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Viajes en la pantalla que motivan a armar la valija

El cine es una excelente manera de conocer nuevos lugares, paisajes e historias. Aquí, algunas de las mejores películas para convencerse de tomar el próximo avión.

Muchas veces salimos de ver una película emocionados, tristes o simplemente con ganas de conocer el lugar en el que se filmó. Ese ímpetu por viajar es generado en mayor medida por ciertos filmes, en los que el protagonista visita lugares diferentes mediante travesías que impactan en su vida. Y si bien es evidente que hay infinitas opciones para armar una lista sobre este tipo de películas, aquí se reúne a algunas de las mejores.

Ve el mundo, ese es el propósito de la vida

“Ve el mundo. Enfrenta los peligros. Mira lo que hay tras los muros. Acercarnos más, para encontrarse el uno al otro y sentir. Ese es el propósito de la vida”. Ese es el lema de la revista Life, donde Walter Mitty (Ben Stiller) es un rutinario empleado que se dedica a la fotografía. En La increíble vida de Walter Mitty, la empresa está por cerrar, y un hecho particular –no es cuestión de “spoilear” la trama– obliga al protagonista a comenzar un maravilloso viaje que lo conduce por Groenlandia, Islandia y el Himalaya. La historia lo lleva también a Los Ángeles, y finaliza con grandes imágenes de Nueva York.

Al terminar la película, el deseo de viajar es inmediato. Y se presenta, también, como una gran oportunidad para descubrir destinos no tan frecuentados por el público argentino, como Islandia o Groenlandia.

La escena: Mitty bajando en patineta por una solitaria ruta en Islandia. Paga la película.

La felicidad en el camino

Después de divorciarse, Liz emprende un recorrido por el mundo en busca de buena comida, amores y espiritualidad para sanar su corazón. Ese es el argumento de la película Comer, rezar, amar, que se estrenó en 2010 y contó entre sus actores principales con Julia Roberts, James Franco y el español Javier Bardem.

El filme se basa en el libro autobiográfico de Elizabeth Gilbert, quien un buen día, en medio de una crisis, decidió recorrer el mundo y llegó a Italia (para comer), a India (para rezar) y a Indonesia (donde encontró el amor). Nueva York,  Delhi (India), Bali (Indonesia) y las ciudades italianas de Roma y Nápoles sirvieron como escenario para narrar la historia.

La escena: Liz, recién llegada a Roma, con un mapa en la mano. Desorientada, escucha cómo la gente grita y los autos tocan bocina en medio del bullicio italiano.

Tokio, de la mano de una rubia

En cualquier viaje, tanto la vida en los hoteles como el hecho de conocer gente nueva forman parte importante de la experiencia. Cuando el destino incluye culturas diferentes o alejadas, ese choque entre nuestras costumbres y las de los demás resulta enriquecedor y también inquietante. Esto es esencial en la película Perdidos en Tokio (Lost in traslation), donde Bill Murray conoce en un hotel a una jovencísima Scarlett Johansson.

Mientras los protagonistas sufren la soledad en medio de un ambiente totalmente diferente al habitual, el filme aparece como una buena manera de tomar contacto con Japón y sorprenderse con los choques culturales.

Dicen que Perdidos en Tokio era una de las películas favoritas de Daniel Salzano, y que la veía al menos una vez por mes. Dirigida por Sofia Coppola, ganó el Oscar a mejor guion original en 2004, edición en la que también estuvo nominada a mejor película.

La escena: la primera vez que los protagonistas salen a conocer la ciudad.

Travesías externas e internas

Hay filmes que narran la vida de viajeros solitarios que buscan encontrarse y deciden caminar, navegar o manejar por kilómetros. Hacia rutas salvajes y Alma salvaje son dos buenos ejemplos. Ambos cuentan historias reales, en las que los personajes se disponen a vivir una aventura peligrosa y atractiva.

Hacia rutas salvajes (Into the wild), cuenta cómo Christopher McCandless se lanza rumbo al frío norte después de haberse recibido. La travesía es muy intensa, y en ella recorre California, Oregón y Dakota del Sur hasta Alaska, donde halla un viejo ómnibus al que denomina "autobús mágico". Los bellos paisajes de Alaska enmarcan la pelea interior del viajero, cuya historia no termina con el típico final feliz norteamericano.

Por su parte, Alma Salvaje (Wild) se basa en el libro de Cheryl Strayed. La escritora y protagonista comienza una solitaria caminata por el Pacific Crest Trail, como una manera de sanar sus heridas y de vivenciar nuevas experiencias. El sendero recorre el oeste de los Estados Unidos desde México hasta Canadá, extendiéndose por 4.300 kilómetros, y atraviesa 25 bosques y 7 parques nacionales.

La escena: el momento en el que Cheryl inicia el viaje con una mochila que supera por mucho su altura.

El recorrido más fantástico del siglo 20

Kon Tiki, de origen noruego, cuenta una historia real: el viaje de unos aventureros que en 1947 se trasladaron desde Perú hasta la Polinesia en una precaria nave.

Thor Heyerdahl, aventurero y etnógrafo noruego, es el protagonista de esa proeza, en la que se combina la precariedad de la embarcación con la extensión del viaje (de 7.000 kilómetros). Thor quería demostrar que la Polinesia había sido poblada desde América del Sur, antes de la llegada de Colón a nuestro continente. El viaje real duró 101 días.

El rodaje del filme se llevó a cabo en Noruega, Malta, Bulgaria, Tailandia, Suecia y Maldivas, y estuvo nominado a mejor película extranjera.

Detalles: Otros recomendados

Clásicos y actuales.

Bajo la mirada de Woody Allen. El famoso director muestra la belleza de las ciudades en las que filma de manera única. En 1979 se estrenó Manhattan, considerada como una pieza clave del cine actual por la forma en la que reveló ese rincón del mundo. Vicky Cristina Barcelona, con su musa Scarlett Johansson, se centra en la ciudad catalana. Y para enamorarse están Medianoche en París y A Roma con amor.

A rodar la vida. Thelma y Louise es una célebre road movie filmada por Ridley Scott, con dos enormes actrices como Susan Sarandon y Geena Davis en los papeles principales. Se trata de un viaje entre Arkansas y México, con un final increíble. Tal vez la película viajera de los noventa, tuvo 6 nominaciones al Oscar y ganó uno. Fito Páez le dedicó la canción A rodar la vida, que forma parte de El amor después del amor.

Mil veces vistas. Hay ciudades como París o Nueva York a las que, cuando se arriba por primera vez, parece que uno ya estuvo allí. Gran parte de ese fenómeno sucede gracias al cine. La capital francesa tiene cientos de películas realizadas entre sus calles, como Moulin Rouge, Amélie, El código Da Vinci o Paris, je t'aime. Para conocer anticipadamente Nueva York, se puede recurrir a clásicos como Kramer vs. Kramer o Tootsie, o la más reciente El diablo viste a la moda.

El restó de De Niro. A los amantes del cine les encantará visitar el restaurante que Robert De Niro tiene en Tribeca, Nueva York. La gastronomía es buena, pero lo mejor es el pasillo que conduce al baño, en el que se encuentran los afiches originales de las películas del actor firmados por el elenco. Una joya es el de Taxi Driver, con un joven De Niro.

La vuelta al mundo con 14 años. Laura Dekker dio la vuelta al planeta navegando sola con 14 años, convirtiéndose en la persona más joven en lograr esa hazaña. La adolescente grabó todo su viaje, y el resultado puede verse en el documental Maidentrip, disponible en Netflix.