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Está entre montañas y dicen presente el abuelito, las cabras y la decoración alpina típica de la vivienda de cuento.
Si te gustaban las historias de Heidi seguro te acordás de algunos detalles que hacían de su día a día una fantasía de campo muy tierna. La leche tibia, los animalitos rondando por el patio y claro, la relación con su abuelo. Los fanáticos de esta historia se encuentran en todo el mundo y tienen una meca imperdible: el hogar de Heidi.
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La inspiración de cuento
La región de Maienfeld, Suiza, es la que la autora Johanna Spyri describe en sus historias. Es un pueblo rodeado de un paisaje montañoso que inmediatamente transporta a las aventuras de la niña. “Johanna Spyri se inspiró en la gente y la forma de vida que se vive aquí para la historia de Heidi”, se explica.
Allí se encuentra Heidihaus, la vivienda de 300 años donde se sitúa a la famosa familia. El recorrido por la casa lleva a un viaje en el tiempo directo a 1880 y se pueden descubrir los detalles más memorables como el corral y las cabras.
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“La niña de los Grisones lleva más de 140 años conquistando los corazones de niños y adultos de todo el mundo”. Como la página explica, estas aventuras se convirtieron en un éxito de ventas mundial y sigue siendo uno de los libros más populares de la literatura suiza.
Tampoco faltan las esculturas que traen a la vida a los personajes, como el abuelo fumando en pipa o la protagonista vestida de rojo en la cocina, donde prepara los platos de pan casero e ingredientes de la granja, que seguro a más de un lector le hacían agua la boca.
