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Cruceros: otra forma de hacer turismo

Es una realidad que los viajes de placer a bordo de un crucero se han convertido en una opción cada vez más común y accesible para los turistas argentinos. Las compañías compiten con barcos, ofertas y servicios. Con el MSC Preziosa por el Mediterráneo.

Que los cruceros se han convertido en una propuesta válida y accesible para el turista argentino y que cada temporada lo demuestra con más y mejores barcos y ofertas ya es una realidad.

Las compañías compiten entre sí para ofrecerles a los viajeros razones para navegar una y otra vez, con los beneficios que ello implica.

Más y mejores barcos; mayores comodidades y confort; nuevas opciones de entretenimiento; gastronomía renovada; spa y gimnasios modernísimos, y el plus de brindar espacios de privacidad, aún en barcos enormes, son algunas de las propuestas que buscan motivar a los viajeros a repetir la experiencia.

Por todo eso, el viaje inaugural del MSC Preziosa por el Mediterráneo no defrauda. Tras la ceremonia de bautismo, con Sofía Loren como madrina, la nave número 12 de la compañía, con sus 18 pisos de altura, 333 metros de eslora y 68 metros de manga que la hacen un enorme hotel, se puso en marcha con serena suavidad sobre las aguas del mar Mediterráneo.

Tiene 30 mil metros cuadrados de espacio, que albergan a 1.390 tripulantes pendientes a toda hora del día en satisfacer a los 4.300 pasajeros que ocupan las cabinas, bares, restaurantes y espacios comunes.

"E la nave va". A la hora de viajar, debe haber pocas cosas más odiosas que armar y desarmar valijas. Si uno pretende visitar más de un par de ciudades, a esa molestia debe sumarse la de cambiar de hoteles, habitaciones y camas.

Todo eso en el crucero está resuelto. Los camarotes tienen la medida justa para estar confortables a la hora del sueño, porque en realidad poco tiempo más es el que se pasa dentro de ellos.

La mayoría de los días se desembarca para conocer los puertos en que se hace escala y los días de navegación se recorre el barco y se disfrutan las actividades a bordo.

Los interiores del barco son mucho más sobrios que los de sus antecesores. En comparación, casi minimalistas, pero sacudidos con golpes de lujo ostentoso, como la escalera del hall central con escalones de brillantes de Swarovsky, que cuestan U 6.000 cada uno.

Diversiones y etcétera. Cada rincón del MSC Preziosa nos hace sentir que estamos en un resort. La novedad que más impacta es el tobogán acuático de 13 metros de altura, que recorre 120 metros de puro vértigo.

Si lo que se busca es tranquilidad, el top 18 es el solárium exclusivo para adultos, con una brochette de frutas, o simplemente ir al puente 15, al garden pool y ver cómo se confunde el agua de la piscina vista infinita, con el azul del mar.

En el barco hay mucho tiempo para la diversión, pero en estas épocas es cada vez más frecuente mezclar trabajo con viajes de placer. Muchos pueden desempeñar sus tareas diarias, sin importar dónde se encuentren y, para eso, necesitan estar comunicados. Hasta hace poco en los cruceros este era un problema, pero hoy es sólo una cuestión de costos.

La conectividad Wi-Fi es excelente en cualquier lugar del MSC Preziosa, aún cuando se encuentra navegando en alta mar. Y lo mismo ocurre con las comunicaciones con teléfonos celulares. Para muchos, esa posibilidad de estar conectados, es la que les permite viajar.

Yacht Club, un mundo aparte. Dice el sociólogo Dean MacCannell, "a los turistas no les agradan los turistas". Hay quienes piensan así y suelen evitar los grandes barcos a la hora de elegir un crucero. Cuando se movilizan cuatro o cinco mil personas, es inevitable alguna aglomeración al momento de embarcar y desembarcar o se torna difícil compartir el bufet o elegir reposeras alrededor de las piscinas. Esos viajeros tienen ahora la posibilidad, claro que pagando un dinero extra, de acceder a la clase Yacht Club manteniendo su intimidad, con el mejor servicio posible, sin renunciar a poder utilizar y disfrutar de todas las instalaciones del barco. La propuesta incluye servicio de mayordomo; canapés y champán a discreción; diarios del día; zona privada con piscina, jacuzzis, bar y solárium, y lounge con música en vivo todas las noches, todo para relajarse sin importar nada más.

Lo que hay que saber

El barco.
139.400 toneladas
333 metros de eslora (largo)
38 metros de manga (ancho)
18 pisos de altura
24 nudos de velocidad
4.345 pasajeros
1390 tripulantes
5 restaurantes; 2 bufés; 20 bares; 1.700 m2 spa; 3 piscinas; 10 jacuzzis; casino; teatro para 1.600 personas; discoteca; cine 4D; bowling, y simulador de Fórmula 1

Consejos.

Al comprar el paquete, elija el camarote que más se adapte a sus necesidades: los del centro del barco son los que menos se mueven. Si no quiere ruidos, elija un camarote lejos de las zonas comunes de discoteca y ascensores.

No se pueden subir a bordo ni bebidas ni comidas. Si son bebidas, puede reclamarlas al desembarcar.

La indumentaria es relajada. Lleve un traje o saco para las noches de gala y ropa sport elegante para las cenas; el resto del tiempo, bermudas y remeras durante el día.

No necesita llevar dinero encima. Al abordar recibe una tarjeta en la que se registran los consumos que realice. Un día antes del desembarco se hace la liquidación. Si presentó una tarjeta de crédito al abordar, el débito es automático, sin colas ni esperas.
No olvide llevar un adaptador de enchufe. La corriente es 220 v, pero los tomacorrientes son de dos patas.

Sólo se puede fumar en zonas reservadas. Cumpla con ese requisito para evitarse inconvenientes.

Más información: www.msccruceros.com.ar