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Tayrona: un recorrido natural y paradisíaco por el Caribe colombiano

Tayrona es uno de los parques más impresionantes de Colombia y las razones saltan a la vista: hay playas, montañas y bosques tropicales junto al patrimonio arquitectónico y cultural de pueblos indígenas.

Ubicado al norte de la ciudad de Santa Marta, en el departamento de Magdalena, el Parque Nacional Natural Tayrona es un paraíso recomendado para los amantes del ecoturismo, donde se puede disfrutar de bellísimas playas rodeadas de bosques tropicales, caminatas y actividades recreativas.

En esta zona, la Sierra Nevada de Santa Marta se sumerge en el mar formando bahías con solitarias costas de arena blanca, agua cristalina y una impresionante fauna marina.

El parque tiene una extensión de 15.000 hectáreas y dos accesos principales. Desde Palangana se puede llegar a las cristalinas playas de Neguanje, Concha, Cristal y Chengue. Hay que aclarar que en esta zona el visitante sólo puede pasar el día, ya que no dispone de hospedaje para pernoctar.

DATOS ÚTILES. Información útil para enamorarse de Tayrona.

La otra entrada, que es la principal, se llama El Zaíno y está a 32 kilómetros de Santa Marta. Por este ingreso se puede llegar a Arrecifes, La Piscina, Cabo de San Juan de Guía y Pueblito. En este punto se compran las entradas y se informa acerca del parque, sus instalaciones y las actividades que se pueden hacer.

Un camino encantador

Al cruzar el umbral de El Zaíno inmediatamente se siente otra atmósfera: inmersos en el verde del bosque, sólo se escuchan los sonidos del viento y de los pájaros. Cada lugar que se quiera visitar implica caminatas y aventura, por lo que es importante llevar agua, calzado y ropa cómoda. Se puede realizar todo el camino andando o tomar un colectivo en el primer tramo, que llega hasta el estacionamiento. Desde ahí sólo se sigue a pie o a caballo.

El trayecto para llegar a Cabo San Juan de Guía dura unas dos horas y media aproximadamente, y en el recorrido aparecen distintas playas y rincones para conocer. A pocos minutos de comenzar el paseo está La Piscinita, una pequeña playa donde es posible bañarse si la bandera está verde y acceder al restaurante.

Si se continúa por el sendero se llega a un mirador desde donde se divisa la impactante playa Arrecifes, que no es apta para bañarse por sus fuertes corrientes pero sí es un buen lugar para apreciar el panorama y descansar un poco.

El camino al Cabo San Juan de Guía puede ser agotador por momentos y, aunque no es difícil, tiene tramos de subidas, bajadas y escalones y hay que tener en cuenta la gran humedad del ambiente. El esfuerzo vale la pena, ya que el paisaje es encantador y varía todo el tiempo. Hay que ser observador y apreciar la tupida vegetación y los sonidos de la naturaleza.

La playa que sigue en el recorrido es Arenilla; pequeña, tranquila y hermosa. Pegada a este punto se encuentra La Piscina, con grandes rocas sobre la arena y un mar calmo para nadar a gusto, un ambiente totalmente distinto a pesar de su cercanía con el anterior.

 
 
 
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Una publicación compartida de Parques Nacionales Naturales (@parquescolombia) el24 Jul, 2018 a las 4:31 PDT

Para quedarse

Finalmente se llega a Cabo San Juan de Guía, el punto más conocido del Parque Nacional. Aquí, además de preciosas playas rodeadas de una voluptuosa vegetación, hay varios puntos de hospedaje y un mirador que ofrece grandes vistas.

Es un buen sitio para pasar el día: bañarse es delicioso y hay varios vendedores ambulantes de comida y bebida. A pocos metros se encuentra la Playa Nudista, que si bien no es oficialmente nudista es tan tranquila y resguardada que aquí esta práctica se hizo habitual.

El Tayrona es ideal para acercarse a la naturaleza: el buceo y el esnórquel se practican en varios puntos y permiten apreciar una rica y variada fauna marina integrada por peces y corales. Además, el parque tiene el bosque seco mejor conservado del país, y si se presta atención al transitar sus senderos se puede observar una gran y hermosa variedad de pájaros, mariposas y otros animales como los monos aulladores.

 
 
 
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Territorio ancestral y sagrado

Considerado parque natural por su gran valor biológico y arqueológico, el Tayrona es una parte fundamental del territorio ancestral demarcado por cuatro pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, quienes continúan realizando rituales que favorecen el equilibrio en la región.

En el recorrido es posible verlos con sus vestimentas blancas típicas, a veces vendiendo frutas. Uno de los paseos que se pueden realizar es la visita a Pueblito, donde se encuentran construcciones en piedra muy bien conservadas de la época precolombina. Es un lugar representativo de la cultura Tayrona y sagrado para las actuales comunidades indígenas.