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Una charla con los Zapp, la familia que vivió de viaje 20 años

Escribieron varios libros con sus memorias de viaje. (Herman Zapp)
Escribieron varios libros con sus memorias de viaje. (Herman Zapp)

Partieron como pareja a bordo de un auto de 1928, dieron la vuelta al mundo y tuvieron cuatro hijos en el camino: un vistazo a la vida de estos viajeros, conocidos y queridos en todo el globo.

Candelaria y Herman Zapp son los padres de una familia que nació y creció dando la vuelta al mundo, pero no en 80 días. Ahora, varios hijos y más de 20 años de ruta después, nos narran un poco de su intimidad. “Nada que ver las personas que partieron de las personas que somos ahora, aprendimos a ser fuertes y entendimos que con fe podés tener lo que necesites”, cuentan.

Lo que empezó en el año 2000 como una aventura de pareja se transformó con el tiempo en otra cosa; tuvieron, no uno ni dos, sino cuatro hijos; Pampa, Tehue, Paloma y Wallaby ¿Lo más curioso? Todos nacieron en países diferentes, algo que según ellos, jamás se podrían haber imaginado. Juntos vivieron en más países de los que pueden contar, conociendo algo nuevo cada día.

Un auto casi centenario

Algo que despierta curiosidad en todas las personas que conocen su historia es imaginarse cómo será viajar por continentes enteros a bordo de un vehículo que se acerca al siglo de edad. Un dato de color: es tan antiguo que al principio tenía ruedas de madera, sí, de madera. “Eso hace que el camino sea lento, lo que tiene de bueno es que te da tiempo de ver el paisaje, nada se pasa por alto”, se ríen.

Además, para ellos el auto fue un “abre puertas”, cuentan que al verlo, los niños se acercan, la gente se interesa y surgen charlas e invitaciones. Pero confiesan, otra cosa que les gusta de este auto es que tiene onda, “las cosas hay que hacerlas con estilo”, se ríe Herman.

¿Y la nostalgia?

Pero ir de acá para allá no significa desprenderse rápidamente de los pagos conocidos. Claro que, algunas cosas les despiertan esa melancolía simpática que los brasileros llaman saudade, "como la comida de Corea que es única, son un montón platos con muchas especias, pero lo que más extrañamos es a la gente que conocemos en el camino y comparte con nosotros", relatan.

Al momento de esta entrevista Los Zapp están en Brasil, planeando volver a Argentina después de mucho tiempo. “Ya casi puedo sentir el olorcito a Pampa”, confiesa Herman. Al preguntarle si cree que la nueva generación Zapp también vivirá viajando, sonríe “los hijos casi siempre hacen algo diferente a sus padres, mi papá por ejemplo odiaba viajar”.

Para esta familia, lo más lindo de su estilo de vida es lo que se llevan de los demás, dicen que al vivir en diferentes lugares, aprenden lo mejor de cada cultura y cada persona. “Queremos que nuestros hijos sepan que el mundo es suyo”, sonríen.