Un recorrido por Montevideo, con los ojos de Benedetti

Ocho palabras le bastaron al poeta para sintetizarla con maestría, en un particular haiku oriental (por lo uruguayo ya que no por lo japonés): "Al sur, al sur/ está quieta esperando/ Montevideo".

Y aunque el mapa la ubica, en verdad, bien al sur, no es tan cierto que Montevideo está quieta, porque la capital se moviliza este año para homenajear especialmente a Mario Benedetti, autor de aquellos bellos versos e hijo por opción de la ciudad que convirtió también en parte de su patrimonio literario.

Aunque había nacido en Tacuarembó, explica Elizabeth Villalba, directora de Turismo de la capital uruguaya, Benedetti adoptó Montevideo para vivir y habló mucho de ella a través de sus obras. “Él amaba esta ciudad y la recorría mucho. Nosotros decidimos entonces, tras hacer algunas mediciones sobre la importancia del segmento del turismo cultural, que era el momento de hacer un circuito virtual para homenajearlo, conjugando turismo y literatura”.

El resultado es una propuesta multimedia variada que permite acercarse a la ciudad con otros ojos, con la Mirada Benedetti, que incluye su voz, fotos, videos y, por supuesto, poesía y prosa del escritor que integró la Generación del 45 junto con Idea Vilariño y Juan Carlos Onetti.

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Barrios y algo más

“La mirada de Mario late en sus personajes, que me habitaron y me habitan. Los invito a conocerlos con y a través de ellos”. Con estas palabras, en boca de la actriz que personifica a Montevideo en el comienzo del circuito Mirada Benedetti, comienza un extenso paseo -o paseos- por los barrios de la ciudad.

Allí están el Teatro Solís (“la otra tarde vino Chelita y me llevó al Solís, a la vermut, claro”), la baldosa que lo homenajea en el Espacio de los Soles, la Plaza Independencia (“representativa de la mezcolanza y el amontonamiento de modos y maneras, de estilos e influencias, de herencia y espontaneísmo, de originalidad y mestizaje, algo que después de todo constituía nuestra confusa identidad”), el Palacio Salvo (“ese monstruo folklórico” que “por algo figura en todas las postales para turistas, tan pero tan feo que lo pone a uno de buen humor”) y la Avenida 18 de Julio (donde caminar “es como moverse en el patio de la casa familiar. Siempre aparece alguien que, desde la acera de enfrente, alza el brazo como una antena racional, como la comunicación de una presencia”).

Pero hay más, mucho más en este paseo en el que Montevideo cobra una vida nueva, la que le dio la literatura a través de un hombre que luchó con la palabra por el respeto a los derechos humanos. Vida y obra de Benedetti han tenido como escenario y testigos, desde el Mercado del Puerto a la Plaza Cagancha, desde el Mirador Panorámico de la Intendencia de Montevideo al Cementerio Central, de la Feria Tristán Narvaja a la Iglesia de la Aguada y del Parque Rodó a la Rambla de Punta Carretas.

Y el Monumento al Gaucho, el Museo Zorrilla, la Playa Capurro, el Industrial Francisco Piria… ¿dónde no se ha posado la mirada de Mario Benedetti? En La tregua, en Andamios, en Poemas de la oficina, en Montevideanos, en Viento del exilio... en toda su obra se adivina el relieve invisible de la ciudad que da soporte a la literatura y a la vida del poeta. El alma de Mario, afirma el circuito que le está dedicado, abrazó a Montevideo de forma transversal y así la ciudad y sus lugares aparecen, siempre, a lo largo del tiempo y de toda su obra.

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Cien años del escritor

El circuito se dio a conocer en ocasión del centenario de Benedetti, nacido en Paso de los Toros el 14 de septiembre de 1920, pero convertido en ciudadano de Montevideo desde la mudanza a la capital de su familia, cuando tenía apenas tres años. Desde entonces, más allá de las idas y vueltas, más allá de exilios y retornos, podría haber dicho –como Borges de Buenos Aires– que estuvo siempre y estará en Montevideo.

El paseo, explica Beatriz Villalba, recoge mucho de él en cada uno de los barrios. Tiene actores y una figura femenina que habla e interactúa con Benedetti. En otros tramos se oye la voz del escritor en algunos poemas. Tiene videos en 360º y fotos del antes y el después de muchos lugares (de la época de Benedetti y ahora) para ver cómo se fueron transformando los sitios que le sirvieron de inspiración.

Para el visitante, la opción es doble: recorrerlo en forma virtual, explorándolo desde la pantalla, o salir al escenario real que Montevideo propone para conocer de primera mano cada uno de los lugares mencionados, que además están georreferenciados en el sitio web.

Y ni siquiera hace falta disponer de una computadora porque la dirección de Turismo de Montevideo ubicó pantallas táctiles en varios puntos de la capital, encendidas las 24 horas. Allí también está disponible el circuito Mirada Benedetti, que se lo puede descargar al celular.

“Además, cuando termina el relato que habla de los barrios que van apareciendo, sean Aguada, Capurro, Cordón, Ciudad Vieja o Centro, entre otros, la obra tiene un link a Google Books en el que se puede seguir leyendo”, concluye la titular de la cartera turística uruguaya.

Datos útiles

Mirada Benedetti. Un paseo que es uno y es muchos, por una obra que también es una y es muchas. Este innovador circuito es la forma más nueva y entrañable de recorrer Montevideo.

Para viajar. www.miradabenedetti.uy