buscar

Chicago, donde el viento te despeina

La llaman la Second City, la segunda ciudad, o Windy City, la ciudad del viento. Lo concreto es que Chicago es una ciudad atrapante, parecida a Nueva York pero en escala humana y llena de atractivos fáciles de conocer. Caminando o en bicicleta, la alternativa más válida.

El viajero desprevenido sale de su hotel una mañana de primavera boreal y comienza a caminar por esas amplias avenidas y calles, muchas de ellas “techadas” con grandes estructuras de acero por las que circula un tren; mira hacia arriba y no ve las torres de los rascacielos, antiguos y modernos, inmersas en la bruma; siente el viento frío que le golpea en el rostro, y piensa: estoy en Nueva York.

No. En este caso está en Chicago, a la que se conoce como Second City, la segunda ciudad, por la cantidad de habitantes (casi tres millones, que ascienden a 10 millones en el área metropolitana), pero en realidad es la tercera, detrás de Nueva York y Los Ángeles.

Cara al viento

También le dicen Windy City, la ciudad del viento, por la omnipresencia de ese fenómeno natural que sopla desde el lago Michigan, uno de los cinco grandes lagos de Norteamérica que, con una superficie de 58.000 kilómetros cuadrados, se parece más a un mar. Una compañera de viaje llegó a preguntarse si el agua “sería salada”.

El comentario obligado, entre el grupo de amigos asistentes a una feria de turismo, el IPW (Internacional Pow Wow), es justamente ese: el parecido de esta ciudad de Illinois con Nueva York. Es parecida, pero “más prolija”, dice uno; es como Nueva York, pero “a escala humana”, opina otro; “yo la veo más ordenada y limpia”, estima un tercero, y todos coinciden en el parecido, pero más chica, menos apabullante y más “abarcable”.

Es Chicago, que según la historia, nació alrededor de 1780 cuando el primer habitante no aborigen, el francés Jean Baptiste Point DuSable, llegó allí, se casó con una nativa y decidió establecerse a orillas del lago.

Para explicar el nombre de la ciudad, también hay dos bibliotecas: una que afirma que se trata de una traducción francesa de la palabra nativa shikakwa, que significa cebolla o ajo silvestre y que derivó en checagou; la otra, según exploradores españoles, es el nombre que le daban a la región los aborígenes potawatomis, Chicaugou, y que le daban el significado de “fuerte” o “poderoso”.

Los rascacielos

Y para “competir” con su hermana de la costa este, un dato más: siempre se dijo, o al menos así lo escuché, que Nueva York era la ciudad donde “nacieron” los rascacielos. Pues ahora me anoticié que no, que es a Chicago a la que se considera como el origen de los rascacielos.

El edificio más alto de la ciudad es el Willis Tower que antes era llamado Sears Tower, con 103 pisos y 412 metros. En el último piso hay un balcón de cristal que sale cuatro pies (1,20 metros) sobre el abismo y al que llaman Skydeck o The Ledge.

Si usted sufre de vértigo, la recomendación es que no pise ese balcón; ahora, si quiere sentir cómo la adrenalina le circula por el cuerpo, no deje de hacerlo. El Skydeck está abierto todo el año.

Nativos, los menos

Una de las cosas que sorprende de Chicago es que la mayor parte de su población no son nativos de allí. Es importante la cantidad de habitantes de origen mejicano, la mayoría de ellos empleados en la actividad gastronómica.

Ello, sumado a que casi el 30 por ciento de los habitantes de Chicago son hispano hablantes o latinoamericanos, hace que el idioma español sea el más escuchado después del inglés.

De la población total, algo más del 40 por ciento son blancos y hay un 32 por ciento de afroamericanos. La discriminación racial que sufrieron los negros en el sur, hizo que en los ’40, ’50 y hasta entrada la década de 1970, miles de ellos se trasladaran a Illinois, inmigración interna que quedó patentizada en Chicago y que se tradujo en múltiples expresiones culturales, particularmente en la música: jazz y blues.

Y en política, Chicago también tiene su marca registrada. En las décadas de 1880 y 1890, las organizaciones sindicales establecieron una fuerte presencia del anarcosocialismo; en gran parte del siglo 20, se transformó en una “fortaleza” del Partido Demócrata y, como muestra, vale mencionar que desde la década de 1930, los ciudadanos chicaguenses no han tenido un alcalde republicano.

Cómo conocer la ciudad

Como se dijo antes, una de las características de Chicago es que muchas de sus calles están “techadas” por estructuras de acero por las que circula un metro de superficie. Se trata del Chicago “L”, de Elevated (elevado), sistema de transporte público, rápido y eficiente, que brinda el servicio en el downtown (centro) y en barrios de la periferia.

Es uno de los más antiguos y utilizados de los Estados Unidos y su recorrido total es de 170 kilómetros. El pasaje cuesta entre U 3 y U 5, según la distancia.

Chicago Loop Tour Train es una visita guiada gratuita, que dura unos 40 minutos a bordo del metro y permite conocer algunos del los rincones históricos de la ciudad. Hay que solicitar el ticket gratuito en la Chicago Architecture Foundation, Chicago Cultural Center Visitor, en la calle 77 East Randolph Street.

Otra excursión recomendable para hacer es en tranvía o en un ómnibus de dos pisos, con el sistema Hop-on Hop-off, es decir, usted se puede bajar en una parada y volver a subir en esa o en otra parada, ya sea al tranvía o al bus.

El Chicago City Tour es una de las mejores opciones para conocer lo mejor de la ciudad, ya que la ruta programada comprende todos los lugares de interés de Chicago, como Millennium Park (donde se encuentra la famosa Cloud Gate, la puerta de la nube, o más conocida como the bean, (el frijol); Michigan Avenue Bridge; Art Institute; Field Museum; Navy Pier; la Magnificent Mile; Water Tower; John Hancock Observatory, y el Skydeck.

También se incluyen tres excursiones a barrios, además de la excursión nocturna de luces de la ciudad, disponible entre el 1 de mayo y el 30 de septiembre. Las excursiones parten desde Millennium Park y los barrios que se visitan son Chinatown (barrio chino), Greektown (barrio griego) y Little Italy (la pequeña Italia). El boleto por un día cuesta U 70 para dos personas.

Asimismo hay una excursión por el río Chicago, en lancha, que permite observar y conocer los mayores hitos arquitectónicos de la ciudad. Vale decir que para un estudiante de arquitectura o un arquitecto, Chicago es como el paraíso de las formas.

Pero, si lo que quiere es llevarse una imagen de lo que es Chicago, la mejor manera de recorrerla es a pie. Con un mapa de la ciudad en la mano, no es difícil en dos o tres días conocer lo mejor de esta urbe.

Y si se anima, la otra opción es en bicicleta. Chicago tiene más de 200 kilómetros de ciclovías y un sistema de autoservicio para alquiler de bicicletas: usted llega a una de las numerosas dársenas donde están las bicicletas celestes, se instala frente al pilar donde están las tarifas y por 7 dólares por día, que paga con su tarjeta de crédito, retira la bicicleta y se va. La puede devolver en la misma dársena o en otra.

Chicago también tiene muchos museos para visitar, pero hay dos ineludibles: el Instituto de Arte de Chicago y el Museo de Ciencia e Industria.

Y si programa salidas nocturnas, una de ellas debe ser para visitar House of Blues, un enorme edificio ubicado en 329 N Dearborn St, al lado del río, donde el lema es In blues we trust (en los blues nosotros confiamos). Queda todo dicho.

El espacio no permite extenderse mucho más, pero la conclusión es: conocer Chicago, absolutamente recomendable.

IPW, feria de grandes números

El International Pow Wow es la mayor cita de la industria del turismo de los Estados Unidos y cada año se realiza en una ciudad distinta. Esta edición, que se desarrolló entre el 5 y el 9 de este mes, se concretó en Chicago.

La feria reunió a más de 6.000 delegados provenientes de todo Estados Unidos y de 70 países. Fueron más de 1.100 stands atendidos por 4.000 delegados, 1.400 compradores y 500 periodistas que se dieron cita en el McCormick Place, el centro de convenciones más grande del país con 234 mil metros cuadrados. Según sus organizadores, el IPW generó un impacto económico de U 4,7 mil millones a favor del país como destino.

En el marco del IPW, la conferencia de prensa ofrecida por Orlando fue la que ofreció la noticia más impactante: el presidente y CEO de Visit Orlando, George Aguel, anunció que esa ciudad de Florida recibió 59 millones de visitantes en 2013, estableciendo un nuevo récord para los EE UU.

Además, se anunciaron nuevas expansiones en Universal, SeaWorld Orlando y una nueva montaña rusa en Fantasyand, de Walt Disney World Resort.

Lo que hay que saber

Aéreos: Copa Airlines opera vuelos diarios a Chicago desde Córdoba, con conexión en Panamá. Tarifa: desde U 2.014. Incluye impuestos, tasas y percepción Afip del 35%. No incluye fee de emisión en oficinas de ventas U 33.75.

Alojamiento: Sheraton Chicago Hotel & Towers (301 East North Water Street), tarifa por noche, desde U 256 (final). Ubicado en el centro, a pocos pasos del Millennium Park y Michigan Avenue.

Dana Hotel & Spa (660 N State St), en el River North, downtown, cerca de la Magnificent Mile. Hotel boutique. Tarifa desde U 135. Recomendable.

Museo de la Ciencia e Industria (5700 S. Lake Shore Drive): horario, de 9 a 17,30. Entradas: U 27 los adultos y U 18 los niños.

Transfer desde el aeropuerto O’Hare al centro: taxi U 30 y tren U 5.