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La rumba y el canal

La imponente mole de acero ingresa a uno de los canales en las esclusas de Miraflores.
La imponente mole de acero ingresa a uno de los canales en las esclusas de Miraflores.

La palabra aburrimiento parece no existir en el vocabulario de los panameños. A la noche buscamos una alternativa divertida y el oído alerta de uno de los conserjes nos sugiere una excursión marina: “No se pierdan la rumba pirata”, me dice. “Tendrán la mejor vista nocturna de la capital, mientras navegan por la Bahía de Panamá”.

Sin demora, allá fuimos y nos encontrarnos, una vez más, con el espíritu festivo de los caribeños alentados por las rumbas y los tragos de ron, con seco Herrerano y vodka.

Nadie detuvo sus contorneos hasta que una linga del buque nos amarró al muelle. “Bien chévere, ¿no?”, alcanzó a decirnos una mujer de color chocolate subido.

Al otro día, temprano, tenemos la excursión más importante cercana a la capital: el Canal de Panamá. Si algún día decide echar velas al Caribe, no deje de conocerlo. Es como un viaje al corazón de la historia grande de Panamá.

Allí estará esperándolo una obra monumental de la ingeniería, a la que los panameños llaman “La octava maravilla”. Es que, una excursión guiada al complejo de Miraflores, le permitirá conocer la maravilla del trabajo de las esclusas, para que los navíos crucen del Pacífico al Atlántico y viceversa, con un tráfico que promedia los 20 buques diarios.

Es fácil imaginar el caudal de dólares y balboas que terminan en las arcas administrativas del gobierno nacional. Y, si tiene suerte con su guía, seguramente le contará la historia del canal y de su traspaso al país en 1999, después de 85 años de administración norteamericana.

Fue el general Omar Torrijos quien consiguió el reco¬nocimiento de la ONU sobre

su soberanía y la firma de los tratados de traspaso que firmó en 1977, con el expresidente ¬Jimmy Carter.

Pero el militar no llegó a verlo. Unos años después, Torrijos murió en un accidente de aviación nunca debidamente aclarado.

Miles de obreros perdieron la vida durante su construcción, iniciada en 1879 por los franceses y finalizada recién en 1914, por los estadounidenses. Algunos murieron ahogados; otros por las explosiones no controladas; muchos sepultados por los aludes de tierra, y miles víctima de la fiebre. Suena fuerte.

El amplio edificio de varios pisos que alberga la construcción de las Esclusas de Miraflores, cuenta con un interesante museo y un simulador de navegación que sorprende a las visitas.

Primero entrará a la imaginaria cabina del capitán y desde allí podrá interactuar, con un video, conduciendo su propio barco entre las gigantescas avenidas de agua del canal. Impresiona por lo real.

El edificio cuenta con una diversidad de balcones en altura para observar desde de allí el paso de los buques, atestados de contenedores o los cruceros turísticos, y un gigantesco mural que le rinde merecido homenaje a los que murieron trabajando en su construcción. La foto frente a él, es casi una obligación.

Desde la capital panameña el menú de las excursiones ofrece viajes de buceo; visitas a la comunidad indígena de Kuna Yala, o una excursión en el Panamá Canal Railway, entre otras oportunidades. Usted elegirá, pero sabemos que los días no alcanzan para todo.

Nosotros, al día siguiente, saldremos desde el Puerto Libre de Colón, en un crucero que recorrerá las islas del Caribe Sur. Una verdadera catarata de sol, playas blancas, aguas color turquesa y paisajes verdes. Pero esa será otra historia.

Una cuestión de estilos. En Panamá, los colores, la alegría y el baile se proyectan a todo el país. En esto se parecen a los brasileños pero, en general, en la clase media alta prevalece un estilo de vida más parecido al de Estados Unidos.

Una de las costumbres típicas de los norteamericanos, se repite en Panamá: las liquidaciones de temporada, con rebajas reales de entre el 20 y el 60 por ciento. Sus precios lo certifican. Un par de zapatillas deportivas, de primera marca, se puede comprar por algo más de 200 pesos argentinos.

Una camisa playera, con short, se consigue en unos 300 pesos. Anteojos de sol, de la marca Ray-Ban, cuestan aproximadamente U 130.

Para comprar artículos de electrónica y cámaras fotográficas, se recomienda Panafoto. Muy buenos precios.