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Dominicana: un recreo de playa para conocer Santo Domingo

Una de las callecitas de Santo Domingo, con sus típicas construcciones coloniales, los balcones y los faroles que las distinguen. Una postal.
Una de las callecitas de Santo Domingo, con sus típicas construcciones coloniales, los balcones y los faroles que las distinguen. Una postal.

No todos son días de sol y playa. Esos momentos excepcionales en que el sol no brilla, quizá sean la oportunidad para decidir una escapada a Santo Domingo, con curiosidad histórica o como tour de compras. Son 230 kilómetros de autopista los que separan Bávaro de la capital del país.

No todos son días de sol y playa. Esos momentos excepcionales en que el sol no brilla, quizá sean la oportunidad para decidir una escapada a Santo Domingo, con curiosidad histórica o como tour de compras. Son 230 kilómetros de autopista los que separan Bávaro de la capital del país.

Santo Domingo de Guzmán, tal el nombre completo, es una ciudad con historia, la más antigua del Nuevo Mundo, fundada por don Bartolomé Colón, hermano del descubridor, quien fue nombrado adelantado y primer gobernador de la isla.

En su zona colonial, la ciudad está amurallada y balconea sobre el puerto. Dentro de ella están los símbolos de la primera ciudad, como la Calle de las Damas, la más antigua del continente. Una sucesión de edificaciones, de diversas épocas, se van alternando en forma anárquica.

Construcciones como la Catedral de Santa María de la Encarnación, con sus tres naves de estilo gótico; el Palacio Virreinal Alcázar de Diego Colón; el Panteón Nacional, o la Fortaleza Ozama, forman parte de un recorrido a disfrutar por los amantes de la historia. La caminata culmina en la Plaza España, el escenario de grandes conciertos y actividades culturales y también centro de reunión, donde los locales disfrutan de un trago o una comida al aire libre.

Desde chicos cautivan a los visitantes. Al fondo, el Faro de Colón.
Desde chicos cautivan a los visitantes. Al fondo, el Faro de Colón.

Para quienes quieran hacer compras, Santo Domingo tiene una gran diversidad de shoppings y circuitos a cielo abierto, como El Conde, un paseo peatonal de ocho cuadras, de pintoresco ambiente bohemio, digno de recorrerse.

O los grandes shoppings, como Acrópolis, Ágora Mall, Blue Mall, 360 y Sambil, que abarcan todas las opciones, con marcas internacionales de primera línea y cada uno para un perfil de consumidor distinto.

Fuera de la zona colonial hay un monumento construido para los 500 años del descubrimiento de América, llamado el Faro a Colón. En su interior se despliega una exposición permanente presentada por los países iberoamericanos. Allí descansan los restos del almirante y por las noches potentes luces iluminan el cielo en forma de cruz, marcando una guía para los navegantes.

Pero, además de historia y monumentos, Santo Domingo tiene barrios como Gazcue, Nazco, Piantini o Paraíso, que muestran un explosivo desarrollo inmobiliario, con emprendimientos gastronómicos, cines y teatros. Cuando llega el atardecer, es imperdible la recorrida por el Malecón, la rambla que bordea el mar, quizá la “discoteca” más larga de América al aire libre.

Traguito y roncito

“En Dominicana se practican tres religiones: la evangélica, la católica y la alcohólica”, bromea el tío Rocky. Las bebidas favoritas son el ron y la cerveza. El primero es la bebida nacional y un producto derivado del más difundido de los cultivos: la caña de azúcar.

Se elabora por la fermentación de la melaza, que es el líquido residual que queda después de la cristalización del azúcar en el jugo de la caña. Se lo destila y en el caso del ron añejo, se lo envejece en barricas.

Una de las callecitas de Santo Domingo, con sus típicas construcciones coloniales, los balcones y los faroles que las distinguen. Una postal.
Una de las callecitas de Santo Domingo, con sus típicas construcciones coloniales, los balcones y los faroles que las distinguen. Una postal.

Hay tres marcas emblemáticas: el Bermúdez, el más antiguo de América, producido por la familia que introdujo la caña de azúcar (don Diego de Bermúdez acompañó en sus viajes a Colón); el ron Barceló, de auténtico sabor dominicano, que fabrica la bodega fundada por Julián Barceló, un mallorquín presente en el país desde 1929, y finalmente, y quizá el más popular, el ron Brugal, que se produce desde 1880. Brugal acaba de sacar al mercado una producción limitada de su ron Papá Andrés, Edición Alegría, con 1.000 botellas que se venden cada una al precio de U 1.500.

Comparte las preferencias con el ron las cervezas. “Bájame una fría”, se escucha cada vez más seguido en las barras, refiriéndose a la cerveza y el modo que prefieren tomarla, bien helada o, como dicen, “vestida de novia”, por el velo de hielo.

Palacio Nacional, sede del gobierno de República Dominicana.
Palacio Nacional, sede del gobierno de República Dominicana.

Existen varias marcas producidas en Dominicana, más precisamente 21 de ellas. Las más conocidas son la Presidente, una Pilsener de la Cervecera Nacional Dominicana (empresa que aguantó históricamente los embates del dictador Trujillo, interesado en manejar el paquete accionario) y la cerveza Bohemia, nacida recién en la década de 1980, como competencia de la Presidente, de mayor contenido alcohólico y alta calidad.

Habichuelas para todo y en todo

La gastronomía dominicana recibió influencias de las diferentes corrientes migratorias y de sus raíces aborígenes. Sus platos tienen algunas características similares al resto de Caribe, pero con matices que le dan singularidad. “El exceso de salud perjudica la salud”, sentencia nuestro guía. Así se van sucediendo platos ricos en calorías como “ la bandera”, que combina arroz blanco, carne, habichuelas rojas y plátanos maduros fritos. El cerdo asado; el “pica pollo”, que son trozos de pollo frito, o el tradicional “sancocho”, que puede ser de diferentes carnes, hortalizas y plátano. Hay “moro de gandules” con coco, trozos de pescados y mariscos, y también “concón”, con arroz, habichuelas y aguacate. De postre: palitos de coco, canquiñas, o las siempre presentes habichuelas con dulce.