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A caballo por la Patagonia

Al trote o al galope se recorre la geografía de Comarca los Alerces.
Al trote o al galope se recorre la geografía de Comarca los Alerces.

Para disfrutar de la estepa y de la cordillera, en Esquel se realizan cabalgatas como lo hacían los primeros colonos en la Patagonia. Al trote o al galope se recorren los paisajes desde otra perspectiva. Desde esta temporada, también en el cerro La Hoya.

La ciudad de Esquel, en la provincia de Chubut, es hoy un destino obligado para conocer la naturaleza, la historia y la cultura de la Patagonia andina. Tanto la ciudad como los alrededores ofrecen una muy nutrida e interesante oferta turística, y año a año se suman opciones para disfrutar de estos paisajes únicos en cada estación: verdes durante el verano, rojos y ocres en otoño y primavera, y un manto blanco en invierno.

Al paso, al trote o al galope: las cabalgatas se imponen como una excelente opción para recorrer la Comarca de los Alerces.

“Cada viajero tiene su ritmo pero la consigna es seguir al guía”, dice Héctor Diocares, símbolo de las cabalgatas que parten todos los días desde la chacra Los Álamos, ubicada a siete kilómetros de la ciudad de Esquel.

Para ello organiza grupos de hasta ocho personas, sin importar la falta de experiencia ni la edad: “Nuestros caballos son mansos y dóciles, enseguida uno se siente cómodo en ellos, incluso los chicos, que lloran cuando se tienen que bajar, o los abuelos, que quizás añoran sus galopes de juventud. Hemos llevado hasta una mamá que amamantó a su bebé sobre un animal, mientras hacíamos el paseo”, recuerda.

Es notable la habilidad de los esquelenses para sostenerse en el lomo de un caballo y lucirse con sus destrezas. Prueba de ello son las numerosas fiestas y jineteadas se evidencia la complicidad de años de diálogo silencioso con sus nobles compañeros. Y algo parecido sucede luego de una cabalgata, que sella la cercanía entre el jinete y su caballo, ambos disfrutan de manera mancomunada de un paseo en medio de la naturaleza, aunque más no sea por unas pocas horas.

“Para quienes se suben a un animal por primera vez, es una aventura inolvidable, y los que ya lo han experimentado, tienen la oportunidad de recorrer de una manera distinta los paisajes patagónicos”, explica el conocedor guía, orgulloso de los bellos ejemplares de la chacra Los Álamos, donde trabaja junto a su padre. A él le toca continuar la tradición que inició su abuelo de criar caballos y amansó numerosos animales en estancias de la zona hace más de 60 años.

El recorrido más corto y sencillo, de una hora aproximadamente, es ideal para disfrutar en familia. Ensillados los caballos, la invitación es montarlos para dar comienzo a la aventura. El que encabeza la travesía marca el tranco y el resto lo sigue.

Mientras comienza el ascenso, el viento acompaña y colabora para que la vegetación y la fauna desfile ante el improvisado público.

Después de atravesar un bosque de pinos se observan los cerros Colorado, Nahuel Pan, La Cruz y los cordones montañosos Situación y Esquel, con paredes rocosas de diferentes colores y picos siempre nevados.

La naturaleza se expresa en el silencio, sólo interrumpido para advertir algún animal en fuga o admirar alguna panorámica.

En el descenso se obtienen una de las mejores vistas del valle en toda su dimensión, con el casco urbano de Esquel como fondo. Los caballos son muy dóciles y si se les propone un poco de velocidad, aceptan el reto.

Héctor, como buen guía, tiene numerosas historias y anécdotas para que el paseo se torne inolvidable en el regreso a casa.

Si se disponen de dos o tres horas para una travesía más extensa, se gana altura y perspectiva. Los viajeros disfrutan de una pequeña trepada y de una vista mucho más bella de la Comarca los Alerces.

También es posible contratar una cabalgata nocturna, que llega hasta el cerro La Cruz y así admirar el cielo estrellado como sólo se presenta en la Patagonia.

Al regresar, el premio para los jinetes participantes es la vista iluminada de la ciudad de Esquel.

Finalmente, para aquellos fanáticos de las cabalgatas y para los dispuestos a participar de una jornada completa alejados de los grandes núcleos urbanos, hay otras alternativas.

También desde chacra Los Álamos se hacen cabalgatas de jornada completa (y asado incluido), con el cerro Nahuel Pan como meta.

Al trote por el cerro La Hoya

El tradicional centro invernal La Hoya, a 12 kilómetros de Esquel, también se disfruta en verano. El Centro de Actividades de Montaña La Hoya trabaja en este tiempo estival tanto como en el invierno.

Se puede ascender en la telesilla del bosque, recorrer los senderos autoguiados, tomar un descanso en la confitería La Piedra y desde esta temporada, participar de un paseo guiado a caballo por el cerro.

La original aventura para experimentar nuevas sensaciones en un ambiente de alta montaña es responsabilidad de la agencia Frontera Sur quien propone participar de la misma con el acompañamiento del guía especializado en cabalgatas en la nieve, Adrián Lucero.

“La invitación es disfrutar de una travesía con caballos que conocen bien la zona y saben de la altura, la piedra y la cornisa”, resume Lucero.

De esta manera, los intrépidos que se suman pueden conocer de ese ambiente, la flora, la fauna, observar los colosales paisajes cordilleranos y las formaciones geológicas, por los datos precisos de quien los guía quien además ofrece seguridad a los grupos que no superan las cuatro personas.

El recorrido es de una hora y media, aproximadamente, y asciende hasta los 1.300 metros sobre el nivel del mar. A medida que se acorta la distancia al mirador de laguna La Zeta, los paisajes sobrecogen a los jinetes.

Una vez arriba, se observa a lo lejos, la ciudad de Esquel, Trevelin y los antiguos corrales, y se conocen tres relieves diferentes: el bosque de lengas, la estepa patagónica y la alta montaña.

Sendero de los Guanacos

Otra alternativa que ofrece Frontera Sur es llegar al Sendero de los Guanacos, a 1.700 metros de altura y a ese nivel se encuentra la confitería La Piedra. Se trata de una cabalgata que insume aproximadamente, dos horas y media, y resulta ideal para quienes disfrutan de la naturaleza más pura de la cordillera.

“Es la primera vez que se ofrece la opción de recorrer el cerro La Hoya en cabalgatas por la nieve”, dice el guía, sobre todo luego de la sorpresiva nevada de mediados de enero que acumuló cuatro centímetros de nieve a partir de los 1.660 metros.

Aquellos que ya conocen bien el cerro a través de actividades como trekking o caminatas con raquetas, coinciden en que “la experiencia a caballo es totalmente diferente: se asciende sin esfuerzo, sin cargar equipos, y se puede disfrutar de las sorpresas que siempre tiene el cerro pero que muchas veces pasan inadvertidas”.

Las cabalgatas tienen salidas diarias a las 11 y a las 15. Aunque también, a pedido de los visitantes, se organizan excursiones de jornada completa o de varios días.

Lo que hay que saber

Transporte. En avión. Aerolíneas Argentinas tiene cuatro vuelos semanales desde Buenos Aires. La aerolínea Sol conecta con Trelew y Comodoro, y hace combinaciones a Buenos Aires, por Bahía Blanca y Río Gallegos. En ómnibus. numerosas empresas de transporte terrestre llegan a Esquel desde distintos puntos del país con servicios diarios y diferentes categorías.

Alojamiento. Esquel cuenta con hoteles de todas las categorías, hosterías, cabañas, apart, posadas, departamentos, casas en alquiler y campings que pueden consultarse en: www.esquel.gov.ar/turismo/dondedormir

Cabalgatas. Chacra Los Álamos: ruta 259, Km. 7, teléfonos (02945) 45-1791 / 154-16333. Frontera Sur. Sarmiento 784, teléfono (02945) 45-0505. En Internet: www.fronterasur.net

Más información: Secretaría de Turismo de Esquel teléfonos: (02945) 45-1927 /3145. E-mail: infoturismo@esquel.gov.ar