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Varadero es la felicidad hecha playa: una postal turquesa libre de sargazo

Bienvenida perfecta. Una de las ventanas a los 22 km de playa que tiene este destino.
Bienvenida perfecta. Una de las ventanas a los 22 km de playa que tiene este destino.

En el corazón del Caribe, este paraíso cubano fue elegido como la segunda mejor playa del mundo. Pasear en sus cocotaxis, disfrutar de un “seafari” o un atardecer rodeado de pelícanos y hasta visitar el legendario bar de Los Beatles son algunos recomendados. 

La playa mansa lo pide: pedalear mar adentro es el ritual perfecto para comenzar el día. Pies descalzos y un chaleco de color es todo lo que hace falta. El agua juega a cambiar su transparencia y las olas suaves acompañan la experiencia. “Ese mar turquesa sí se puede ver”, pensás mientras queda atrás la costa y el azul profundo hace lo demás.

En este punto de Cuba las mañanas no tienen reloj y los viajeros pueden aventurarse en veleros, kayaks e hidropedales. Nadar, caminar en el agua o hacer la plancha: todo es igual de fascinante en esta pileta natural. De sus 30 kilómetros de extensión, Varadero acapara 22 exclusivamente para sus playas de arenas blancas.

Acá, el verano se siente en la piel los 365 despertares del año y, lo más importante, ¡es una zona del Caribe que permanece libre de sargazo! Por si necesita presentación, el sargazo es una marea de algas que invaden y se descomponen en la playa, afectando el color y el olor del agua, y que actualmente impacta en importantes zonas turísticas de Centroamérica.

DATOS ÚTILES. Cómo llegar y qué hacer en Varadero.

En el podio

A tres horas en auto desde La Habana, Varadero es el primer destino de agua turquesa y, dicen, el territorio cubano más próximo a Estados Unidos. Hace apenas unos meses, fue reconocida como la segunda mejor playa del mundo según los premios Travellers Choice de TripAdvisor y planea ser ecofriendly para el 2020.

Bienvenida perfecta. Una de las ventanas a los 22 km de playa que tiene este destino.
Bienvenida perfecta. Una de las ventanas a los 22 km de playa que tiene este destino.

Además de que tiene a la naturaleza de su lado, hay otro motivo para decidirse por este paraíso: la alegría y la amabilidad de su gente. “Aquí estamos, regalando flores y haciendo grillos a estas bellas personas que nos visitan, para que los lleven de recuerdo”, explica un hombre sentado en la arena, mientras hace magia con las hojas de palmera para adornar una pila de cocos frescos. No hay viajero que no se acerque a valorar su arte.

En ruso, francés, inglés, español o portugués, los que trabajan en la cocina o los que se ocupan de las mesas se encargan de volver entrañable cada conversación compartida. Agradecidos con su formación y con las posibilidades de su país, siempre tienen una sonrisa para empezar el día o para desear una buena noche.

La hora del pelícano  

Para los que aman el mar, las últimas horas de luz en la playa son sagradas. Excepto para gran parte de los extranjeros que cenan temprano y abandonan rápido las reposeras en la arena.

Los que saben de atardeceres disfrutan, mojito en mano, del show que regalan los pelícanos cuando casi no hay nadie en la playa. Solos o acompañados, sobrevuelan el mar y se tiran de cabeza si encuentran algo que valga la pena, mientras el sol hace su propia danza con las nubes. Si serán únicos estos momentos en la isla que hasta hay un trago en su honor: Varadero sunrise.

Y para empezar a ponerle ritmo a la noche, un susurro a lo lejos anuncia que la playa se vuelve fiesta: “Oye cómo va, mi ritmo bueno pa’ goza’, mulata”. Imposible no mover el cuerpo con el sonido de las maracas y del timbal. Cada hotel sorprende con sus shows, pero, se sabe, es hora de bailar.

Paseo con sabor a trópico

Las playas públicas en el centro de Varadero son tan lindas y limpias como las playas privadas de los hoteles. Desde algunas bajadas, cuando va cayendo la tarde se escucha la música en vivo del bar de los Beatles. Recreando el famoso paso de cebra en Abbey road, el ingreso al bar tiene todo lo que esperan los fans de la banda. Ringo Starr, John Lennon, George Harrison y Paul McCartney “te reciben” en tamaño real y te hacen sentir que Liverpool está cerca.

Pero en realidad estás en una ciudad sobre la península de Hicacos y al salir del bar no hay buses de dos pisos que manejen por la izquierda. Pero sí cocotaxis, pintorescos carritos amarillos conducidos por una moto, que aseguran una experiencia aventurera con “sabor a trópico”. Y también los famosos autos antiguos de Cuba que parecen detenidos en el tiempo y recrean un set de filmación a cielo abierto.

Un paseo con sabor a trópico. Imposible no dar una vuelta en los pintorescos cocotaxis. (Foto: Milagros Martínez)
Un paseo con sabor a trópico. Imposible no dar una vuelta en los pintorescos cocotaxis. (Foto: Milagros Martínez)

“Seafari” Cayo Blanco

“Tienes que conocer un cayo, mi niña”, me recomendó una señora con ese acento tan cálido. En un paseo imperdible por la costa de Varadero, un catamarán busca el mejor lugar para hacer esnórquel y todos van al agua para disfrutar de una de las barreras de corales más grandes de la zona.

Cuando creés que el celeste del mar ya no se puede superar, llegás a Cayo Blanco con su hermosa explanada de arena finita. Confirmás que lo que dicen los viajeros en TripAdvisor sobre Varadero es cierto y este destino se gana tus estrellas.

Otras opiniones de cordobeses  

"Las paradisíacas playas son ideales para hacer snorkel, disfrutar de la arena polvo y sus fantásticos hoteles all inclusive. Con la sensación de que viajás en el tiempo, es uno de los lugares más bellos de Cuba". Samanta Caminos, 33 años, Lic. En Turismo.

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"Varadero fue la mejor manera de finalizar nuestro roadtrip por la isla. Un lugar ideal para relajarse y leer un buen libro o disfrutar de un cuba libre al ritmo de Buena Vista Social Club". Ceferino Lascano, 36 años, emprendedor.

Desconexión literal y seguridad

En Cuba no hay Wifi de acceso libre. El servicio de Internet está controlado y la conexión sólo es viable en algunos puntos específicos (al estilo cyber de los 90). Con una tarjeta, que cuesta alrededor de , es posible contar con una hora de navegación. La falta del servicio es la excusa perfecta para activar realmente el modo vacaciones, lejos de las redes sociales y del mundo virtual.

A la hora de usar el transporte privado, es clave elegir taxis oficiales o guaguas (buses) locales. Hay autos particulares sólo para residentes cubanos y prohibidos para turistas. Consejo para no llevarse sorpresas en medio de la noche por circular en vehículos no autorizados.

Pero si hay algo que tienen que saber los viajeros es que encabeza el ranking de los lugares más seguros de Latinoamérica. "Cuba es uno de los países con menos delincuencia en el mundo. El que visita este país no encuentra angustia, si no una comunidad fuerte, que se ayuda y se apoya", describe el New York Times.