Panamá: un canal de historias profundas

A lo largo de 2.500 kilómetros de costa repartidos por mitades sobre los océanos Atlántico y Pacífico, este angosto y sinuoso país hace de puente entre las Américas y de vía de comunicación marítima a través del Canal de Panamá.

El canal es uno de los puntos de navegación más importantes del mundo. Su construcción, una audaz obra de ingeniería, no sólo unió ambos océanos, sino que fue el motivo del nacimiento del país. Dejarnos llevar por Panamá es disfrutar de su naturaleza tropical en el Caribe, es adentrarnos entre montañas. Y es, ciertamente, pasear por su capital, que ofrece arquitectura de vanguardia junto a barrios coloniales.

A primera vista

Como toda urbe moderna de hormigón, vidrio y acero, la silueta de la ciudad de Panamá se deja palpar ni bien nos dirigimos hacia ella desde el aeropuerto de Tocumen, situado a 34 kilómetros del centro. El laberinto de carreteras de acceso, el tránsito y las urbanizaciones que van sucediéndose dan paso a gigantescos rascacielos apostados en la orilla de la bahía de Panamá, sobre el océano Pacífico. De sopetón, tomamos contacto con los latidos de la vida urbana y el caótico ir y venir de los vehículos. Sin embargo, a pesar de que todo parece flamante y moderno, la historia es bastante distinta.

En efecto, lo que hoy se conoce como Panamá Viejo fue la primera ciudad fundada por los conquistadores españoles en la costa del Pacífico, allá por 1519. Esta zona fue abandonada en 1671, tras ser arrasada por el pirata inglés Henry Morgan ante la falta de defensas. “Durante los tres siglos siguientes, sus construcciones fueron utilizadas como fuente de material hasta que recién en 1976 el gobierno las declaró área protegida. En 1997 fueron incorporadas a la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco”, nos explica Mateo, guía del lugar, mientras recorremos los vestigios de las antiguas edificaciones. Hoy, Panamá Viejo es un sitio arqueológico.

Atlántico y Pacífico, un solo Panamá

A principios del siglo XVI, cuando Núñez de Balboa cruzó el istmo panameño y comprobó la escasa distancia que separaban ambos océanos, comenzó a soñarse con la construcción de un canal que pudiera unir los océanos Atlántico y Pacífico. Sin embargo, esta hazaña de la ingeniería y laboriosidad humana no se concretaría hasta 1914, cuando el Canal de Panamá fue inaugurado.

La historia de su construcción está inseparablemente unida al nacimiento del país, el 3 de noviembre de 1903. Hasta entonces, Panamá pertenecía a Colombia, pero la ambición estadounidense por construir el canal interoceánico produjo la secesión. Una de las primeras medidas del flamante Estado fue ceder un territorio de ocho kilómetros de cada lado al gobierno de Estados Unidos para construir el canal. Ese sector, de 1.432 kilómetros cuadrados en total, fue llamado Zona del Canal y administrado de manera colonial por un gobernador, de quienes dependían los “zonianos”.

“El canal fue propiedad robada. Los socios del robo son un grupo de promotores del canal y especuladores y cabilderos que obtuvieron su dinero como producto de la rebelión fomentada, protegida y realizada por el gobierno de Estados Unidos”, se lee en un artículo de The New York Times, con fecha del 29 de diciembre de 1903.

Durante las siguientes décadas, los gobiernos panameños buscaron recuperar el territorio cedido hasta que, finalmente, en 1977, se firmaron los acuerdos conocidos como Torrijos-Carter -nombres de los presidentes de Panamá y Estados Unidos de esa época, respectivamente- que estipulaban el traspaso y devolución de la Zona a Panamá.

Plus

Parque Nacional Altos de Campana

Si es verdad que el sonido de los pájaros y el agua deslizándose sobre un fondo rocoso es agradable, entonces no cabe duda de que este Parque es una especie de paraíso, de cristalinos torrentes entre rocas ígneas, campos de lava y acantilados basálticos. Ubicado a 60 kilómetros de la capital, es el primer parque nacional del país. Fue creado en 1967.

Bocas del Toro

Sucede lo mismo en todo el Caribe: pequeñas poblaciones con viviendas construidas sobre palafitos, sol abrasador, playas de arena blanca y barreras coralinas, intensidad de luz y naturaleza tropical en un clima benigno. Así es este pequeño archipiélago de seis islas, especialmente la de Bastimentos.

Ciudad Vieja

Sobre una pequeña península situada a ocho kilómetros de la fundación original, se levanta el sitio de la segunda fundación de Panamá, hoy conocida como Casco Antiguo. Allí es posible observar fortificaciones e iglesias, ruinas en proceso de restauración, como los conventos de la Compañía de Jesús y de Santo Domingo.

Valle de Antón

A 130 kilómetros de la capital se levanta este valle, famoso por sus cascadas y clima agradable. Muy cerca de la localidad de El Valle, la Piedra Pintada presenta misteriosos petroglifos precolombinos. Algunos creen que representan elementos religiosos; otros, que es un calendario o un mapa de la región. O un tesoro escondido de significado espiritual.

Navegar por el canal

Desde la ciudad de Panamá, sobre el Pacífico, navegamos ascendiendo mediante dos compuertas –Miraflores y Pedro Miguel– y atravesamos la Divisoria Continental de Aguas en el Corte Gaillard -de 14 kilómetros- hasta llegar al lago Gatún.

Finalmente, descendemos hacia la costa del Atlántico por la tercera esclusa (Gatún) hasta la ciudad de Colón. Son 80 kilómetros donde podemos observar embarcaciones de todo tipo y en ambas direcciones. A este circuito Panamá-Colón también lo podemos realizar en tren.

¿Para quiénes?

Podemos visitar Panamá todo el año e, incluso, viajar con niños. Su clima es caluroso y húmedo, aunque en las zonas montañosas resulta más agradable. Amantes de playas caribeñas encuentran en el litoral del Atlántico innumerables oportunidades. Hay, además, pueblos indígenas y ecoturismo en la Cordillera de Talamanca.

¿Para qué?

En Panamá podemos hacer turismo arqueológico (Panamá Vieja y Ciudad Antigua) y etnográfico (en el archipiélago de San Blas habitan los kuna). Bocas del Toro resulta ideal para deportes acuáticos y playas. En la capital: grandes centros comerciales, vibrante vida nocturna y Parque Natural Metropolitano.

¿Por qué?

Este destino es ideal para descubrir un pequeño país, de gran importancia geoestratégica y la trama detrás del canal. Panamá tiene historias ocultas y poco difundidas sobre sus orígenes y su rol histórico, de proyección latinoamericana, durante la Guerra Fría y los años de dominio estadounidense.

¿Cómo?

Podemos llegar directo desde Córdoba por Copa Airlines, con precios que parten desde 13 mil pesos. En el aeropuerto de Tocumen, podemos alquilar coches para viajar por el país. Sugerimos Hard Rock Hotel Panama Megapolis, con habitaciones dobles desde 2.600 pesos la noche. Otra opción interesante es el hotel Canopy Tower Ecolodge, uno de los mejores hoteles naturales del mundo.