El camino lleva a San Clemente

San Clemente es una pequeña localidad cordobesa del valle de Paravachasca, departamento Santa María, ubicada entre Potrero de Garay y Bosque Alegre. Tiene aproximadamente 200 habitantes y está a 79 kilómetros de la ciudad de Córdoba.

Hacia allí nos dirigimos en bicicleta, a la mañana bien temprano, en una fresca jornada, luego de un fin de semana de altas temperaturas. En el cielo, las nubes presagian lluvia.

Partimos desde la ciudad de Córdoba y continuamos por la ruta provincial 5, pasamos Alta Gracia y continuamos por ruta provincial 52, que nos conduce a Potrero de Garay, hermosa villa serrana. A un par de kilómetros, encontramos el Gaucho Urbano, singular escultura de Antonio Seguí de 11 metros de altura y casi cinco toneladas de peso.

La estatua lleva un ejemplar de La Voz del Interior bajo el brazo y un teléfono celular en la cintura, una tarjeta de crédito y un perro que la acompaña. Se encuentra en el cruce con la ruta S271 que comunica con Potrerillo y San Clemente.

El camino presenta subidas y bajadas importantes, se cruza por un cementerio y al final, ya cerca del pueblo, un gran descenso. El recorrido es en un entorno de sierras y numerosos árboles.

Tras uno de los descensos más emocionantes encontramos el río San Pedro donde un grupo de boys scouts se organizan para armar el campamento.

Los últimos siete kilómetros antes de arribar a San Clemente son una pronunciada bajada que exige mucho cuidado, sobre todo por la tarde cuando el paso de vehículos se incrementa. A la derecha, una curva nos deposita en el recientemente inaugurado bulevar que cruza el pueblo.

Encontramos otro curso de agua, el río San José, mucho más caudaloso que el anterior, con buenos balnearios y un vado y cuando arribamos a San Clemente comienzan a abrir los negocios del pueblo y aprovechamos a hidratarnos.

Pueblo serrano

La pequeña población tuvo un gran cambio en su rutinaria existencia cuando se pavimentó el camino que la une con Potrero de Garay. Al hacer más accesible el tránsito San Clemente tiene más visitantes en la actualidad, los que en su mayoría ignoran que la comuna fue posta del Camino Real. En esa jurisdicción está uno de los accesos al Parque Nacional Quebrada del Condorito y los lugareños recomiendan visitar los restos de las culturas sanavironas y comechingonas dispersos en esas coordenadas, tranquilas e ideales para practicar trekking, cicloturismo y pesca, entre otras. La estancia La Granadilla de 800 hectáreas al pie de las Sierras Grandes es otro de los atractivos al igual que la capilla Nuestra Señora de la Merced de 1940.

La vuelta

De regreso hacia Potrero de Garay, lo que antes fue una marcada bajada de siete kilómetros, se convierte en trepada. Un gran esfuerzo hasta que se arriba a un circuito de descensos, uno más rápido que el anterior, que generan bastante adrenalina.

Comienza a llover y lejos de molestar se convierte en una bendición.

Ya en Potrero de Garay, localidad ubicada a orillas del lago Los Molinos, observamos el notable crecimiento registrado en los últimos tiempos en el desarrollo inmobiliario. No es casual, porque la localidad se encuentra en el marco de espléndidos paisajes que tienen agua asegurada a través del lago Los Molinos y de los ríos San Pedro y Los Espinillos.

De todas maneras, la población es de mil habitantes y mantiene su ritmo pueblerino que sólo se modifica con la llegada de visitantes porque se encuentra a menos de una hora de la capital provincial y a 28 kilómetros de la ciudad de Alta Gracia.