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La Rioja conquista al turismo por el paladar

La Rioja, entre valles, ríos, montañas y quebradas, ofrece un muestrario de bodegas y olivares que trazan una ruta que abarca Aimogasta, Chilecito y Nonogasta, entre otros lugares.
La Rioja, entre valles, ríos, montañas y quebradas, ofrece un muestrario de bodegas y olivares que trazan una ruta que abarca Aimogasta, Chilecito y Nonogasta, entre otros lugares.

La provincia de La Rioja despliega sus encantos para que la visiten, en especial en temporada invernal. Es el momento en que la oferta turística se potencia en ciudades y pequeños pueblos, en los que la cocina regional con toque gourmet conquista por el sabor. 

Reconocida por su Torrontés, olivas carnosas de variedad arauco, vinos de autor y nueces que complementan un exquisito postre o el mejor de los platos gourmet, La Rioja ofrece productos de excelencia en sus cuatro puntos cardinales, los que se potencian al momento de ser ofrecidos por sus propios productores.

La cuenca del Bermejo permite realizar un completo recorrido por Chilecito y Famatina, por lugares históricos -declarados monumentos nacionales- que forman parte de un extraordinario recorrido.

Cuesta de Miranda, uno de los paisajes más bellos de la geografía riojana.
Cuesta de Miranda, uno de los paisajes más bellos de la geografía riojana.

Disfrutar de un día completo por los mejores atractivos, y cerrar la jornada con una buena comida en familia o con amigos, es una propuesta para tentar a cualquiera.

La gastronomía con un auténtico sabor casero y regional, invita a disfrutar de platos salseados con la cepa emblemática riojana o el Malbec, sabores aún más potenciados con una amplia variedad de preparaciones.

Recetas innovadoras

Auténtica y tradicional es parada obligada visitar Ferrito, donde Isidro Albino Ferro, ávido de ofrecer lo mejor a sus platos, va creando recetas innovadoras generosas en aromas, colores y sabores, sin descartar la impronta de provincianía tal como la costeleta a la riojana, vacío al vino blanco con papas doradas; peceto al horno con salsa de vino y el clásico bife a la pobre (corte de carne vacuna a la parrilla con huevos fritos, aros de cebolla, perejil y salsa portuguesa). No es la excepción que ahí se encuentren los mejores vinos de La Riojana, la Puerta y Paimán (ex Chañarmuyo).

Zonas olivícolas que producen aceites con calidad certificada.
Zonas olivícolas que producen aceites con calidad certificada.

La carta gastronómica la integran 45 platos, entradas, minutas, preparaciones regionales y agridulces, donde no faltan las mejores empanadas y el locro auténticamente riojano.

Enoturismo

Del mismo modo, el enoturismo está en alza en La Rioja y consiste en visitar las mejores bodegas donde se prueban copas de distintos varietales, y se asiste al ceremonial donde el experto relata el inicio y proceso de lo que se está bebiendo.

Lo mismo ocurre con el aceite de oliva. Olivas Premium en Nonogasta, invita al turista a conocer y aprender a valorar desde el origen las plantas y luego el proceso hasta el embotellado.

Ese aceite proviene de aceitunas producidas en la localidad del departamento Chilecito, bajo certificación orgánica y son cosechadas de forma manual, cuando aún se encuentran verdes. Las características del aceite, responden a una partida frutada suave con notas verdosas y muy aromáticas, que se adapta a todo tipo de comidas.

La Rioja, entre valles, ríos, montañas y quebradas, ofrece un muestrario de bodegas y olivares que trazan una ruta que abarca Aimogasta, Chilecito y Nonogasta, entre otros lugares.
La Rioja, entre valles, ríos, montañas y quebradas, ofrece un muestrario de bodegas y olivares que trazan una ruta que abarca Aimogasta, Chilecito y Nonogasta, entre otros lugares.

Se impone conocer el interior riojano que se caracteriza por los sabores frescos de su generosa tierra. Es un ritual que los hornos de barro se enciendan temprano para ofrecer el mejor pan casero, el mismo que será protagonista del desayuno tradicional o como acompañante de mates y ricos dulces de estación.

Cerca del mediodía, una picada con aceitunas y queso de cabra es el preludio del almuerzo que sorprende con un cabrito adobado con hierbas.

Por la costa 

Los pueblos de la Costa, entrelazados por la misma ruta nacional 75 que bordea el cordón del Velasco, comienzan en Sanagasta. Allí, el lomo al Malbec en Finca Loma Blanca, recibe al viajero. Y después, se dispone una caminata por la finca para cerrar con el sabor de auténticos dulces hechos en paila, con queso de cabra y pulpa de nuez.

Muy cerca, se puede conocer y disfrutar del mejor aceite de nuez, novedoso, suave y con óptimas propiedades para la salud. La familia Marinelli, es la responsable del producto desde la materia prima y más de 50 años de experiencia nogalera avala la producción.

Un tambo caprino en finca El Huayco, en Agua Blanca, a la bienvenida con los mejores productos y la amabilidad de su gente. Chivito al horno de barro y helado de dulce de leche de cabra son sus fuertes.

Cosecha manual que garantiza la calidad de las olivas.
Cosecha manual que garantiza la calidad de las olivas.

Más adelante, se pueden conocer bodegas con mucha historia familiar que elaboran vinos de autor. Tal es el caso de Casa India, donde la salida del sol embellece las vides mientras se aprovecha la degustación ofrecida y que acompañan las ya tradicionales empanadas riojanas, colaciones con membrillos, pasta de arrope en el más rico alfajor turrón y, como en todos y cada uno de los pueblos, la simpleza de la gente.

Los auténticos dulces caseros, de la zona, hacen que el paladar los disfrute en forma pausada. Son cocinados a leña suave con envolventes movimientos de una gran cuchara de madera.

Donde hay un encuentro debe haber un vino Tacko, que significa “el árbol”, voz utilizada por los nativos para nombrar al algarrobo.

La especie, además de proveer alimento, bebida y madera, da su sombra para el encuentro de familia y amigos, en la ceremonia de la cosecha.

Destacan en particular, los vinos de autor que asumen un color intenso y oscuro, tipo rojo cereza que puede llegar a parecer casi negro. El Malbec es cálido, suave y con taninos dulces muy agradables. Con frescos aromas frutados durante su juventud, evoluciona con aroma a canela y toques de vainilla.

Esos vinos de gran cuerpo, estructura y profundos, son el mayor orgullo riojano.

Aroma de olivos

La embajadora olivícola riojana es la de variedad Arauco, a 130 kilómetros de la capital provincial. Es en jurisdicción de la ciudad de Aimogasta que alberga a la mayoría de las empresas elaboradoras de aceite de oliva, aceitunas en salmuera, rellenas, en pasta, y el complemento de productos de cosmetología con una excelente aceptación en el mercado regional y nacional.

La variedad conocida internacionalmente, bendecida por un clima favorable, se desarrolló en los alrededores de la cabecera departamental.

Fácilmente reconocible por su gran tamaño y un sabor peculiar, se las cosecha verdes o maduras -negras-, para llevarlas a la mesa, o bien transformarlas en conserva, pasas, salmuera o aceite de oliva.

Llegar a Arauco es conocer su historia al pie del olivo cuatricentenario, el mismo que dio origen a la olivicultura en la Argentina, y que la ubica como los mayores productores de la mejor aceituna en el mercado.

Carnosas, en salmuera, pasta o rellenas son inicio de cualquier picada por esa región productiva, infaltables para una salsa en platos gourmet y que son ideales para comprar en los diferentes establecimientos olivareros. Es el caso de Hilal Hnos., que desde 1957 produce en forma artesanal la molienda para un delicado aceite.

El legado familiar realiza prensada en frío y el perfume frutado se advierte ya a la entrada.

Fincas 

Las fincas olivareras rodean toda Aimogasta, conectadas por una buena red vial de asfalto que permite observar desde muy cerca las plantaciones, ubicadas a la vera de la ruta. Además, la ciudad dispone de una buena red de servicios hoteleros y gastronómicos para el viajero.

Importantes atractivos suman a la hora de elegir el nordeste de la provincia de La Rioja, tal como Bañado de los Pantanos, antiguo asentamiento indígena hoy se convirtió en un oasis productivo con plantaciones de jojoba, y en menor escala, algunas aromáticas.

Se puede aprovechar el paso por la región para conocer el peñasco llamado El Señor de la Peña, que en medio de la nada oficia de sede para una de las fiestas religiosas riojanas más importantes.

Más adelante, reciben Udpinango, El Pantano, Los Nacimientos y Vientos del Señor, postales del hermoso paisaje de suelo arcilloso de siete kilómetros de largo por cuatro de ancho, ideal para la práctica deportiva del carrovelismo y kitebuggy.

Y poco más al norte, San Blas de los Sauces, con una gama de aromas proveniente de sus frutos. Imperdonable recorrer ese departamento sin probar sus dulces caseros y los ajíes en vinagre que identifican a los productores ubicados por la ruta nacional 40 en su paso por La Rioja.

* Especial