La historia entre callejuelas

Cuando se arriba a la isla ya sea por barco o en avión, resalta en el corazón de la ciudad a orillas de la bahía de Palma, la catedral de Mallorca o dicho en mallorquín (dialecto local) La Seu, nombre que reciben las catedrales en la corona de Aragón.

Este templo de estilo gótico levantino, construido en 1229, se asoma al mar sobre murallas romanas y renacentistas que oficiaron de protectoras de la ciudad y la convirtieron en la única catedral gótica que cumple con esta particularidad.

Además, es la única catedral en el mundo que proyecta su reflejo sobre el mar.

Una de las características que la vuelve majestuosa, es el rosetón gótico más grande de Europa. De múltiples colores, a determinadas horas del día ofrece un espectáculo increíble en su interior por los efectos del sol. De hecho, las visitas guiadas tienen horarios específicos para poder participar del singular fenómeno de luces.

También sobreelevado, se encuentra el castillo de Bellver (en latín “bella vista”). Es el único castillo medieval redondo de España y el primero en ser construido en Europa.

Ubicado en un pinar que potencia su mística el recorrerlo retrotrae a relatos de tiempos románticos de príncipes y princesas.

Ver la bahía de Palma desde sus torres, además de una maravillosa puesta en escena, permite dar rienda suelta a la ilusión de revivir aquellas invasiones moras de antaño.

Otra de las visitas obligadas en Palma de Mallorca es al Pueblo Español, construido en 1965. Se trata de dos manzanas que se convierten en un complejo turístico en el cual se realiza un recorrido cultural por 100 monumentos y edificios que recrean  a los más conocidos de España.

Las increíbles reproducciones de la ermita de San Antonio, el patio de Los Arrayanes de la Alhambra y la casa del Greco en Toledo, en el marco de la ambientación de costumbres, monumentos y gastronomía típica, trasladan a las calles de Sevilla, Granada y Toledo. Toda España concentrada en este Pueblo Español que compite con el de Barcelona, por ser el mejor del país.

La ciudad de Palma se dispone en callecitas con historia, que ofician de guías para conocer plazas, palacios, castillos, museos e iglesias que narran épocas de invasiones árabes y musulmanas. Entre esos vericuetos urbanos se atesora el patrimonio histórico.

Cuevas del Drach. Un una cueva iluminada, decorada por la propia naturaleza con estalactitas y estalagmitas y el lago subterráneo más grande del mundo se desarrolla un concierto con músicos en vivo ubicados en pequeñas barcas.

Escuchar los acordes de música clásica con la acústica natural de las cuevas entre las formaciones rocosas se torna una experiencia inolvidable.

Son las Cuevas del Dragón  (Cuevas del Drach) que se encuentran en el pequeño pueblo de pescadores de Porto Cristo.

Hay una excursión que las visita y ronda los 45 euros. La propuesta incluye un recorrido por  la fábrica de perlas artificiales Majorica, mundialmente conocidas. Es muy conveniente adquirirlas allí porque tienen precios de fábrica.

Tarifas Estimativas

Bus turístico por la ciudad de Palma de Mallorca, 15 euros.

Excursión a las Cuevas del Drach, 45 euros

Vuelta a la isla, 63 euros

Visita a dos playas en un día, 35 euros.

Platos con sabor a mar

La increíble oferta de restaurantes que hay en Mallorca, tiene directa relación con la importancia que para la cultura balear tiene la gastronomía.

Palma es un lugar preparado para la gran demanda turística que la caracteriza. Por ello, bares y restaurantes se ubican en lugares estratégicos, tal el caso de Caballito de mar, en el Paseo Marítimo, uno de los restaurantes más tradicionales de la isla.

Calidad, servicio y una decoración de vanguardia se concentran en una de las zonas más emblemáticas de Palma de Mallorca como es el Paseo Sagrera, junto al Paseo de La Lonja y a metros de la Catedral.

Si bien ofrece una carta de comida internacional, se caracteriza por exquisitos platos de mariscos, pescados frescos y con el arroz más exquisito.

Se aconseja paladear pulpo o calamar relleno de hongos, desde alguna de las terrazas desde las cuales se divisa el reflejo del mar Mediterráneo, siempre azul.