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Un viaje de la mano de Van Gogh

Los escenarios vitales del pintor están en varios puntos de los Países Bajos. Sus inicios en Zundert y Tilburgo, su ecología artística en Nuenen y un original homenaje en Eindhoven forman parte del circuito.

Los amantes de las rutas temáticas pueden encontrar en los Países Bajos la del célebre pintor Vincent van Gogh (1853-1890). Si bien cualquiera que haya estado en Ámsterdam seguramente visitará el museo que lleva su nombre, y que comparte el cartel con el famoso Rijksmuseum, el trayecto para conocer en profundidad la vida del artista conecta varios lugares más allá de la capital.

Por etapas

El amor por la vida campesina determinó la obra de Van Gogh en sus inicios, cuando pintó con el corazón los paisajes de Brabante, provincia del sur de los Países Bajos. 

Por eso, el raid comienza en Zundert, un pequeño y pintoresco pueblo junto a la frontera belga, donde el pintor nació y pasó su niñez. Ahora se encuentra en el lugar que ocupó su casa natal en el Museo Van GoghHuis, en plena plaza del mercado. Allí se convirtió en artista, se impregnó del entorno y lo recreó de forma compulsiva con su personal paleta de colores.

En esta ciudad, que cada año realiza el desfile de flores más grande del mundo, también hay una excursión de ocho kilómetros que, a través de bosques, conduce a algunos de los rincones que inspiraron sus primeros lienzos, al igual que la casa de sus progenitores o la iglesia protestante en la cual su padre predicaba todos los domingos.

La siguiente escala lleva a Tilburgo, a unos 40 kilómetros, destino en el que Van Gogh toma sus primeras clases de dibujo y dónde se encuentra la sala de arte de Vincent, que reproducen el aula en la que descubrió su vocación y pone al alcance de los visitantes la posibilidad de pintar como el maestro, mediante pantallas digitales que enseñan su técnica.

El plato fuerte

Siguiendo la ruta temática, Nueve se posicionó como el plato fuerte del paseo, ya que las primeras impresiones generaron en el viajero una sensación de paz inspiradora. Hay vecindarios silenciosos, arbolados que se reflejan en pequeños lagos, molinos y aire puro, todo en armonía, en una combinación excelente que obligan a perderse entre las apacibles calélicas.

Todo Nuenen es Van Gogh. Este fue el lugar de su eclosión artística: pintó cerca de 200 cuadros -entre ellos, Los comedores de papas-, más de 300 dibujos, 25 acuarelas y millas de bocetos, algo así como una cuarta parte de la totalidad de su obra. En sus calles y alrededores el recuerdo está muy avanzado, por ejemplo, en paneles frente a lugares icónicos que muestran el paisaje real junto a las obras pictóricas. Así, es posible pasear por varios de los escenarios naturales que quedaron inmortalizados en sus trabajos, en un plan turístico diferente.

Para los amantes de la cultura, el inicio del recorrido puede ser por el Vicentre, una antigua edificación de tres pisos remodelada en la que funciona un moderno museo interactivo dedicado a su vida, pero en especial a los dos años que estuvo por aquí, 1884 y 1885.

Entre estrellas

Con la brisa en la cara y mientras gana el lugar la noche, el cierre se hace en la bicicleta en Eindhoven, sobre la ciclovía inspirada en la obra La noche estrellada. Se trata de una determinada creación del artista y diseñador Daan Roosegaarde: un paseo de un kilómetro con piedras led que brillan en la oscuridad y que le confieren un aspecto cautivante al trazado. A medida que uno pedalea, queda inmerso en un cielo nocturno cubierto de estrellas pero en el suelo, y siente que flota por los aires. El circuito pasó entre los molinos de Opwettense y Colse, símbolos que quedaron reflejados en sus primeras pinturas. Una experiencia diferente e inolvidable.

Además, en esta localidad hay otros emplazamientos relacionados con el pintor; estatuas o edificios con un significado especial.

Al final, queda claro que el genio creativo plasmó su arte a toda hora; deteniéndose junto a los campesinos para captar expresiones cansadas y buscando luces lúgubres de esa realidad opresiva. Su obsesión llegó a provocar el rechazo de las autoridades, quienes vieron en sus cuadros una crítica social. Por qué motivo, tuvo que abandonar Brabante e iniciar un periplo que lo llevó a Londres, La Haya, París y más de 30 lugares en 38 años.

Datos útiles

Breda, el origen del clan

En medio del trazado, entre Zundert y Tilburgo, una buena opción es conocer la encantadora ciudad de Breda. Se trata del lugar de origen del clan Van Gogh, que deslumbra por sus preciosas casas de fachadas escalonadas, una fortaleza frente al río y una vida nocturna propia de su condición de ciudad universitaria.

Un pequeño tesoro

Den Bosch es una ciudad que le hace honor a los halagos que le dedicó el artista. Rodeada por una red de canales bajo las casas medievales, cuenta con un amplio patrimonio. Es el único lugar de la provincia donde pueden admirarse obras originales de Van Gogh en una pequeña colección albergada en el Noordbrabants Museum.