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Legendario sendero al Machu Picchu

Al sur de Perú, próxima a la ciudad de Cuzco, se encuentra la antigua ciudadela inca a la que convergen turistas de todo el planeta. Los conquistadores españoles nunca hallaron el considerado templo de adoración al Sol. Leyendas y mitos son un imán para los viajeros.

Empieza a esfumarse la bruma matinal. Encendido de luz aún débil, el Camino del Inca se abre, serpentea valles y barrancos apoyado en la ladera verde de un monte escarpado.

El grupo marcha extasiado, va mirando aquel paisaje silencioso, olfateando el vapor cálido que exhala la tierra mojada. Falta ya cada vez menos para llegar a las ruinas sagradas.

Construido aproximadamente en el año 1300, durante el apogeo del imperio incaico y poco antes de la llegada de los conquistadores españoles a tierras americanas, el Camino del Inca es un legendario sendero trazado en las montañas que lleva hasta las ancianas ruinas de Machu Picchu.

Ubicado a 2.400 metros de altura sobre un descomunal promontorio rocoso cuyas laderas parecen desplomarse sobre el río Urubamba, Machu Picchu fue un templo dedicado a la adoración del Sol al que los españoles nunca pudieron encontrar.

Durante varios siglos, amparadas por el misterio, las historias de una vieja ciudad incaica perdida en las montañas se contaron como una leyenda increíble a la que muchos comparaban con la nunca hallada Ciudad de los Césares. Sin embargo, el 24 de julio de 1911 y durante una expedición arqueológica financiada por la Universidad de Yale, el explorador estadounidense Hiram Bingham encontró las ruinas de Machu Picchu y terminó con las dudas de su existencia.

Hoy en día, Machu Picchu se ha convertido no sólo en el principal destino de todos los turistas que llegan hasta Perú sino, también, en uno de los sitios arqueológicos más visitados del mundo entero.

Mitos

Los mitos labrados en torno a sus ruinas operan como un imán irresistible para los viajeros, que suelen recorrer sus rincones con notoria ansiedad.

La forma más tradicional de llegar hasta Machu Picchu es en un tren de la empresa IncaRail que une la ciudad de Cuzco con Aguas Calientes, un pueblo situado sobre las orillas del río Urubamba desde el que parten varias decenas de buses diarios que demoran veinte minutos en llegar hasta las ruinas. Sin embargo, nadie duda que la manera más emocionante e inolvidable de conocer la vieja ciudad incaica es siguiendo la huella del Camino del Inca que lleva hasta ella. Una caminata de tres o cuatro días, serpenteando en la montaña.

Si bien hasta hace no mucho tiempo el Camino del Inca estaba abierto a quien quisiera hacerlo, a partir de 2000 se fijaron varias restricciones en cuanto al número diario de caminantes permitido. Por eso, en la actualidad el trekking hasta Machu Picchu debe llevarse a cabo exclusivamente con agencias autorizadas con las que hay que reservar un lugar con muchísima anticipación.

El costo puede oscilar entre los 500 y los 1.000 dólares, de acuerdo al tipo de servicio que en cualquier caso incluye las tiendas de campaña, los portadores y todas las comidas. Un valor algo exagerado si se tiene en cuenta que, antes de las restricciones, aquellos que querían cargar con sus carpas y llevar su propia comida debían sólo pagar una decena de dólares como derecho de ingreso al área protegida sobre la que se asienta el camino.

Tesoro entre montañas

El Camino del Inca puede iniciarse en Piscacucho o Qorihuayrachina, el primero ubicado sobre el kilómetro 82 y el segundo en el kilómetro 88 de la línea férrea del IncaRail que lleva hasta Machu Picchu.

Desde allí son 39 ó 33 kilómetros hasta las ruinas, que pueden hacerse en cuatro o tres días de caminata, de acuerdo al punto de partida. Por lo general, la mayoría de los caminantes arranca su recorrido en Qorihuayrachina.

En el comienzo del trekking desde Qorihuayrachina, la huella trepa lentamente entre un paredón verde de eucaliptos, cruza luego puentes de troncos sobre las aguas agitadas de los ríos Cusichaca y Llullucha, rodea la minúscula aldea montañosa de Huayllabamba y termina mezclándose con las pequeñas ruinas de Qente y Llacapata que desde hace siglos custodian la ruta.

Por lo general, tras siete horas de andar, ese es el punto en el que termina el primer día de caminata.

El segundo día es, sin dudas, el más fatigoso y duro. Lentos sobre una cuesta siempre ascendente, bombardeados por los dolores de cabeza que produce la altura, los caminantes deben trepar hasta los 4.198 metros de altura del Paso de Warmiwañusca, cuyo nombre quechua quiere decir Mujer Muerta.

Extenuados y maravillados

Al llegar a lo más alto, extenuados pero también maravillados por los escenarios que pueden observarse desde allí arriba, los viajeros suelen descansar por una y hasta dos horas antes de seguir su rumbo a las ruinas fortificadas de Sayacmará, distantes tres horas de Warmiwañusca. En las cercanías de estas ruinas se suele acampar para pasar la segunda noche en el Camino del Inca.

El tercer y último día lleva primero hasta las ruinas de Phuyupatamarca, cuya característica más saliente son sus baños ceremoniales de agua corriente. Luego, descendiendo cientos y cientos de metros por viejos escalones incaicos, el camino lleva hasta un bosque en el que el rugido del Urubamba se siente cercano. Desde allí, el sendero vuelve a subir acodado a laderas empinadas. Siguiendo una huella angosta, se trepa la montaña hasta llegar a una puerta de rocas sacras, Intipunku, la vieja entrada del Sol inca. Es éste el último paso, previo al mágico premio.

Desde allí, tras cruzar el divino umbral de Intipunku, se pueden empezar a ver los primeros perfiles de la misteriosa ciudadela de Machu Picchu, desdibujada aún por un velo de nubes bajas y blancas y coronado su fondo por la cima vigilante del monte Huayna Picchu.

Aéreo. Con LAN. Ida: sale de Córdoba a las 05.05 y arriba a Cuzco a las 10.30 (12.30 hora local), previa conexión en Lima; regreso, sale de Cuzco a las 18 y arriba a Córdoba a las 9.35 del día siguiente, con conexión en Lima. Tarifa publicada, U 3.046 con tasas, impuestos y Resolución Afip incluidas.

Dónde dormir. En Cuzco, Casa Andina Private Collection es un muy exclusivo hotel en una remodelada y hermosa casona del siglo XVII. Tiene 93 habitaciones con precios desde 129 dólares. Informes y reservas en: www.casa-andina.com/private-collection-cusco

Dónde comer. Calle del Medio es uno de los mejores restaurantes de Cuzco. Está ubicado frente a la Plaza de Armas y posee hermosas vistas de la antigua catedral. Su dirección es Calle del Medio 113 y se pueden hacer reservas por Internet en la página: www.calledelmediorestaurante.com

Excursiones.Trekking desde U 500 a U 1.000. Consultas en:

www.promperu.com

www.caminoincamachupicchu.org

www.surtrek.org