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FIT, una feria de Babel

El stand nacional de la Feria Internacional de Turismo es, tradicionalmente, el de mayor superficie.
El stand nacional de la Feria Internacional de Turismo es, tradicionalmente, el de mayor superficie.

La principal feria de turismo de la Argentina (FIT) está posicionada entre las tres más importantes del mundo, junto a la Fitur de Madrid y la ITB de Berlín.

Desde que abrió por primera vez sus puertas, la Feria Internacional de Turismo (FIT), organizada por la Asociación Argentina de Agencias de Viajes y Turismo (Aaavyt) y la Asociación de Agencias de Viajes y Turismo de Buenos Aires (Aviabue) en el predio ferial de La Rural porteña, ocurrieron muchas cosas en Argentina y el mundo.

Pese a crisis económicas, cambios políticos, coyunturas desfavorables y hasta complicaciones en todos los órdenes que suele generar el crecimiento, la feria logró ubicarse entre las tres más importantes del planeta en su tipo, junto a la Fitur de Madrid y la ITB de Berlín.

“El éxito de la FIT es una muestra clara del rol de los agentes de viajes argentinos en la industria turística: construimos, con mucho esfuerzo pero también con mucha confianza en nuestras capacidades e iniciativas, uno de los mayores eventos promocionales del mundo”. La opinión pertenece a Fabricio Di Giambattista, vice presidente de la FIT y actual titular de la Aviabue.

Multitudes en los diferentes pabellones; una oferta diversa y completa en servicios turísticos y destinos, y un gran despliegue que requirió inversión y creatividad por parte de los expositores, volvieron a  encontrarse en esta feria anual que comenzó ayer y terminará hoy para el público en general, pero seguirá habilitada mañana y el martes para los profesionales del sector.

Los 5.000 metros cuadrados que ocupan los brasileños en el predio, ratifican la importancia que el mercado argentino tiene para el país vecino. Infinidad de lugares del mundo ya conocidos y otros exóticos conviven bajo techo.

Sin embargo, el pabellón nacional es indudablemente el más grande y visitado, porque allí se concentra toda la oferta turística argentina. Como ya es tradicional, Córdoba es uno de los stands más grandes, con una notable variedad de productos y destinos turísticos regionales. Internacional y federal son las dos palabras que describen a la FIT.

En ese sentido, Di Giambattista no puede soslayar una realidad cercana para el futuro desarrollo de la actividad de las agencias de viajes: el 25 de noviembre próximo, la Aaavyt renovará autoridades y él encabeza la lista Unión Federal, cuyos miembros tienen el respaldo de cada una de las regionales a las que pertenecen.

“Vamos a transformarnos en una federación –adelanta–, tal como lo propusimos desde hace tiempo y eso requiere de personas con idoneidad en su trayectoria dirigencial, que sepan defender los intereses de nuestro sector en todo el país”.

Y agrega: “El fortalecimiento económico de la Aaavyt y de cada una de sus regionales es uno de nuestros objetivos en el corto y mediano plazo. Al mismo tiempo, es central la comunicación interna y externa que emitamos, porque garantiza la circulación de información entre los agentes de viajes y con ello se promueve la participación de los asociados”.

También asegura que se le otorgará un lugar preponderante a la capacitación en todos los niveles, porque sigue siendo prioritaria “la excelencia en la prestación de servicios”.

Al ver los pasillos de cada pabellón repletos de gente, puede entenderse la diversidad propia de esta industria. Algunos planifican sus próximas vacaciones; otros están pensando incluso en el último fin de semana largo del año; no pocos dudan entre un destino, y otros, los expositores, exhiben sus productos turísticos que para ellos sintetizan dos palabras que riman: ocio y negocio.

La inmensa mayoría de los consultados, tanto profesionales del turismo como usuarios potenciales, son optimistas en lo que concierne a la próxima temporada veraniega. Pero los operadores consideran que no todo es positivo y que enfrentan problemas. Di Giambattista los resume en la venta ilegal de productos turísticos; la competencia desleal; las excesivas cargas impositivas en ciertos aspectos; la necesidad de mejorar la capacidad de transporte aéreo; infraestructuras; temas legislativos; apoyo crediticio, y un largo etcétera.

Sin embargo, el objetivo principal sigue siendo convertir a la Argentina en un país turístico, altamente competitivo en el mercado mundial, y eso requiere del esfuerzo privado y oficial.

El dirigente recuerda que “no es poco, ni tampoco casual, que el actual ministro de Turismo (Enrique Meyer) haya sido precisamente un agente de viajes”.

Al salir de La Rural, después de haber estado varias horas en esta “feria de Babel”, aparece una sensación extraña, parecida a la que podría tenerse tras regresar de un largo viaje por todos los continentes: se siente como que se ha llegado finalmente a Buenos Aires, después de haber dado la vuelta al mundo en 80 cuadras.