Aluminé alienta a la aventura

A 60 kilómetros de Villa Pehuenia, por ruta 23 al sur, se arriba a Aluminé que está estrenando sus 100 años. La localidad ocupa una privilegiada geografía ya que es atravesada por el caudaloso río del mismo nombre, y en sus alrededores hay una importante presencia de otros cursos de agua, donde abunda la trucha marrón, amparados por algunos cerros colindantes.

Estos atributos naturales posicionan a Aluminé como un destino ideal para la práctica del turismo de aventura con numerosas alternativas para hacer caminatas, ascensos al cerro Quilquelil, cabalgatas y rafting y también participar de algunos de los circuitos que integran el Corredor de los lagos patagónicos, y recorrer la Ruta del Pehuén, entre bosques milenarios de araucarias araucanas.

Rosa Calfinahuel, es la experta guía mapuche que descorre el telón de las maravillas de la región junto a interesantes relatos de la historia de los habitantes originales con énfasis en esa cultura y sus creencias.

Desde lo alto se tiene una magnifica vista del valle y aunque puede resultar un poco agotador, el paseo justifica el esfuerzo.

Se parte del casco de la ex estancia El Charrúa que fue la primera vivienda de Aluminé. Construida por el uruguayo César Ayoso, su arquitectura de estilo francés tiene pisos y cielo raso de madera y paredes de gran espesor.

En la actualidad está en proceso de restauración y entre sus gruesos muros se atesoran las reuniones de los colonos que asumieron el lineamiento original de la futura población.

Este año se realizó la segunda edición de la Fiesta de la Cerveza de la que participan numerosos establecimientos artesanales de la espumosa bebida con el acompañamiento de varias bandas musicales en un ámbito que ya queda pequeño para el entusiasmo de la numerosa gente que concurre.