 días de cobertura médica sin cargo. Ni bien se desciende del avión en el Aeropuerto Internacional de Tocumen, se recibe la tarjeta de asistencia y ¡a disfrutar!
“Mire Carlos, entre la explotación del canal y el Puerto Libre de Colón, que recauda mensualmente unos U 86.000 millones, aquí entra una fragata de dinero. Es probable que alguien pegue una ‘mordida’, no lo sabemos, pero el país viene creciendo muy fuerte porque hay muchas, pero muchas inversiones”, nos cuenta entusiasmada Yesibel, mientras compartimos una cena en Pizza Hutt, pegada al Radisson Decameron.
Yesibel es una mestiza muy bonita, cronista de política en el diario Panamá América, donde antes lo fue de temas relacionados al turismo. Y continúa: “Tenemos trabajo, planes de vivienda, de salud y de a poco van naciendo nuevos barrios”, que reemplazan a los conventillos del distrito viejo de San Miguelito, famoso por la pobreza, la delincuencia y la sobrepoblación.
El city tour contratado para el día siguiente, no esconde lo que todos queremos ver: además de los rascacielos, vamos a conocer la otra cara, la cara más popular. Y allá vamos.
En algunos puntos de la ciudad, sobre todo en el casco antiguo, donde el tránsito desordenado forma enormes embotellamientos, todavía se pueden ver los impactos de bala de los tanques norteamericanos que, en 1988, derrocaron a Manuel Antonio Noriega.
Lo buscaban en las barriadas más pobres. Una curiosidad: cayó el millonario Noriega y el cantante mejicano Pedro Rivera se hizo rico entonando un corrido que semanas antes anunciaba el fin del tirano. Es el reverso de la vida.
A pesar de que es “invierno”, el calor y la humedad caribeña se hacen sentir todo el tiempo. Nunca baja de los 27º o 30º y dos o tres más en “verano”. Se transpira, pero el ritmo no se detiene. Nunca se detiene.
El transporte público se realiza mayormente en los ómnibus importados desde los Estados Unidos, idénticos a los que allá se utilizan para el transporte escolar. Cada tanto nos cruzamos con alguna “chiva parrandera”, ómnibus pintados de colores rabiosos, que la gente (panameños y turistas) alquilan por un mínimo de tres horas, para pasear por la ciudad y bailar, porque todos llevan una orquesta rumbera a bordo.
LO QUE HAY QUE SABER
Pasaje aéreo.
Con Copa, salida de Córdoba a Ciudad de Panamá, ida y vuelta, con tasas e impuestos incluidos, desde U 1.311.
Cuándo ir.
A Panamá se puede viajar en cualquier momento del año. El clima es tropical húmedo, con una media de 30ºC y frecuentes lluvias. No es zona de huracanes.
Dónde dormir.
La ciudad de Panamá cuenta con una numerosa oferta de alojamiento. Por ejemplo, el Four Points By Sheraton Panamá, en el corazón del distrito de bancos y negocios y muy cerca de tiendas, restaurantes y entretenimiento, desde $ 442 por noche.
El Veneto A Wyndham Grand Hotel, único con casino incorporado, desde $ 338 por noche.
Hotel RIU Plaza Panamá, también en la zona bancaria y comercial, es uno de los más nuevos y modernos hoteles. Desde $ 774 por noche.
Dónde comer.
El Bodegón, en calle 67, San Francisco. Cocina española mediterránea; de lunes a sábado de 12 a 23. Precio promedio, U 37. Adagio, en calle 38 y avenida Balboa, Bella Vista. Cocina italiana. Precio promedio, U 22.
Sake, edificio Torre de las Américas, planta baja, Punta Pacífica. Cocina japonesa, fusión. Precio promedio, desde U 28.
Formas de pago.
En todos los casos se puede pagar con tarjetas de crédito internacionales, o con dólares billete, que es de libre circulación.
Propinas. En los restaurantes, es costumbre dejar un 10% de propina a los mozos. A los mozos de hotel se les da un dólar por maleta.
Compras.
Panamá es conocida entre los viajeros argentinos por la oportunidad de hacer compras a buenos precios. Además, cultivan la costumbre norteamericana de realizar dos liquidaciones de cierre de temporada, con descuentos de hasta el 60 / 70%. Los horarios de tiendas y centros comerciales son, generalmente, de 9 a 18, pero en los shopping permanecen abiertos hasta las 22, de lunes a domingo.
