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Un paseo con Amélie por París

El cine ofrece una forma distinta de recorrer las ciudades. Aquí, un circuito por los puntos centrales que oficiaron de escenografía perfecta para la conocida película francesa.

Hay quienes recorren los destinos buscando rutas del vino y también hay otros viajeros que, como uno, lo hacen siguiendo las huellas que el cine les imprimió en la imaginación.

La sensación de que ya se estuvo allí antes es algo que sólo el arte nos puede regalar. Por eso, una buena forma de descubrir París (y de recordarla, aunque nunca se haya estado allí) es hacerlo a través de una de las películas contemporáneas ícono de la ciudad: Amélie.

Si se dispone de una mañana o de un día completo extra, se puede intentar el siguiente circuito, cuyos puntos están, en su mayoría, dentro del bohemio barrio de Montmartre. El viajero recordará sus calles y sus mercados y, si está atento, podrá contemplar la magia de su arquitectura a través de los cuadros que retenga del filme.

Café des Deux Moulins

Ubicada en calle Lepic esquina Cauchois, esta cafetería no es sólo donde Amélie trabaja, sino que además se presenta en la película como un lugar repleto de simpáticos maniáticos cuyas vidas son sencillas y extravagantes a la vez. Probablemente, si uno se sienta a tomar un café, no lo atenderá Audrey Tautou (la actriz que encarna a Amélie), pero sí podrá disfrutar de un típico bar parisino y, cada vez que gire la cabeza, verá un pequeño retrato de la protagonista de la película, que sonríe como si supiera que uno fue hasta allí por ella. El resto correrá por cuenta de la imaginación del viajero ya que, por dentro, el bar ha sido modificado.

DATOS. Información útil para viajar a París.

Épicerie Collignon

Esta verdulería, llamada en realidad Au Marché de la Butte, se transformó durante el rodaje en Épicerie Collignon, un típico mercadito parisino atendido por un cretino de apellido Collignon. Probablemente, este sea el lugar que más referencias de la película conserva. Guarda todavía el cartel que se utilizó para el rodaje, sus paredes están estampadas con fotos de los actores y hasta se pueden conseguir postales con la cara de Amélie entre las naranjas y los kiwis. Si uno está atento, debajo de los cajones de frutas encontrará otro guiño a la película: un duende muy parecido al que perteneció al padre de la protagonista. La dirección es calle Des Trois Frères esquina Androuet.

Sacré Coeur, Saint Pierre y su carrusel

La monumental iglesia de Sacré Coeur, (en español, “sagrado corazón”) con el parque Saint Pierre a los pies, toma protagonismo cuando la bella Amélie, escondida detrás de sus gafas, le tiende una emboscada a su futuro enamorado, Nino. Lo cita a las 17 en la cabina telefónica que está al lado del carrusel (que, dicho sea de paso, fue colocada sólo para el rodaje). Desde allí, se inicia una de las secuencias más divertidas de la película. La plaza Saint Pierre y la iglesia Sacré Coeur no sólo son una visita reservada para los amantes de este filme, sino también para aquellos que aún hoy reconocen en Montmartre los destellos de un pasado bohemio. Como perlita, se puede subir al carrusel por dos euros (unos 30 pesos). Este punto se encuentra señalado en cualquier mapa.

Estaciones y más estaciones

Nino revisa de forma obsesiva las fotos desechadas en el piso de los fotomatones, y Amélie pasa buena parte de sus días en las estaciones de tren y metro en donde están estas máquinas. Aunque estos curiosos armatostes ya casi no se usan, un recorrido por las estaciones de Abesses y de Gare de l’Est (estación del este) traerán a la memoria del viajero algunas escenas. La primera está ubicada en el corazón de Montmartre y la segunda es una terminal donde confluyen varias estaciones. El cuadro muestra una secuencia memorable: ella baja a la boca del metro Abesses, le da una moneda a un ciego mientras este pone en su tocadiscos la canción Si tu n’étais pas là y luego ve por primera vez a Nino. Por su parte, la Gare de l’Est es el lugar en donde los protagonistas tienen el segundo encuentro y donde ella descubre su secreto.

Si no viste la película, acá compartimos un pedacito para inspirarte a verla: